Crecida de cinco ríos de Tarija mantiene en alerta a autoridades
La probabilidad de que continúen las precipitaciones pluviales fuertes es alta a lo largo de la semana, lo que dará lugar a crecidas bruscas en ríos como San Juan del Oro, Pilaya, Tumusla, Bermejo o el Tarija y no se descarta que se emitan los correspondientes avisos de alerta meteorológica e...



La probabilidad de que continúen las precipitaciones pluviales fuertes es alta a lo largo de la semana, lo que dará lugar a crecidas bruscas en ríos como San Juan del Oro, Pilaya, Tumusla, Bermejo o el Tarija y no se descarta que se emitan los correspondientes avisos de alerta meteorológica e hidrológica para la región.
El responsable del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Víctor Carrillo, contó que durante el fin de semana que pasó se presentaron lluvias fuertes en el departamento, especialmente en las provincia Arce y O’Connor lo que provocó niveles altos en el río San Telmo y generó daños en la infraestructura de las carreteras.
Por otra parte, hubo derrumbes en la ruta a Bermejo debido a la crecida del río y en la cuenca del Pilcomayo el caudal subió hasta los dos metros con 47 centímetros.
Riesgos
“Son niveles que son un riesgo por los cambios bruscos del caudal de los ríos que podrían dar lugar a accidentes, por ejemplo en el río San Juan del Oro el domingo se tenía un metro 48 centímetros y el lunes amaneció con dos metros 10 centímetros. Sin embargo, aún se encuentran dentro de los niveles de seguridad y no se prevé desbordes”, adelantó.
En la misma línea, el director de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Ember Montellanos, apuntó que se tuvo fuertes lluvias en la cuenca alta de los ríos, esto hizo que las partes bajas del Pilcomayo y Bermejo se hayan dado amenazas de inundaciones y desbordes, mientras que la cuenca del San Juan del Oro aún se encuentra dentro de los límites de seguridad.
A pesar de que este fin de semana la zona estuvo bajo alerta naranja, no hubo desbordes de los ríos, en cuanto al río Bermejo, aunque no se tiene el monitoreo de las estaciones meteorológicas, se cuenta con un sistema de alerta de los niveles de crecida que se recibe cada seis horas, día a día, y de esta manera se conoce el comportamiento de esos caudales.
Reiteró que los niveles se encuentran dentro de los márgenes de seguridad y en la actualidad están en descenso; sin embargo, se debe esperar los pronósticos del Senamhi para ver si se declararán emergencia amarilla o naranja dependiendo de la intensidad de las lluvias en las partes altas, lo que incrementa los niveles de los ríos en las cuencas medias y bajas.
“Estamos articulados con el sistema de alerta temprana, con el sistema escalonado de los niveles de los ríos, si tenemos un pronóstico de lluvia en las cuencas altas del Pilcomayo, si esto se materializa, entonces se pasa a la etapa de las alertas porque sus subidas son reales y de esta manera permite tomar las previsiones del caso y poder articular con las comunidades para que no sufran sus efectos”, sostuvo.
No hubo reportes de desbordes y anegamientos
El responsable de Gestión de Riesgos del Gobierno Municipal, Boris Fernández, sostuvo que si bien en la provincia Cercado se terminó con una alerta de prioridad naranja que ocasionó que el sábado y domingo se presenten precipitaciones pluviales, no hubo reportes sobre el desborde de los ríos y quebradas.
Aseguró que realizan de manera constante el monitoreo de las cuencas hidrográficas, especialmente de los principales cauces y donde existe más recurrencia de inundaciones como son las que se encuentran en la subcentral de Lazareto, empezando por los ríos Sola, San Andrés, Guerrahuayco y Pinos, los cuales tuvieron un incremento en sus niveles pero que no generaron desbordes u ocasionaron daños.
Recordó que los riesgos en las zonas van cambiando en función a la temporada. Desde la anterior gestión los problemas se generaron en Lazareto, desde Pinos Sud hasta la parte de Turumayo, pero reiteró que los más conflictivos son la quebrada de San Andrés y la que se encuentra en la comunidad de Guerrahuayco.
Estas corrientes amenazaron con ingresar a las viviendas, sin embargo al no ser crecidas extraordinarias, estas no generaron peligro. Fernández atribuyó estos efectos porque el sector agrícola fue ganando terrenos a las quebradas, erosionando sus bordes y provocando las inundaciones.
En cuanto a la ciudad, para evitar anegamientos en las calles, pidió a los vecinos realizar la limpieza de sus bocatormentas, además que mucha gente no conoce donde se encuentran sus desagües, lo cual considera importante saberlo para facilitar la limpieza de los mismos para que las aguas circulen por donde corresponde.
