“De eso no se habla”, la nueva novela de Sampietro
El escritor Franco Sampietro presenta su última obra. Se trata de una novela negra (la primera en Tarija) con una historia central muy truculenta que ocurre en los subsuelos de una ciudad que es un alter ego de Tarija. A la par de sus personajes desesperados -con la lucidez explosiva de los...



El escritor Franco Sampietro presenta su última obra. Se trata de una novela negra (la primera en Tarija) con una historia central muy truculenta que ocurre en los subsuelos de una ciudad que es un alter ego de Tarija.
A la par de sus personajes desesperados -con la lucidez explosiva de los sobrevivientes- que se pasan el tiempo intentando descifrar un sentido a tanta injusticia y maldad impune, hay otro personaje que se devora la novela: la ciudad misma. La historia trata de mostrar la otra cara de la moneda oficial: la ciudad de la que nunca se habla y que tantos padecen.
También, a la par de su aspecto novelístico, es una profunda meditación sobre el sentido de la maldad humana. Delirante, violenta, desmesurada, allí aparecen el hombre como principal enemigo del hombre, la inexistencia de una justicia (humana o divina) y la absoluta imposibilidad de redención. A tal punto, que parece contada por un narrador sádico empecinado en hacernos ver justamente lo que no queremos.
Un personaje de una lucidez enceguecedora nos cuenta una historia espeluznante que ocurre en este pueblo y que por ir a contramano de la visión oficial sobre sí misma, pasa desapercibida. Debido a lo terrible de la misma, el personaje se ve en la disyuntiva de tomar una decisión que lo trastocará y transportará a la orilla opuesta de la vida.
Por otra parte, la narración lineal es interferida todo el tiempo por alegorías, meditaciones y metáforas que anulan la ilusión biográfica e instalan el conjunto de lo narrado en una dimensión mítica. En suma, la novela representa a su modo, oblicuamente, la tragedia de la condición que no ha tocado en suerte. A todos los interesados en la novela pueden adquirirla en el Centro Cultural de Casa Creart.
A la par de sus personajes desesperados -con la lucidez explosiva de los sobrevivientes- que se pasan el tiempo intentando descifrar un sentido a tanta injusticia y maldad impune, hay otro personaje que se devora la novela: la ciudad misma. La historia trata de mostrar la otra cara de la moneda oficial: la ciudad de la que nunca se habla y que tantos padecen.
También, a la par de su aspecto novelístico, es una profunda meditación sobre el sentido de la maldad humana. Delirante, violenta, desmesurada, allí aparecen el hombre como principal enemigo del hombre, la inexistencia de una justicia (humana o divina) y la absoluta imposibilidad de redención. A tal punto, que parece contada por un narrador sádico empecinado en hacernos ver justamente lo que no queremos.
Un personaje de una lucidez enceguecedora nos cuenta una historia espeluznante que ocurre en este pueblo y que por ir a contramano de la visión oficial sobre sí misma, pasa desapercibida. Debido a lo terrible de la misma, el personaje se ve en la disyuntiva de tomar una decisión que lo trastocará y transportará a la orilla opuesta de la vida.
Por otra parte, la narración lineal es interferida todo el tiempo por alegorías, meditaciones y metáforas que anulan la ilusión biográfica e instalan el conjunto de lo narrado en una dimensión mítica. En suma, la novela representa a su modo, oblicuamente, la tragedia de la condición que no ha tocado en suerte. A todos los interesados en la novela pueden adquirirla en el Centro Cultural de Casa Creart.