Ministerio de Justicia solo recibió cinco denuncias formales en 2020
Acoso sexual, un delito de silencio y sin testigos en Tarija
Leonela, como muchas mujeres en Tarija, fue chantajeada por su exnovio. Si ella no accedía a mantener de nuevo una relación, él le contaría a sus padres que ya no era virgen. Sin embargo, tuvo la valentía de demandarlo y ya el proceso se acerca a una sentencia



Leonela (nombre ficticio) así como otras jóvenes y en pleno derecho decidió terminar una relación que ya no era sana, ella como miles de mujeres vivió la experiencia de ser acosada sexualmente por quien decía amarla, como si no pudiera ser libre, como si estuviese prohibida de decir “no”.
Las calles de Tarija, los encuentros de amigas, los “after” de fiestas, los pasillos de las universidades, las oficinas cerradas, las paredes de la iglesia, son testigos de un delito que se comete en silencio, pero que se bandea a gritos. Todos han escuchado rumores, conocen una o dos historias, pero esto no representa ninguna garantía de que lo sucedido será tratado en un estrado judicial.
El Código Penal Boliviano define el acoso sexual como :“La persona que valiéndose de una posición jerárquica o poder de cualquier índole hostigue, persiga, exija, apremie, amenace con producirle un daño o perjuicio cualquiera, condicione la obtención de un beneficio u obligue por cualquier medio a otra persona a mantener una relación o realizar actos o tener comportamientos de contenido sexual que de otra forma no serian consentidos, para su beneficio o de una tercera persona, será sancionada con privación de libertad de cuatro (4) a ocho (8) años”.
La responsable de la jefatura del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), Carina Flores, señala que esta figura de violencia sexual es difusa y técnica, por lo cual, la explica como los actos de hostigamiento, donde una persona valiéndose de amenazas exige a otra mantener una relación sexual o de pareja. Entre el agresor y la víctima deberá existir una relación jerárquica o de poder.
Es por ello que este tipo de violencia se encuentra con frecuencia en el ámbito educativo profesor- alumna, en el ámbito laboral jefe-trabajadora y puede estar presente en cualquier situación donde se relacione una mujer y un hombre, pues el ejercicio de poder de un sexo sobre el otro se encuentra arraigado a la cotidianidad en la que se vive por el machismo, donde el hombre cree tener poder sobre el cuerpo de una mujer, explica Flores.
Leonela tuvo que aguantar por mucho tiempo que su exnovio desde perfiles falsos la amenazara. Le contaría a sus padres que ella ya no era virgen y como el cherry de la torta difundiría un video íntimo que ella jamás había consentido grabar.
Desde el 2019 hasta el 2021 el SLIM registró solo una denuncia por acoso sexual en Tarija, este tipo de violencia es invisibilizado
El acoso sexual fue introducido como un delito con pena privativa de libertad en la Ley 348 el año 2013. Pero, según las estadísticas es un delito “invisibilizado”, indica Carolina Ortiz, jefa de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia.
Según datos del Ministerio de Justicia hasta el 2017 en toda Bolivia se recibieron 165 denuncias por este delito y en 2020 solo cinco, mientras que en Tarija desde el 2019 a la fecha el SLIM solo registró un caso que hasta ahora no tiene sentencia.
Es violencia en razón genero porque causa vulnerabilidad en la mujer que lo sufre, “solo le llamaba, solo le amenzaba, pero no le ha hecho daño”, es lo que comúnmente se escucha, pues en este tipo de violencia sexual no hay tocamientos a los genitales, tampoco besos (si las hubiera sería un delito de abuso sexual), de modo que el agresor no deja una marca visible en el cuerpo de la víctima, pero esto no significa que las propuestas, humillaciones y amenazas no dañen su integridad psicológica.
Aunque parezca un tabú, Leonela a sus 21 años tenía miedo de que sus padres se enteraran de que ya había iniciado su vida sexual, incluso creía que la echarían de su casa. Por ello, su agresor se aprovechaba del miedo para chantajearla por Messenger y por WhatsApp, pues creía que usando esas aplicaciones no dejaría rastro del delito que cometía.
Un informe psicológico puede determinar si una mujer fue víctima de acoso sexual, una pericia social puede establecer la vulnerabilidad en la que ésta se encontraba cuando sucedió, la sola declaración con resguardo de identidad en una Cámara Gessel representa una prueba más para que el acoso sexual tenga cárcel. Incluso, los mensajes intercambiados por redes sociales pueden ser desencriptados para conocer la verdad de los hechos.
Sería faltar a la verdad, si se dijera que en Bolivia los jueces ya han aprehendido a juzgar los hechos de violencia con enfoque de género, con celeridad; o por ejemplo afirmar que se aumentó el presupuesto para justicia, que este año es menor al 1 por ciento. La Ley 348 aplaudida en toda Latinoamérica, no cuenta con una parte operativa, “no tiene pies para andar”.
Sin embargo, existen instituciones más pequeñas que promueven las denuncias, que prestan asesoría jurídica y psicológica de forma gratuita a las víctimas de violencia (SLIM, Defensoría del Niño, Niña y Adolescente).
En Tarija se espera con expectativa una de las primeras sentencias por acoso sexual, y así como una amiga denunció que Leonela era víctima, también colectivos de mujeres se unen hoy para impulsar que el acoso sexual dentro de las universidades de Tarija pare y sea penado.
Crean página en Facebook de “Confesionario de la UAJMS”
Luego de que el lunes saliera a la luz el primer testimonio de Tarija en la página “Confesionario UCB”, se incrementaron las denuncias de acoso sexual, pero además incluyeron hechos relacionados con fiestas, eventos y también con la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, llegando incluso ahora a crearse la página “Confesionario UAJMS”.
El rector de la UAJMS, Gonzalo Gandarillas, indicó a El País que es un tema que preocupa también en la universidad estatal, por lo que se alista un sistema denominado “El Defensor Universitario”. Se trata de una plataforma donde los estudiantes podrán denunciar este tipo de hechos, como cualquier otra agresión, tanto de docentes o alumnos.
Empoderarme, una app que ayuda a prevenir la violencia
Empoderarme es una aplicación que se encuentra en Play Store, fue desarrollada por el SLIM Tarija y la Fundación Fautapo y tiene como objetivo principal ser un mecanismo de prevención y de pronto auxilio para las personas que sufren violencia de cualquier tipo.
Contiene un botón de auxilio que puede ser utilizado por hombres y mujeres sin límite de edad cuando se encuentren en peligro, además de especificar todas las leyes, convenios y tratados que Bolivia ha ratificado para hacer frente a la violencia.
De igual forma, en Empoderarme se encuentra juegos como el Machistómetro y Violentómetro, que permiten medir ciertas actitudes de hombres y mujeres respecto a la violencia y a la educación patriarcal.