Arrancó el ciclo de “Diálogos para el cambio, hacia la Tarija post gas”
Conversatorio sobre felicidad apunta a cambiar paradigmas
El evento virtual, que forma parte de los diálogos por el cambio, tuvo como orador principal a Gustavo Castellanos, estudioso de la felicidad. El conversatorio es organizado por el Movimiento Tarija Dialoga



“Hace 2.500 años atrás venimos discutiendo sobre la felicidad, pero hoy no tenemos una definición aceptada. Existen diferentes miradas, Platón, Aristóteles, Epicuro, Séneca, Schopenhauer hablaron de ella. Kant planteo que, ante la dificultad e imposibilidad de definir la felicidad, su búsqueda es innecesaria. Sin embargo, creemos que es necesario continuar estudiándola e intentando trabajar algunas comprensiones”.
Con esas palabras, Gustavo Castellanos, quien posee una especialidad en neuro felicidad, inició el viernes 25 de junio el conversatorio virtual sobre Felicidad, Bienestar y Desarrollo, que dio inicio al ciclo de “Diálogos para el cambio, hacia la Tarija post gas”, que organiza el Movimiento Tarija Dialoga. El evento contó con 97 participantes.
¿Qué es la felicidad?
Según Castellanos, mientras que desde el budismo se plantea que la verdadera felicidad radica en la anulación de los deseos y placeres, hoy vivimos en una era obsesionada por buscar la felicidad, asociada a los deseos y placeres; la época de la “Happycracia”, de la “Felicidadmanía”, de una industria de la felicidad, que ha desplegado un intenso bombardeo con el mensaje de cómo ser felices. “La idea de felicidad de hoy parece más propia de un anuncio comercial de tv”.
Ante ese torbellino discursivo se hace absolutamente necesario trabajar el concepto de felicidad, porque en general confundimos la felicidad como sucedáneos de la felicidad, como instantes de placer y éxito. “La verdadera felicidad viene de dentro. Vivir conectados al ser. La felicidad no tiene que ver con estar contentos.”
Castellanos explica que la felicidad no es lo mismo que la alegría, ni el placer. La felicidad es un estado de ánimo, la alegría una emoción y el placer un sentimiento. “Es un estado de ánimo estable caracterizado por sensaciones y sentimientos autopercibidos de satisfacción con la propia vida y de bienestar existencial, más allá de las inevitables experiencias dolorosas o placenteras que implica el vivir”.
Entre los atributos de las personas felices se encuentra la capacidad resiliente, poner foco en el presente y la ausencia de egocentrismo. Mientras que entre los enemigos de la felicidad aparecen la extrema pobreza y la extrema riqueza. “La exclusión y la falta de oportunidades impiden la felicidad. Hay que lograr un equilibrio, como las sociedades nórdicas”, recalca Castellanos.
La adicción también es un enemigo de la felicidad y ahí “el smartphone es el más sutil y grandioso generador de dopamina”.
La felicidad, un asunto colectivo
En el conversatorio se planteó que la configuración de las actuales sociedades no facilita la felicidad. El paradigma hegemónico es individualista, excluyente y enemigo de nuestro entorno natural.
Jenny Martínez sostuvo que “hay una urgencia de cambiar este paradigma, asumir el paradigma del cuidado para Tarija, que se piensa en diferentes dimensiones, desde la individual, el cuidado mutuo, colectivo, del ambiente, de los otros. Desde ahí debemos imaginarnos políticas públicas.”
Javier Orellana expresó que “buscamos ser felices individualmente, pero vamos a ser más felices si construimos juntos la felicidad”.
Joel Vera, otro de los participantes manifestó que el entorno tiene mucho que ver con la construcción de la felicidad, “¿estamos construyendo una felicidad colectiva o una felicidad individual egoísta?
Por su parte, Javier Márquez dijo que “la felicidad no se puede vender ni comprar en ningún lugar”, tenemos que buscarla colectivamente”. Mientras que Alba van der Valk señaló que “si bien la felicidad es un estado de ánimo, un estado mental, espiritual, está lejos de ser una construcción individualista”.
Ana Arzabe aseguró que la felicidad tiene una estrecha relación con la educación, un proceso que contribuye a construir el bienestar y este genera paz, una condición imprescindible. Jorge Ruiz, indicó que “la sociedad actual privilegia la competencia, con valores como la eficacia y efectividad, con pocos victoriosos y millones de perdedores”. Tanto a nivel individual como colectivo se requiere de la educación para cambiar esto.
Mariel Sánchez planteó articular la felicidad con las energías, el auto conocimiento y el ambiente. Carlos Rico, en la misma sintonía, manifestó que el fluir es vital para la energía, “el flujo de las energías es importantísimo”.