Especialistas sugieren aplicar la modalidad semipresencial
Depresión, obesidad y déficit visual, las secuelas de las clases virtuales
Padres de familia temen que se den contagios de coronavirus si los menores retornan a las aulas. Sin embargo, la presencia de niños en ferias, parques y centros de recreación es masiva



Diagnóstico de sobrepeso y obesidad, depresión, diabetes y déficit visual en los niños y adolescentes, son algunos de las secuelas que se advierten en Tarija por las actividades virtuales, sobre todo en educación y otras áreas, que se aplican desde hace más de un año a causa de la pandemia del Covid-19. Además, las restricciones y reducidas actividades permitidas para ese sector de la población también influyen en el comportamiento social.
Si bien, el Ministerio de Educación instruyó el retorno gradual a la modalidad semipresencial desde septiembre, para lo cual las alcaldías deben garantizar un retorno seguro a las aulas implementando medidas de bioseguridad en coordinación con los padres de familia y profesores, en Cercado- Tarija, aún no se define cuándo se podrá aplicar esa medida.
Nils Casson Rodríguez, jefe de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), da cuenta que este año el diagnóstico de niños con diabetes, obesidad y depresión aumentó, mientras que en la Sala Covid de Pediatría solo se tuvo tres ingresos, de los cuales, uno solo fue por complicaciones de Covid, los otros dos presentaban otras patologías, pero también eran Covid positivo y no tuvieron complicaciones.
“Definitivamente en esta época de pandemia los niños se han visto aislados y son los que han sido más afectados por el cierre de las escuelas. Ya prácticamente se han abierto todas las actividades menos las escuelas”, refiere. Al indicar que al momento no hay ningún motivo, desde el punto de vista científico ni social, para que no se retorne a las aulas.
Para el médico, el hecho de no estar en clases presenciales, produce más daño y mayores secuelas que las que puede producir el Covid en los niños, pues se ha visto que, en el tema de salud, la enfermedad no les afecta de forma grave y tampoco son los “súper contagiadores” como se pensaba en un principio. Y en lo social, también se viene desarrollando actividades donde están presentes los niños.
“Hay un aumento en las tasas de lesiones oculares o déficit visual por el uso de las pantallas. Hemos visto también más casos de maltrato infantil, que muchas veces no son denunciados porque los niños no salen del entorno de los hogares. En cambio, antes la escuela era uno se los lugares donde se detectaba el maltrato infantil”, comenta.
Para el especialista, desde el punto de vista pediátrico, todas esas cosas llevan a pensar que es necesario el retorno de los niños a las escuelas, pero se debe contar con las condiciones, dialogar con los padres y profesores. Aunque observa que, pese al tiempo que pasó, no se han tomado las previsiones.
Recordó que la salud es un tema que no abarca solo el tema sanitario como tal, sino que se debe tomar en cuenta el bienestar físico-social y que garantice el acceso a los diferentes servicios de la población.
Comportamiento social
Para Nils Puerta, presidente del Colegio de Psicólogos de Tarija, la escuela es uno de los sitios donde los niños establecen los primeros vínculos, más allá de la familia y es donde asimilan una serie de experiencias que comienzan a formarnos como individuos. Además, es el lugar donde también desarrollan proceso de socialización, por tanto, es primordial que cuenten con esos espacios.
“Las horas de clases y recreo permiten desarrollar destrezas motoras, que también favorecen la capacidad cognitiva y el razonamiento lógico de los niños, ayudan a aprender habilidades sociales y tipo moral, también el vínculo porque a través del juego se aprende a confiar en otras personas, es decir, es un elemento indispensable esto de estar en un espacio de interacción, donde interactuamos, conocemos amigos, exteriorizamos los sentimientos y frustraciones”.
En ese marco, Puerta sugiere que se considere volver a clases semipresenciales, puesto que las clases en el colegio involucran todo un bagaje de posibilidades para que los niños y adolescentes puedan insertarse en la sociedad y ubicarse como un ser que aprecia, valora, siente, piensa y se manifiesta.
Sin embargo, también hace notar que en todo este tiempo ya se desarrolló cierto hábito en los niños y jóvenes a las actividades virtuales. En unos casos de manera disciplinada y otros muy caótica, conflictiva e incluso deteriorada, porque no se sabe si han aprendido o no, por tanto, se debe buscar un equilibrio para la enseñanza.
“El problema de la pandemia nos ha marcado y cambiado el ritmo, pero eso no quiere decir que dejemos de lado estas habilidades sociales, esta posibilidad del abrazo, del afecto, de la simpatía, bondad, la amabilidad, de estos valores que son indispensables en el ser humano”.
Padres temen contagios en escuelas
Para los padres de familia la salud es primero, si bien en la ciudad ya se desarrollan actividades deportivas y de recreación, retornar a las aulas de manera presencial o semipresencial genera temor, ya que los contagios de Covid-19 en la ciudad aún son elevados, a lo que se suma la falta de condiciones en las unidades educativas, desde servicios básicos e infraestructura que aún no fueron atendidas.
Weimar Ribera, representante de los padres de familia de los colegios privados, refirió que sostuvo una reunión con la Asociación de Colegios Privados, donde se hizo conocer que la posibilidad de volver a clases presenciales sería la próxima gestión, pues se reconoce que la educación virtual no tiene el mismo nivel que la presencial.