Religiosidad con identidad
La devota de Tarija y el día en que eligió a San Roque
Según el historiador Edwin Rivera Miranda, don Francisco de Toledo, que ordenó la fundación de Tarija, dispuso que llevaría el nombre de San Bernardo, por ser este Santo, “hidalgo abogado que encarna la pureza de las fantasías religiosas”



Los tarijeños desde antaño siempre fueron muy devotos de sus santos y querendones de sus tradiciones, de esta manera fueron construyendo sus iglesias, sus tradiciones y esa inigualable fe que poseen.
Sobre la devoción del chapaco el escritor René Aguilera Fierro dice que Tarija es un departamento muy “sui generis” en ese aspecto de la identidad religiosa. Añade que el hombre chapaco y la chapaca si bien son alegres y extrovertidos, también son sumamente respetuosos de la religión.
Aguilera Fierro añade que toda Cochabamba se mueve por su festividad religiosa, con baile y alcohol, en cambio resalta que en Tarija, por ejemplo en Chaguaya no ocurre aquello debido a que éste es un acto de fe y devoción y es el único lugar donde la gente se hace pisar con la Virgen. “Es el único lugar en Sudamérica o tal vez en el mundo que sucede eso, no se conoce otro lugar en el que se haga ese tipo de ritual, por lo menos los sacerdotes que han regentado Chaguaya o los obispos no conocían que existía otra tradición similar”, explica.
Cuenta que en el año 1984 los primeros desplazados que llegaron a Tarija con motivo del Decreto 21060 trajeron sus propios rituales y costumbres. El 85 quisieron instaurar en Chaguaya bailes que ejercitaban y que los daban a conocer públicamente.
En esa época estaba de concejal René Aguilera Fierro y Edmundo Ávila, quienes escucharon aquello y por la trayectoria que poseían de “defender las tradiciones chapacas”, se opusieron tenazmente a que se practique este tipo de expresión cultural.
De esa manera, y para evitar confrontaciones se prohibió el intento. “Había mucha gente que nos seguía y otra que apoyaba. Fue un movimiento bastante fuerte que evitó que aquello sucediera”, explica Aguilera Fierro. Fue así que nunca más se intentó poner en práctica esa clase de expresiones de danza en Chaguaya y hasta ahora se mantiene prácticamente la parte esencial del ritual tarijeño.
Pero no sólo el espíritu de devoción religiosa se refleja en torno a Chaguaya o a los santos sino también respecto a sus templos. Más de 23 iglesias sostienen la fe del tarijeño y están ubicadas en todos los pueblos grandes y pequeños que hay en el departamento.
El primero de ellos, fundado en 1578, apenas cuatro años después de la ciudad, es la Capilla de La Loma de San Juan. Le sigue la Basílica de San Francisco de Asís estrenada en 1645. La Catedral San Bernardo, más conocida como Iglesia Catedral, es el tercer monumento religioso de la ciudad, fundada en 1690 y más alejada en el tiempo está la Parroquia San Roque, concluida en 1900.
Pero, ¿cuántos templos tiene Tarija? un trabajo realizado en 2016 por los estudiantes de la promoción de la Unidad Educativa Hermann Gneimer, bajo la dirección de su profesor Eduardo Omar Zelaya, da cuenta de esto.
Sin contar las capillas privadas que existen en diversos hogares de tarija, se pueden contar aproximadamente 23 edificaciones religiosas católicas, entre una docena de capillas, nueve parroquias, una basílica y la catedral.
Don Francisco Chávez era el más agudo pensador del Cabildo y el más ingenioso rimador de las frases. De esta manera, vino San Roque a ser el elegido
La disposición de las mismas muestra un desplazamiento histórico y estilístico desde el casco viejo de la ciudad hacia la periferia. Por ejemplo, recién en la República las construcciones empiezan a alejarse del centro a través de las primeras capillas, como la del Colegio Santa Ana, fundado en 1903. Casi de la misma época es la capilla de la Casa Dorada, estrenada en 1905 como oratorio privado de la familia Navajas.
La construcción del hospital San Juan de Dios en 1935, le dio a Tarija dos capillas más. Del mismo tenor es la Capilla Tercera Orden Franciscana, creada en 1949, comprendiendo como parte de su complejo al colegio del mismo nombre.
De San Bernardo a San Roque
Según el historiador Edwin Rivera Miranda, don Francisco de Toledo, que ordenó la fundación de Tarija, dispuso que llevaría el nombre de San Bernardo, por ser este Santo, “hidalgo abogado que encarna la pureza de las fantasías religiosas”.
Más los pobladores, al decir de los oidores de la Audiencia de Charcas, no podían estar dentro de esas finalidades debiendo tener su “Santo” que los protegiese de los ataques de los salvajes. Así cuentan que designaron a tal finalidad a don Francisco de Chávez la elección del “Patrono” que debía ser el reflejo de sus afectos y alegrías y médico de sus dolencias.
Don Francisco Chávez era el más agudo pensador del Cabildo y el más ingenioso rimador de las frases. De esta manera, vino San Roque a ser el Santo del Cabildo, a cuyo nombre se elevaban al Señor, las oraciones para que extermine las pestes y los males de los pobladores, en esos tiempos la lepra.
Se dispuso los festejos en la forma más resonante. Los indígenas del partido de Canasmoro trajeron sus “cañas”, que entonan la música lúgubre del dolor y que toca las fibras del recuerdo. Los de la Vitoria y Erquis, trajeron la “caja” y el “erque”, que evocan días de claro vivir, cuando los “Orejones” abatían a los chiriguanos, y los “Chunchos” y los “Diablos” venían a engalanar los festejos.