Los sueños de San Roque
San Roque, mi santo patrono de la ciencia y la investigación
San Roque ha hecho más que cualquier otro santo por el desarrollo intelectual de Tarija. Ese es un hecho que cualquiera debería estar dispuesto a reconocerle



Ya lo sé, la advocación de San Roque no tiene nada que ver con la ciencia. San Roque es el patrono contra la peste, de la salud, de los perros y de los presos políticos. Aun así, yo afirmo que San Roque termina siendo mecenas y patrono de la ciencia y la investigación en Tarija.
A pesar del dogma católica respecto a las imágenes, la religiosidad popular latinoamericana indica que su materialidad importa. Un ejemplo claro son nuestras fiestas del Niño Dios, con palos de trenzar y adoraciones populares. La gente dice que un Niño es alegre, triste, fiestero, travieso, etc. A cada imagen se le atribuye una personalidad y unas características específicas que la distinguen de las demás, y que la hacen única dentro del panteón popular y pagano de vírgenes, santos y divinidades nativas.
Pasa lo mismo con nuestro San Roque. La devoción a San Roque es universal y hay fiestas a todo lo largo y ancho de nuestro planeta. En este sentido, nuestro San Roque no es especial. A pesar de eso no creo que nadie me pueda discutir que NUESTRO San Roque es particular. No me refiero solo a que su fiesta es diferente, sino que el mismo San Roque de Tarija tiene una personalidad que hace que la gente de pueblo lo venga a buscar a él específicamente.
Para los que lo conocen de cerca, saben que no es lo mismo el santo nuevo que el santo viejo, el que se prestaron para las procesiones de la pandemia y el que construyeron afuera de la iglesia. Representan lo mismo, pero no son lo mismo y no atraen el mismo tipo de devoción. Yo considero esto un hecho cultural digno de registro y de análisis detallado.
Yo digo que San Roque, NUESTRO San Roque, termina siendo patrono de la ciencia y la investigación en Tarija. Cuando publiqué mi primer libro (de San Roque), lo hice sin ningún tipo de apoyo oficial y en ausencia total de plata. Pero salió y fue un éxito total. Ahora soy conocido como la editorial académica más importante del sur de Bolivia; he publicado una enorme cantidad de investigaciones sociales de calidad, tanto mías como ajenas, y tengo el orgullo de contar con hasta cinco doctores en historia, economía, derecho y antropología entre mis autores. Ustedes no me van a dejar mentir: La Pluma del Escribano hace años que está marcando el paso en Tarija, en Bolivia y –un poco más humildemente– en Latinoamérica.
Un ejemplo de esto último (del alcance internacional de mis libros) es el hecho de que mi investigación del origen prehispánico de los chunchos y de su naturaleza como hecho social y fenómeno cultural panandino ha sido asumida y está siendo trabajada por académicos bolivianos, chilenos y peruanos. Puedes encontrar mis libros en las bibliotecas académicas más grandes del mundo (gracias a las gestiones de la Biblioteca Nacional de Bolivia, primero, y luego de la Biblioteca del Inca en Cochabamba. Gracias chicos) y las versiones digitales de mis libros están siendo leídas a todo lo largo y ancho del planeta. Ahora bien, cuando miro atrás me doy cuenta de que todo esto no hubiera sido posible sin la presencia de San Roque.
Ese primer libro de San Roque fue el que parió los libros que vinieron detrás, y mis libros de San Roque siguen financiando la publicación de nuevo material académico local. Es innegable el impacto económico de San Roque sobre la ciencia y la investigación en Tarija. Pero no solo en el aspecto material, sino también en el mundo de las ideas: San Roque (o más exactamente: la investigación de San Roque) ha engendrado las ideas más avanzadas en cuanto a la ciencia social de Tarija, como ser los procesos de inclusión y exclusión, las lógicas cíclicas del conflicto, las estrategias rituales de la performatividad, la construcción local e ideal de la historia, etc. Y no solo eso: la investigación de San Roque me ha contactado con redes académicas a todo lo largo de los Andes. Gracias a eso ahora Tarija está abierta y madura para una nueva época de hacer ciencia. Hay más investigadores potenciales interesados en convertirse en investigadores profesionales que en toda la historia de Tarija. Las condiciones objetivas para que Tarija se convierta en una ciudad científica están dadas.
Si lo piensas bien, resulta que el devoto de San Roque, hombres y mujeres de a pie, son los mayores consumidores de ciencia en Tarija. Leen más libros por cápita y están pendientes de los desarrollos científicos locales. Hay veces en las que me siento especialmente orgulloso sabiendo de que hay mucha gente en Tarija que están aprendiendo a amar la lectura con mis libros, y que he logrado generar una expectativa permanente. “¿Cuál es tu último libro?” me preguntan siempre cuando me ven en la calle y la feria vendiendo mi producción literaria. Creo que al final les estoy dejando más libros de los que pueden leer. Y por todo eso, creo yo, San Roque se merece una vela.