La Gobernación presenta sus cuentas
Montes cifra en Bs 3.198 MM la deuda de la Gobernación
La deuda con instituciones crediticias y fideicomisos públicos, que contempla proyectos concurrentes y de las subgobernaciones, se eleva a 845 millones. Analistas advierten que hay conceptos “inflados” o incorrectos
Oscar Montes puso cifra al apocalipsis. 3.198 millones de bolivianos de una deuda “flotante” en el conjunto de la Gobernación cuyos conceptos han sido observados y requieren de un mayor detalle – detalle que el secretario de Economía, Erik Montaño, comprometió ofrecer en los próximos días - pero que sirven para retrotraer la actualidad política departamental hasta 2015, el año en el que quebró el precio del barril de petróleo y la palabra crisis se apoderó del discurso de la Gobernación de Tarija y su relación con el Gobierno Nacional.
El entonces gobernador Adrián Oliva hablaba de una deuda de inversión pública comprometida de unos 8.000 millones de bolivianos entre obras contratadas por las subgobernaciones y obras impulsadas por convenio entre la Gobernación y el Gobierno Nacional. El informe de Oscar Montes va un poco más allá e incluye en el concepto de deuda flotante las transferencias de Ley y algunos aspectos del funcionamiento de las secretarías y las subgobernaciones, que están contemplados en presupuesto, aunque ciertamente es posible que en la parte de ingresos no se cumpla.
La tendencia
El informe presentado por el Gobernador muestra la radiografía de un periodo autonómico con mucha voluntad y poca eficiencia. Desde 2007, solo dos años ha habido superávit, es decir, mayores ingresos que gastos comprometidos, algo que ha aumentado la brecha sustancialmente.
La curva de ingresos muestra cómo se ha perdido terreno desde 2015, con la caída del precio del crudo, pero también la reducción de la producción en los campos tarijeños y la venta en los mercados tradicionales de Brasil y Argentina. La serie empieza en 2007 con ingresos por 1.685 millones de bolivianos y gastos por 1.939, y empieza un crecimiento desaforado de ambos conceptos sobre todo a partir de 2010, año con superávit en el que se ingresaron 1.791 millones de bolivianos y se gastaron 1.670. En 2011, ya con la administración interina de Lino Condori, el ingreso pasa a 2.209 millones de bolivianos y el gasto a 2.039, siendo de nuevo positivo, el último.
A partir de 2012, con el auge del precio del gas en el contexto internacional, y la nueva metodología de gestión de Condori, apoyado en las subgobernaciones para licitar por doquier, los ingresos son de 1.862 millones de bolivianos y los gastos son de 2.925. En 2014 se bate un récord con ingresos por 2.312 millones de bolivianos y gastos por 4.286.
Cabe señalar que estos datos son los expuestos por el Gobernador Montes y son diferentes a los que en su momento exhibió Lino Condori, sobre todo en el capítulo de ingresos. En 2013, por ejemplo, el presupuesto efectivo llegó a 5.431.419.788,76 bolivianos de los que se ejecutaron 4.323.574.077 bolivianos según reporte oficial.
El detalle
Óscar Montes identifica seis grandes conceptos que suman los 3.198 millones de bolivianos de deuda.
El más voluminoso hace referencia a la deuda pública contratada a nivel nacional – Fideicomisos del FNDR y bancos privados – o a nivel internacional – con el Banco Interamericano de Desarrollo -. En total suma 845,2 millones de bolivianos que hacen el 26,4 por ciento del total. En estos proyectos se financian diferentes obras tanto de las secretarías como de las subgobernaciones y de los proyectos concurrentes, partidas posteriormente también contabilizadas, por lo que está pendiente el detalle de cada una.
El analista Fernando Romero recuerda que no es una deuda inminente, sino que está programada a 10 o 15 años, por lo que en el presupuesto inminente habría que contemplar su parte proporcional. En cualquier caso, la voluntad del Gobernador es negociar con el Gobierno Nacional una refinanciación de los mismos.
El segundo gran grupo ocupa el 22,4 por ciento de la deuda y suma 715 millones de bolivianos comprometidos en obras de las subgobernaciones. O´Connor con 310 y Bermejo con 189 son los municipios con más proyectos pendientes de pagar. Cabe señalar que también O´Connor y Bermejo son quienes más espacio han utilizado en los fideicomisos y créditos.
El tercer gran grupo, con un 17% del total, hace referencia a las deudas contraídas por las secretarías departamentales, donde destaca Obras Públicas – contrapartes de hospitales, Villa Olímpica, etc. – y los procesos contenciosos perdidos por la Gobernación y que se deben cancelar – los que básicamente hacen referencia a resoluciones de contrato que se tuvieron que abordar en su momento pero que fueron declaradas improcedentes -.
El cuarto suma 250 millones de bolivianos, el 7,8%, y hace referencia a las transferencias ordinarias anuales por programas aplicados – como el Prosol o el Fopedt, que en realidad es un Fondo fiduciario – o para la gestión de instituciones como el Museo Paleontológico, la Casa de la Cultura, además de la Renta Dignidad y otros compromisos de Ley que están asignados en el Presupuesto ordinario anual.
El quinto, con 456 millones de bolivianos de deuda, hace referencia a Setar y Emtagas. Varios analistas han señalado que es incorrecto contabilizar estos conceptos como deudas puesto que son empresas con sus propios mecanismos para la financiación, y que igual que deuda, tienen acreedores y cuentas por cobrar.
El sexto suma 198 millones y hace referencia a los proyectos concurrentes con los municipios, una obligación dispuesta en el Estatuto y materializado en la famosa Ley del 8 por ciento. Algunos proyectos están contemplados en los fideicomisos, algunos municipios no tienen proyectos pendientes luego de que fueran cancelados los convenios firmados como “represalia” por haber abusado de los débitos automáticos en la pasada gestión.