Alumnos de Tomatitas viven las consecuencias del olvido
Los estudiantes de la Unidad Educativa de Tomatitas “Ángel Calabi”, perteneciente al municipio de San Lorenzo, de la provincia Méndez, sufren las consecuencias del olvido de las autoridades de esa localidad, a tal punto que los padres de familia tienen que enviar a sus hijos con su propio...



Los estudiantes de la Unidad Educativa de Tomatitas “Ángel Calabi”, perteneciente al municipio de San Lorenzo, de la provincia Méndez, sufren las consecuencias del olvido de las autoridades de esa localidad, a tal punto que los padres de familia tienen que enviar a sus hijos con su propio pupitre. Según un reporte periodístico de la red ATB.
Según normativa, las condiciones de educación como infraestructura, mobiliario, materiales, entre otras cosas, son responsabilidad de los gobiernos municipales. Casualmente, San Lorenzo es el Municipio que más recursos económicos recogió a través de los débitos automáticos, para ser exactos 18,9 millones de bolivianos, aun así, dejó obras inconclusas que corresponden a educación.
En el caso de la infraestructura del colegio de Tomatitas, esta fue puesta en funcionamiento sin haberla concluido hace ocho años, en todo ese periodo tampoco recibió mantenimiento, según testimonio de los maestros y padres de familia de esa localidad. Es así que esa obra fue víctima del deterioro y el olvido de las autoridades municipales. Algunas graderías no cuentan con barandas, eso ocasiona que los niños sufran accidentes en diversas ocasiones.
El director de la Unidad Educativa “Ángel Calabi”, Raúl Anachuri, explica que se vieron obligados a realizar kermeses junto a los padres de familia, para de esa manera comprar los escritorios y sillas para los maestros, toda vez que no tenían dónde trabajar y el Municipio no cumplió con su obligación.
Eso no fue todo, en la actualidad, todo estudiante nuevo debe llevar su propio pupitre, porque de lo contrario no tiene dónde sentarse para pasar clases, según testimonio de los propios alumnos de ese colegio.
Uno de los maestros mostró la pizarra en la que trabaja, una que se cae a pedazos, que, si no fuera por la cinta scotch, no hubiese podido pegar algunos espacios para escribir y explicar su clase.
Una de las canchas de básquet quedó inconclusa. Los maestros comentan que el proyecto debía ser entregado en el plazo de tres meses, pero ya pasó más de un año y medio y quedó solo en empedrado y un tinglado.
Por otro lado, no tienen basureros ni puertas en los baños, además, se redujo el presupuesto al desayuno escolar. Así, los estudiantes tratan de cumplir con su agenda escolar.
Según normativa, las condiciones de educación como infraestructura, mobiliario, materiales, entre otras cosas, son responsabilidad de los gobiernos municipales. Casualmente, San Lorenzo es el Municipio que más recursos económicos recogió a través de los débitos automáticos, para ser exactos 18,9 millones de bolivianos, aun así, dejó obras inconclusas que corresponden a educación.
En el caso de la infraestructura del colegio de Tomatitas, esta fue puesta en funcionamiento sin haberla concluido hace ocho años, en todo ese periodo tampoco recibió mantenimiento, según testimonio de los maestros y padres de familia de esa localidad. Es así que esa obra fue víctima del deterioro y el olvido de las autoridades municipales. Algunas graderías no cuentan con barandas, eso ocasiona que los niños sufran accidentes en diversas ocasiones.
El director de la Unidad Educativa “Ángel Calabi”, Raúl Anachuri, explica que se vieron obligados a realizar kermeses junto a los padres de familia, para de esa manera comprar los escritorios y sillas para los maestros, toda vez que no tenían dónde trabajar y el Municipio no cumplió con su obligación.
Eso no fue todo, en la actualidad, todo estudiante nuevo debe llevar su propio pupitre, porque de lo contrario no tiene dónde sentarse para pasar clases, según testimonio de los propios alumnos de ese colegio.
Uno de los maestros mostró la pizarra en la que trabaja, una que se cae a pedazos, que, si no fuera por la cinta scotch, no hubiese podido pegar algunos espacios para escribir y explicar su clase.
Una de las canchas de básquet quedó inconclusa. Los maestros comentan que el proyecto debía ser entregado en el plazo de tres meses, pero ya pasó más de un año y medio y quedó solo en empedrado y un tinglado.
Por otro lado, no tienen basureros ni puertas en los baños, además, se redujo el presupuesto al desayuno escolar. Así, los estudiantes tratan de cumplir con su agenda escolar.