Es importante saber llevar la situación
Los niños post pandemia, ¿qué hacer para reducir las secuelas?
Aseguran los expertos que los niños post pandemia experimentarán secuelas que calarán en su forma de ser. En este marco los psicólogos dan su mejor esfuerzo para orientar a los padres



Ya hemos superado los cuatro meses de pandemia y aunque la cuarentena de alguna manera se ha flexibilizado, no lo ha hecho para los niños. Los efectos ya han calado en su forma de ser. Travesuras en exceso, desesperación, llantos y sueños de hacer algo y no poder cumplirlo, son experiencias que vivimos los padres a diario.
A ello se suman las “idas y venidas” en la educación formal y las clases de apoyo que en estas últimas semanas se han multiplicado. La concentración de muchos pequeños ha disminuido frente a los ordenadores y las preguntas se han multiplicado.
Aseguran los expertos que los niños post pandemia experimentarán secuelas que calarán en su forma de ser. En este marco, los psicólogos dan su mejor esfuerzo para orientar a los padres y reducir este efecto.
El País ha analizado esta situación y ha conversado sobre el tema. De acuerdo a la psicóloga Luciana Gutiérrez es importante no mostrarse desbordados ni preocupados ante un niño, pues la seguridad de los padres es lo más importante que el menor posee.
A esto añade la importancia de aplicar disciplina positiva sin perder la paciencia. Desde la fundación Healthy Children apuntan que “es posible que los niños pequeños no tengan palabras para describir lo que sienten. Es más probable que se porten mal para exteriorizar su estrés, su ansiedad o su miedo a través de la conducta. Es posible que los niños mayores y los adolescentes estén particularmente irascibles ya que echan de menos el tiempo con sus amigos y se han cancelado los eventos especiales”.
Gutiérrez y la Fundación coinciden en algunas maneras en las que se puede ayudar a los niños a manejar sus emociones y conductas:
Redirija la mala conducta. Algunos niños se portan mal porque están aburridos o no saben hacer otra cosa. Búsqueles otra cosa para hacer
Juego creativo. Sugiera a sus hijos que hagan dibujos de las formas en las que se está cuidando su familia. Hagan un montaje y cuélguenlo para recordarlo a todo el mundo. O construyan un fuerte o castillo dentro de la casa para mantener alejados a los gérmenes, guardando adentro a los animales de peluche o juguetes favoritos.
Dirija su atención. La atención, para reforzar buenas conductas y desestimular otras, es una herramienta poderosa. Note el buen comportamiento y destáquelo, elogiando el éxito y los buenos intentos. Explicar claramente las expectativas, en particular a los niños más grandes, puede ayudar en este aspecto.
Castigo Las nalgadas, los golpes y demás formas de castigo físico o “corporal” suponen un riesgo y no son eficaces
Emplee recompensas y privilegios para reforzar las buenas conductas (terminar las tareas de la escuela o las tareas de la casa, llevarse bien con los hermanos, etc.) que normalmente no daría en épocas menos estresantes.
Sepa cuándo no responder. Siempre y cuando su hijo no esté haciendo nada peligroso y llame la atención por cosas positivas, ignorar la mala conducta puede ser una forma eficaz para que deje de hacerlo.
Use las pausas obligadas. Esta herramienta de disciplina funciona mejor al advertir a los niños que, si no dejan de hacer lo que están haciendo, tendrán que hacer una pausa obligada. Recuérdeles lo que hicieron mal en muy pocas palabras y con la más mínima emoción que le sea posible. Luego, apártelos de la situación durante un período previamente dispuesto (1 minuto por año de edad es una buena guía de referencia).
Evite el castigo físico. Las nalgadas, los golpes y demás formas de castigo físico o “corporal” suponen un riesgo de lesión y no son eficaces. El castigo físico puede aumentar la agresividad de los niños a la larga, no les enseña a comportarse bien ni a practicar el autocontrol e incluso puede interferir con el desarrollo normal del cerebro. El castigo corporal puede quitarle al niño la habilidad de sentirse seguro y protegido en casa, que es algo muy necesario en este momento.
Estructure el día. Con el cambio en las rutinas habituales, establezca horarios diarios nuevos. Divida en partes el trabajo escolar cuando sea posible. Los niños mayores y los adolescentes pueden ayudar con los horarios, pero deben seguir un orden general, por ejemplo:
Rutinas para levantarse, vestirse, desayunar y jugar activamente un rato en la mañana, seguidas de juegos más tranquilos y un bocadillo para la transición a la hora del trabajo escolar.
Almuerzo, tareas de la casa, ejercicio, algo de tiempo de socialización en línea con amigos y luego tareas escolares en la tarde.
Hora familiar y lectura antes de dormir.
El cuidado de los niños
La pandemia de Covid-19 avanza en el departamento, por lo que es fundamental no olvidar el cuidado de nuestros niños y de nosotros mismos como padres. Debemos seguir los protocolos de bioseguridad, distanciamiento y limpieza, pero también hacer que nuestros hijos cumplan con todo ello.