Algunas están en fuego cruzado, entre la pandemia y el incendio en Otuquis
ONG adecuan su trabajo a la crisis por la pandemia
Para continuar con sus labores de apoyo a las poblaciones que atienden tuvieron que modificar sus programas de acuerdo a la situación de emergencia que se vive



Por la pandemia del coronavirus que obligó a establecer una cuarentena desde hace cuatro meses en el país, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) tuvieron que adecuar su trabajo porque su labor se desarrolla con poblaciones de alto riesgo de contagio, pero ninguna de ellas paró, simplemente modificaron sus formas de abordaje con las poblaciones a las cuales colaboran.
Experiencias
La responsable del Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (Ecam), Peki Rubín de Celis, apuntó que se debe velar por la seguridad de las personas por lo que tomaron todas las medidas de bioseguridad en el trabajo, con todos su personal y que las oficinas continúen en funcionamiento.
Se organizaron en dos grupos que asisten una vez por semana para responder a cuestiones administrativas y el resto de los días establecen contacto virtual; por otra parte, mantienen contacto con sus poblaciones meta, adiestrarlas en el uso de la tecnología, redes sociales y la manera de trabajar a través de estos medios.
“Trabajamos con poblaciones carentes y con necesidades económicas – dijo -, por lo que coordinamos con instituciones públicas para asistir a las mujeres solas, jefas de hogar que no reciben asistencia familiar y a las que están en situación de violencia, se llega a ellas de manera periódica con un apoyo en víveres y medidas de bioseguridad”.
Por su parte, la directora de la ONG Mujeres en Acción, Magalí Vargas, explicó que trabajan de manera directa con la población y en este tiempo de pandemia es complicado reunirlas para capacitaciones, procesos de reflexión y análisis de coyuntura con las organizaciones, por lo que optaron por trabajar de manera virtual.
La oficina cerró, los talleres y capacitaciones se suspendieron, pero continúan trabajando para responder a las necesidades de los grupos sociales que ahora quedaron sin trabajo, sin ingresos económicos como son los trabajadores por cuenta propia. “Logramos financiamientos para ellos y les otorgamos un par de canastas familiares, estamos pendientes para apoyarlos en alimentación”, agregó.
A su turno, el director del Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), Guido Cortez, contó que en su equipo dos personas dieron positivo a las pruebas de Covid-19, por lo que tuvieron que cerrar la institución, se interrumpieron los talleres de capacitaciones y suspendieron las actividades que reunían grupos numerosos de personas.
También suspendieron las incursiones a las comunidades del Chaco, tienen problemas para reanudar sus actividades porque tuvieron que despedir a algún personal y no pueden trabajar, pero les fue posible entregar semillas y herramientas a las familias que participaron en el proyecto de huertos familiares, además de elementos de bioseguridad.
En cuanto al área jurídica, continúan con las labores de prevención y atención legal, se mantienen los servicios de apoyo jurídico a mujeres y menores de edad que sufren de cualquier tipo de violencia.
Producción de miel en tiempo de cuarentena
El director de la ONG Naturaleza, Tierra y Vida ( Nativa), Iván Arnold, contó que a causa de la cuarentena provocada por el Covid-19 tuvieron que readecuar varios proyectos que tenían en marcha, pero pudieron entregar equipo de bioseguridad a una de las áreas donde tienen mayor presencia, Tariquía.
“Por suerte – sostuvo - en el tema apícola, Tariquía tuvo una producción interesante de 30 toneladas de miel, antes solo llegaba a 15, esta temporada que pasó cosecharon esa cantidad, son 150 mil dólares que por suerte apoyarán a las familias de la zona, este dinero se repartirá entre esas comunidades, lo que ayuda en este grave momento”.
Reiteró que fue una excelente campaña de cosecha y se siente orgulloso de haber sido parte del esfuerzo de esas comunidades para que haya una mejora en la situación de las familias de Tariquía en un momento tan difícil.
“La pandemia vino sin previo aviso y por disposiciones gubernamentales tuvimos que cerrar la oficina para evitar el contagio de la pandemia – explicó -, nos agarró sin preparación anticipada, de un día para otro tuvimos que parar, realizamos nuestra programación desde principios de año, pero a causa de la enfermedad la asistencia a las comunidades se tuvieron que reformular”.
Agregó que algunos proyectos continúan en su ejecución, por ejemplo los que se implementan en la región del Chaco, un grupo de cinco personas colaboran en el tratamiento de tierras, además que tienen otro grupo que colabora en el incendio de Otuquis en Santa Cruz.