“No saber la ubicación de estos desagües hace que se deba utilizar mangas largas que lleguen desde la calle hacia el interior de los domicilios afectados lo cual hace que el trabajo se prolongue y se tarde dos a tres horas para solucionar el problema”, explicó.
El responsable del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Víctor Carrillo, contó que durante el fin de semana que pasó se presentaron lluvias fuertes en el departamento, especialmente en las provincia Arce y O’Connor lo que provocó niveles altos en el río San Telmo y generó daños en la infraestructura de las carreteras.
Por otra parte, hubo derrumbes en la ruta a Bermejo debido a la crecida del río y en la cuenca del Pilcomayo el caudal subió hasta los dos metros con 47 centímetros.
Riesgos
“Son niveles que son un riesgo por los cambios bruscos del caudal de los ríos que podrían dar lugar a accidentes, por ejemplo en el río San Juan del Oro el domingo se tenía un metro 48 centímetros y el lunes amaneció con dos metros 10 centímetros. Sin embargo, aún se encuentran dentro de los niveles de seguridad y no se prevé desbordes”, adelantó.
En la misma línea, el director de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Ember Montellanos, apuntó que se tuvo fuertes lluvias en la cuenca alta de los ríos, esto hizo que las partes bajas del Pilcomayo y Bermejo se hayan dado amenazas de inundaciones y desbordes, mientras que la cuenca del San Juan del Oro aún se encuentra dentro de los límites de seguridad.
A pesar de que este fin de semana la zona estuvo bajo alerta naranja, no hubo desbordes de los ríos, en cuanto al río Bermejo, aunque no se tiene el monitoreo de las estaciones meteorológicas, se cuenta con un sistema de alerta de los niveles de crecida que se recibe cada seis horas, día a día, y de esta manera se conoce el comportamiento de esos caudales.
Reiteró que los niveles se encuentran dentro de los márgenes de seguridad y en la actualidad están en descenso; sin embargo, se debe esperar los pronósticos del Senamhi para ver si se declararán emergencia amarilla o naranja dependiendo de la intensidad de las lluvias en las partes altas, lo que incrementa los niveles de los ríos en las cuencas medias y bajas.
“Estamos articulados con el sistema de alerta temprana, con el sistema escalonado de los niveles de los ríos, si tenemos un pronóstico de lluvia en las cuencas altas del Pilcomayo, si esto se materializa, entonces se pasa a la etapa de las alertas porque sus subidas son reales y de esta manera permite tomar las previsiones del caso y poder articular con las comunidades para que no sufran sus efectos”, sostuvo.
No hubo reportes de desbordes y anegamientos
El responsable de Gestión de Riesgos del Gobierno Municipal, Boris Fernández, sostuvo que si bien en la provincia Cercado se terminó con una alerta de prioridad naranja que ocasionó que el sábado y domingo se presenten precipitaciones pluviales, no hubo reportes sobre el desborde de los ríos y quebradas.
Aseguró que realizan de manera constante el monitoreo de las cuencas hidrográficas, especialmente de los principales cauces y donde existe más recurrencia de inundaciones como son las que se encuentran en la subcentral de Lazareto, empezando por los ríos Sola, San Andrés, Guerrahuayco y Pinos, los cuales tuvieron un incremento en sus niveles pero que no generaron desbordes u ocasionaron daños.
Recordó que los riesgos en las zonas van cambiando en función a la temporada. Desde la anterior gestión los problemas se generaron en Lazareto, desde Pinos Sud hasta la parte de Turumayo, pero reiteró que los más conflictivos son la quebrada de San Andrés y la que se encuentra en la comunidad de Guerrahuayco.
Estas corrientes amenazaron con ingresar a las viviendas, sin embargo al no ser crecidas extraordinarias, estas no generaron peligro. Fernández atribuyó estos efectos porque el sector agrícola fue ganando terrenos a las quebradas, erosionando sus bordes y provocando las inundaciones.
En cuanto a la ciudad, para evitar anegamientos en las calles, pidió a los vecinos realizar la limpieza de sus bocatormentas, además que mucha gente no conoce donde se encuentran sus desagües, lo cual considera importante saberlo para facilitar la limpieza de los mismos para que las aguas circulen por donde corresponde.
“No saber la ubicación de estos desagües hace que se deba utilizar mangas largas que lleguen desde la calle hacia el interior de los domicilios afectados lo cual hace que el trabajo se prolongue y se tarde dos a tres horas para solucionar el problema”, explicó.