Crónica política de la jornada
Rumbo al 7M: De jefes, socios y aliados secretos
El candidato del MAS a la Gobernación busca confrontar con Montes para recordar a sus bases que no es el mismo que “coqueteaba” con Evo y preparar la “batalla final” con Oliva, si Ferrufino lo permite



Óscar Montes se puso a hablar de “jefes” en el MAS y Álvaro Ruiz, el candidato oficial del partido, le respondió que sabía bien cómo funcionaba por haber sido “socio fundamental durante 14 años” del Gobierno de Evo Morales. Así arranca oficialmente la campaña una vez conformados los candidatos de los tres frentes “principales” y que promete ser larga y dura.
Los estrategas saben que la cena de Navidad puede resultar clave y es imprescindible llegar bien posicionado a esas fechas, ser tema de conversación en la sobremesa, mejor si es para bien, arranca simpatías y para ello, vale lo que sea.
Para entonces todavía no se conocerán las listas oficiales, porque se amplió el plazo hasta el 28 de diciembre, pero ya empiezan a circular listas por las mesas de la redacción, al menos de alcaldes, aunque el secreto mejor guardado sigue siendo el del nombre del Vicegobernador/a que acompañará en cada caso.
Estrategias confrontadas
La estrategia de Ruiz es precisa y la tiene bien estudiada. Sus estrategas señalan que el enemigo final es Adrián Oliva, pero que el cuerpo a cuerpo inicial debe ser con Montes precisamente para dejar claro que “este Montes no es el mismo Montes que jugaba con Evo Morales”. La relevación de datos históricos demuestra que UNIR siempre tuvo un tirón importante entre los sectores populares que en las nacionales votaba a Morales y en las locales a Montes, y su manejo del territorio es excelente.
El desafío de Ruíz es evidenciar que Montes ya no es popular sino “pitita”, y la alianza con Mario Cossío le ayuda en posicionar ese discurso. El otro es mostrar que no fue el “buen alcalde” que ciertos sectores recuerdan – no hay agua, no hay transporte público, no hay ordenamiento, no hay tratamiento de aguas servidas, etc., - pero eso haría que otros le recuerden a Ruíz su propia gestión en Uriondo, que adolece más o menos de lo mismo.
Aun así, su mayor desafío es cohesionar el partido para que la campaña sea de fondo. Los partidarios de Walter Ferrufino no se han quedado tranquilos y tal como está el MAS, extraña que no haya habido una proclamación alternativa. Sin subgobernadores y descartado para alcalde, para Ferrufino es su última bala. Conociendo su temperamento, cualquiera podría inferir que existe la opción de que corra con otro partido antes que aceptar ser Vicegobernador, un binomio que no garantizaría noches plácidas al ejecutivo.
En el círculo de Montes la estrategia era clara: experiencia en la gestión y avasallamiento territorial, pero la alianza con Camino al Cambio está tergiversando la narrativa de la moderación y la cooperación con el Gobierno de Luis Arce, pues se trata del ala más radical. Lo mismo sucede con algunos fichajes en el Chaco, como el candidato a la alcaldía de Yacuiba Juan Carlos Castillo.
La crisis pasa factura y miles de ciudadanos están dispuestos a ceder sus fachadas para pintar murales o colgar banderas. El efecto suele ser positivo, aunque también contradictorio. De momento, en eso, ganan por goleada.
El que se está guardando es el Gobernador Adrián Oliva, que en realidad está centrado en redondear su gestión porque es la base de su campaña: pedir otro periodo para continuar por el camino iniciado con relativo éxito.
La crisis se posicionó con éxito al inicio de la gestión, cuando docenas de obras faraónicas heredadas de la gestión de Mario Cossío y Lino Condori quedaron entrampadas en la falta de liquidez. Finalmente, Oliva, con todo en contra – Gobierno, Asamblea, alcaldes, ejecutivos, sectores sociales, etc. – logró llevar adelante un puñado de proyectos – Villa Olímpica, ruta al Chaco, Hospitales, etc., - y, sobre todo, sobrevivir en política sin tener que migrar, ni renunciar, ni siquiera enfrentar demasiados juicios. Sus estrategas se preguntan de qué experiencia habla Montes, Torres y Cossío… Sin embargo, alguna alianza de riesgo, como la de Wilman Cardozo en el Chaco y algunos documentos de doble filo, como aquella confrontación directa con Luis Arce por el tema de los fideicomisos, le puede jugar malas pasadas.
Después de la inscripción el 28 de diciembre, la campaña entrará en otra fase catatónica hasta después de Carnaval, donde los partidos se jugarán el sprint final. Hasta entonces, queda mucha tela por cortar.
elDATO
Inscripción
El TSE amplió el plazo para inscribir candidatos a todos los cargos hasta el 28 de diciembre