Crónica política de la jornada
Rumbo al 7M: Ruiz y su filiación masista
El candidato del MAS necesita mostrarse como la mejor elección para el “gobierno amigo” sin parecer un aspirante a Prefecto designado



En el MAS han tocado a rebato. Álvaro Ruíz empezó tarde y mal, peleado con la mitad de su propio partido por una nominación que le costó muelas. Después quiso cobrar venganza con los díscolos (Meyer, Lizárraga, Herrera, etc.) y eso se paga en forma de desapasionamiento generalizado, porque una cosa es eso del “somos familia”, y otra cosa es ser puros enamorados.
La cuestión es que, a falta de pasiones internas, Ruíz ha convocado a los poderes nacionales para mover las fichas. También a Evo Morales que se anunció que llega hoy mismo para acabar de mover las filas de lo nacional-popular.
A Luis Arce Álvaro Ruíz le pide otra cosa: que recuerde que a Tarija le irá mejor con un Gobierno del MAS que con cualquier otro. Hacerlo no es difícil, pero se recomiendan unas buenas dosis de prudencia mayores a las que se vienen empleando. Decir que llegarán vacunas y que llegarán mejor con un “gobernador con el que se pueda coordinar” es muy poco sutil para la empresa y lo que acaba generando son anticuerpos entre esa deseada clase media que el MAS corteja desde que Carlos Cabrera les dejó en las puertas del triunfo en 2010.
Arce participó de un acto X en el Chaco. Concretamente en la entrega del enlosetado vial en el Barrio Gremial de Yacuiba, es decir, uno de esos con docenas y docenas de votos dispuestos a escuchar. Allí se escucharon promesas. Adivinen. Correcto: la doble vía Yacuiba – Villa Montes y la petroquímica de polipropileno. También aprovechó para deslizar que para que haya vacunas hace falta gobernador “que coordine”, que es como decir que haya gobernador de su partido, pero decirlo sería seguramente ilegal. Al final las redes son las que sacan las conclusiones.
A Ruíz le salen las cuentas si resiste su 30% en Cercado, su 50% en el Chaco y su 55% en el resto de provincias, pero nada le garantiza que eso vaya a pasar. El voto popular del ensanche de Cercado, ese que va de la Circunvalación al infinito, es clave. Evo Morales llega hoy a tratar de cerrar filas precisamente en esos sectores. El voto de los que quieren un Gobernador y no un delegado también es clave. Ruiz necesita gestos que sumen, y, sobre todo, gestos que no resten. Y lo de la caravana ya tal…