Seis meses de gestión de Unidos
La estrategia de Montes y Lea Plaza se impone en Tarija
Las dos cabezas visibles de Unidos han logrado romper algunas de las ataduras más relevantes del Gobierno Departamental como la Ley del 8%, la presión por el 45%, el Prosol o la canasta alimentaria. Prevén “represalias” del MAS



Las dos cabezas pensantes – y prácticamente visibles – de Unidos se habían guardado para fin de año un golpe de mano de esos de manual de político experimentado, que al final es lo que ambos vinieron reivindicando desde las elecciones. Mauricio Lea Plaza y Óscar Montes, tanto monta, tumbaron de raíz la Ley del 8 por ciento cambiando de orden los recursos de poder y dejando desarmados a los alcaldes.
El problema de la Ley era evidente. Una cosa es que el Estatuto contemple la posibilidad de conveniar proyectos concurrentes con los municipios, y otra que los alcaldes puedan definir cuando, cómo y para qué quieren tomar los recursos departamentales, a razón del 1% de lo presupuestado en regalías, para hacer obras en cada municipio. El débito automático autorizado al Ministerio de Economía, que en el pasado no dudó en aplicar a simple llamado de “uno de los suyos”, suponía otro golpe doloso a la precaria autonomía departamental.
La Ley se aprobó con una bancada de 16 curules del MAS, más dos satélites aliados en el Chaco y tres indígenas, mientras que el Gobernador de entonces apenas tenía una bancada de nueve que tardó seis meses en quebrarse. La mayoría sólida construida por Lea Plaza en el hemiciclo para esta gestión, sumando los tres curules indígenas y manteniendo relaciones cordiales con los dos asambleístas de Todos, que son políticos de largo aliento como Francisco Rosas, le daba la opción de voltearla, y así fue.
Unidos esperó hasta el último día de la última semana más o menos hábil en política y zas. Abrogación de una y aprobación de otro texto con el mismo objetivo pero sutiles diferencias: ni rastro del débito automático, delimitación clara de la fórmula de cálculo y multiplicación de actores disponibles para ejecutar los fondos, empezando por los subgobernadores.
Los alcaldes tuvieron que empezar bloqueos el fin de semana para ver como el lunes todo se materializaba. Navidad se acercaba y la medida no iba a tener incidencia… Al final lograron que Montes se siente a negociar una modificación, pero de momento, el escenario es completamente distinto.
Estrategia habitual
No es la primera vez que se despliega la estrategia, aunque sí la vez con más claros resultados. La estrategia de tensionar al máximo también se ha empleado con el Chaco para definir los alcances de la Ley del 45% y otras reivindicaciones posibles. Montes en persona asumió el desgaste de confrontar con la Región Autónoma del Chaco en favor del resto de alcaldes, y fue Montes el que defendió una conciliación en la que al Chaco le salía a pagar. Tanto que eliminaron el punto de sus reivindicaciones. También fue Montes el que aceptó “dialogar” con el Chaco en campo neutral y con la mediación del Gobierno dándole un estatus de igual a igual a la autonomía regional.
Por el momento el asunto ha pasado a un segundo plano, pero no se ha cerrado salvo en lo que respecta a que el Chaco debe asumir con su IDH – se entiende del 45% - los pagos de las normas nacionales que así los establezcan, como la Renta Dignidad.
Otras dos negociaciones sectoriales también se han llevado al límite, y casi milagrosamente no se han quebrado: una es la del Prosol, que ha tenido a las comunidades en guardia hasta que se garantizó una especie de “perdonazo” para que todas vuelvan a gozar del programa.
La otra es la de la canasta del adulto mayor, que ha pasado de ser una mensual, a un programa discontinuo y a acabar prácticamente con una única entrega al año. Hay amenaza de purga general, así que de momento también hay un armisticio que se puede retomar en cualquier momento.
De momento Montes ha ganado tiempo en casi todos los frentes demandantes de recursos que, también de momento, el departamento no tiene. La cuestión es si Unidos tendrá la solvencia para mantener los pulsos hasta el final de la legislatura. De momento, le sobra fuerza.
El MAS “huye” de su tarea de oposición
Una de las buenas noticias para Unidos es que el MAS Tarija sigue envenenado en su interna que enfrenta al bloque de Álvaro Ruíz y Carlos Acosta con otro que conforman viejos líderes más ideologizados, como Pilar Lizárraga o Eulalio Sánchez. En esas, la tarea de oposición es inexistente.
Ahora, en Unidos sí prevén que la respuesta del MAS venga desde el Ministerio Público. No en vano, el exfiscal Departamental Wilson Tito renunció alegando presiones políticas para encausar autoridades y asumió Sandra Gutiérrez.