Tras un mes de espera, Villa Montes ya tiene nefrólogo
Luego de un mes de la inauguración del servicio de hemodiálisis en el municipio de Villa Montes-Tarija, se incorporó un especialista en nefrología, quien se encargará de la diálisis de los pacientes de esa localidad. El 9 de agostos el presidente, Evo Morales, llegó hasta esa ciudad...



Luego de un mes de la inauguración del servicio de hemodiálisis en el municipio de Villa Montes-Tarija, se incorporó un especialista en nefrología, quien se encargará de la diálisis de los pacientes de esa localidad.
El 9 de agostos el presidente, Evo Morales, llegó hasta esa ciudad para inaugurar el servicio en el centro de salud Virgen María, como parte de la implementación del Sistema Único de Salud (SUS).
El 25 de septiembre el nefrólogo, Antonio Chipi Cabrera, con 16 años de experiencia en el área, se reunió con el alcalde de Villa Montes, Omar Peñaranda, para explicar la forma de trabajo que se realizará en el centro de salud. La sala cuenta con el equipamiento necesario para su funcionamiento: las máquinas, la planta de tratamiento de agua y los insumos.
Pasaron dos días de ese encuentro y los pacientes renales comenzaron a recibir sus sesiones de diálisis.
Peñaranda expresó que su población cuenta con atención especializada para su tratamiento, eso significa que los pacientes ya no deben viajar a otros destinos del país para ser atendidos, sino que tienen un centro que reúne las condiciones necesarias para brindar ese servicio.
Hasta el momento de inauguración de ese centro, Villa Montes tenía 32 pacientes con insuficiencia renal crónica. La inversión para la sala de hemodiálisis fue de 1.600.332 bolivianos: cuenta con cuatro máquinas, personal médico, enfermería, medicamentos e insumos complementarios.
El tratamiento médico de hemodiálisis consiste en eliminar artificialmente las sustancias nocivas y tóxicas de la sangre, especialmente las que quedan retenidas a causa de una insuficiencia renal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10 por ciento de la población mundial. Se puede prevenir, pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones, la diálisis y el trasplante de riñón, ya son altamente invasivas y costosas. Muchos países carecen de recursos suficientes para adquirir los equipos necesarios o cubrir estos tratamientos.
El 9 de agostos el presidente, Evo Morales, llegó hasta esa ciudad para inaugurar el servicio en el centro de salud Virgen María, como parte de la implementación del Sistema Único de Salud (SUS).
El 25 de septiembre el nefrólogo, Antonio Chipi Cabrera, con 16 años de experiencia en el área, se reunió con el alcalde de Villa Montes, Omar Peñaranda, para explicar la forma de trabajo que se realizará en el centro de salud. La sala cuenta con el equipamiento necesario para su funcionamiento: las máquinas, la planta de tratamiento de agua y los insumos.
Pasaron dos días de ese encuentro y los pacientes renales comenzaron a recibir sus sesiones de diálisis.
Peñaranda expresó que su población cuenta con atención especializada para su tratamiento, eso significa que los pacientes ya no deben viajar a otros destinos del país para ser atendidos, sino que tienen un centro que reúne las condiciones necesarias para brindar ese servicio.
Hasta el momento de inauguración de ese centro, Villa Montes tenía 32 pacientes con insuficiencia renal crónica. La inversión para la sala de hemodiálisis fue de 1.600.332 bolivianos: cuenta con cuatro máquinas, personal médico, enfermería, medicamentos e insumos complementarios.
El tratamiento médico de hemodiálisis consiste en eliminar artificialmente las sustancias nocivas y tóxicas de la sangre, especialmente las que quedan retenidas a causa de una insuficiencia renal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10 por ciento de la población mundial. Se puede prevenir, pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones, la diálisis y el trasplante de riñón, ya son altamente invasivas y costosas. Muchos países carecen de recursos suficientes para adquirir los equipos necesarios o cubrir estos tratamientos.