Crónica de unas jornadas de reflexión demasiado largas
Amigos, viajes y reuniones en el tedioso “silencio electoral”
Los candidatos no piden el voto, pero tratan de dar “señales de vida” en las redes sociales, sobre todo para despejar los rumores desatados en la campaña de guerra sucia que se mantiene muy activa



Las calles callan, pero las redes hablan. El silencio electoral en Bolivia es un mecanismo un tanto obsoleto, sobre todo por lo extenso. Estrictamente suponen 72 horas en las que los candidatos no pueden pedir el voto antes de la jornada de votación, pero se generaliza tanto que parece que nadie pueda hablar de política más y todas las miradas se centren en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y su dispositivo de seguridad para la fecha clave, así como en las famosas misiones de observación internacional.
Este 2020 Bolivia vota sin un Gobierno candidato, aunque eso no supone que no juegue un rol activo en la elección aun cuando Jeanine Áñez se bajó de la candidatura. Desde el Ministerio de Gobierno, por ejemplo, se multiplican las informaciones filtradas sobre denuncias y hechos que castigan al Movimiento Al Socialismo (MAS) con Arturo Murillo como vocero “estrella”. Otras informaciones, sin embargo, vienen a alimentar la incertidumbre, como la renuncia en bloque de los cuatro directores del Banco Central de Bolivia en protesta por la elección del ex diplomático Agustín Saavedra como Presidente de la entidad en un momento tan delicado; o el truculento cese del Director de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), Ramiro Rivas, que aseguró que “Murillo sabe lo que sé sobre él” según recoge La Razón.
La presidenta Áñez optó por venir a Tarija dos días, que no deja de ser una forma de quitarse del medio refugiada en un departamento periférico y con poco en juego. Aun así, vivió un momento colorado en Uriondo cuando el alcalde y presidente de la FAM, Álvaro Ruiz, afeó el acto de firma de un convenio sin permitir su participación.
Candidatos
Los candidatos, mientras tanto, bajan el perfil, pero no dejan de aparecer. Luis Fernando Camacho, de Creemos, se esfuerza por dar señales de vida en las redes sociales con actos cotidianos, mostrando perros, hijos y amigos. La presión sobre su agrupación por los teóricos del “voto útil” es grande y solo en dos días de silencio electoral han corrido docenas de bulos sobre su participación en los comicios.
Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana y a priori el depositario del llamado “voto útil”, que lo coloca segundo en todas las encuestas, es mucho menos dado a mostrar su vida personal, así que optó por difundir una foto junto a su jefe de campaña en Ricardo Paz en una reunión con Alexandre Andreatta, Director Ejecutivo del Observatorio de la Democracia del Parlamento del MERCOSUR (Parlasur) y jefe del equipo de Observación Electoral.
Luis Arce, candidato del MAS, se guardó el jueves después de los “excesos” del cierre del miércoles en El Alto y ayer se mostró también en reuniones con delegados de las Misiones de Observación, en concreto con la del Centro Carter y con la delegación de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina.
Chi Hyun Chung, candidato del FPV, se guardó completamente en redes sociales, incluida Tik Tok donde el miércoles promocionó un curso de defensa personal. Su equipo de campaña indica que se dedicó a asuntos espirituales y familiares, muy propios de su línea estratégica. Tampoco hubo mayores noticias de Feliciano Mamani y Pan Bol, en línea de lo que ha sido su participación en los comicios.
Los “periféricos”
Otros líderes sí decidieron hablar más que de costumbre. Samuel Doria Medina, por ejemplo, dejó la prudencia a un lado y dejó escrito en su red social “Pido conservar la calma y no acaparar gasolina o alimentos. En estas elecciones no está Evo para hacer fraude. Habrá segunda vuelta y resolveremos nuestras diferencias con democracia” provocando una catarata de reacciones recordando sus traspiés políticos y dudosa visión.
Doria Medina hacía referencia a una especie de psicosis que se ha desatado en La Paz y Santa Cruz ante la posibilidad de que no se reconozcan los resultados electorales y se enquiste aún más el conflicto. Otros líderes le afearon la amplificación de ese punto que no es generalizado.
El núcleo duro del MAS, encabezado por Evo Morales, optó también por un silencio muy calculado, mientras que el entorno de Camacho mantuvo abierta la guerra sobre su legítima potestad de participar en las elecciones.
Sin duda que Bolivia vive una de las jornadas electorales más extrañas de su historia, con demasiados rumores alrededor de la elección y demasiadas apelaciones a la violencia y al fraude. Y eso que todo el mundo pide ir a votar en paz.
Llamamientos a rebajar la tensión no surten efecto
Todas las misiones internacionales y entidades como la Iglesia Católica o las Naciones Unidas han pedido a todos los frentes rebajar la tensión preelectoral y garantizar una jornada de votación limpia y sin presiones, sin embargo, desde el Ministerio de Gobierno se volvió a insistir en que “están listos para el uso de armas”.
“En caso de que exista cualquier activación, de cualquier grupo irregular que quiera romper el orden público, vamos a actuar, vamos a actuar de acuerdo a ley. En caso de que estas personas no logren replegarse, en disuasión vamos a usar agentes químicos, en caso de que ellos utilicen armas, nosotros también estamos listos para el uso de armas”, afirmó el viceministro de Régimen Interior, Javier Issa.
En esas circunstancias, los comercios y surtidores de medio país se encuentran colapsados.