Distrito 7, donde más casos de violencia se registran
Las instituciones llamadas por ley para luchar contra la violencia intrafamiliar y hacia la mujer localizaron que el Distrito 7 en Cercado es, desde hace mucho tiempo, la zona donde más agresiones se denuncian, mientras que a nivel departamental se tiene a Yacuiba, Bermejo, Padcaya, San Lorenzo...
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Las instituciones llamadas por ley para luchar contra la violencia intrafamiliar y hacia la mujer localizaron que el Distrito 7 en Cercado es, desde hace mucho tiempo, la zona donde más agresiones se denuncian, mientras que a nivel departamental se tiene a Yacuiba, Bermejo, Padcaya, San Lorenzo y El Puente.
Cifras
De acuerdo a información brindada por el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Iván Cordero Núñez, en lo que va del año la entidad recibió 1.876 denuncias en las 15 unidades desconcentradas que tiene en el departamento.
El de mayor incidencia es por agresiones intrafamiliares o domésticas que llega a 1.530 casos, luego se encuentran las denuncias por violación que llegan a 94 hechos, 86 de abuso sexual y 48 de violación a niño, niña y adolescentes.
A nivel local, la mayor parte de las denuncias provienen del Distrito 7 en la zona norte de la ciudad, que es jurisdicción de la Estación Policial Integral (EPI) Los Chapacos y posteriormente de la EPI de Senac. A nivel departamental la mayor parte de los casos reportados provienen de Yacuiba.
“Todos debemos sensibilizarnos con las víctimas de violencia –expresó- y debemos ser parte y no apáticos, por lo menos denunciar, hacerlo conocer a la Policía, al SLIM, a la Defensoría, no podemos permitir más un hecho de violencia contra las mujeres y los niños”.
A su vez, la directora de Género y Generacional de la Gobernación, Patricia Lima Cortez, sostuvo que a través del sistema de monitoreo se identificó al Distrito 7 como el que más denuncias de violencia genera, especialmente del barrio Los Chapacos y las zonas aledañas, y a nivel departamental de los municipios de Yacuiba, Bermejo, Padcaya, San Lorenzo y El Puente.
Esas zonas están priorizadas en cuanto al tema de la atención y prevención, sus estaciones policiales fueron reforzadas con más personal y capacitación. Apuntó que al momento se ejecuta el plan de alerta y se busca implementar el programa quinquenal para concentrar sus esfuerzos en este tema el 2020.
Entretanto, la responsable de Unidad del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), Karina Flores, coincidió en que el Distrito 7 es el que genera más denuncias de violencia, recordó que el último feminicidio sucedió en esta zona por lo que plantearon una estrategia “fuerte” de prevención y buscan comprometer el concurso de las juntas vecinales, los padres de familia y la sociedad en su conjunto.
“Se han ampliado y fortalecido los programas de atención –explicó- en especial los servicios y los espacios de terapia para las víctimas, con la finalidad de evitar la violencia; sin embargo, la problemática trasciende los estratos sociales, situación económica, lugar y la edad, la entidad cuenta con una unidad especializada en prevención y trabaja durante todo el año a través de la cultura de paz”.
EL APUNTE
Una zona con
desventajas y
discriminación
Para la directora del Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (Ecam), Peky Rubín de Celis, las zonas en las que se genera violencia son aquellas que son discriminadas y excluidas de los presupuestos y planificaciones, y eso tiene que ver con la voluntad política de las autoridades.
Hace muchos años, recordó, en Tarija se fueron creando nuevos asentamientos en el cordón de la ciudad y que ahora son barrios, sus pobladores lucharon para conseguir sus documentos e ingresar en la legalidad, entrar en el POA, tener seguridad ciudadana, servicios básicos y todo lo que se necesita para tener un mínimo de calidad de vida. Además se han caracterizado por albergar personas migrantes que llegan del campo y del sur del país como Chuquisaca y Potosí.
La entidad históricamente trabajó con los distritos 6, 7 y 8, cuyos vecinos pelearon contra la exclusión y la marginación social, después tuvieron que trabajar por sus derechos como barrios y ya desde esa época el Ministerio Público calificaba estos lugares como “zonas rojas” por la presencia de delitos y violencia.
“No hemos superado esta mirada discriminatoria en cuanto a presupuestos para la inclusión social y tampoco se toman decisiones políticas para que en esto barrios se supere esa situación de abandono, lo que da lugar a que sea caldo de cultivo para todo tipo de delitos. Se ha avanzado, están las dos estaciones policiales de Los Chapacos y Lourdes, pero no es suficiente, el avance es muy lento”, afirmó.
Cifras
De acuerdo a información brindada por el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Iván Cordero Núñez, en lo que va del año la entidad recibió 1.876 denuncias en las 15 unidades desconcentradas que tiene en el departamento.
El de mayor incidencia es por agresiones intrafamiliares o domésticas que llega a 1.530 casos, luego se encuentran las denuncias por violación que llegan a 94 hechos, 86 de abuso sexual y 48 de violación a niño, niña y adolescentes.
A nivel local, la mayor parte de las denuncias provienen del Distrito 7 en la zona norte de la ciudad, que es jurisdicción de la Estación Policial Integral (EPI) Los Chapacos y posteriormente de la EPI de Senac. A nivel departamental la mayor parte de los casos reportados provienen de Yacuiba.
“Todos debemos sensibilizarnos con las víctimas de violencia –expresó- y debemos ser parte y no apáticos, por lo menos denunciar, hacerlo conocer a la Policía, al SLIM, a la Defensoría, no podemos permitir más un hecho de violencia contra las mujeres y los niños”.
A su vez, la directora de Género y Generacional de la Gobernación, Patricia Lima Cortez, sostuvo que a través del sistema de monitoreo se identificó al Distrito 7 como el que más denuncias de violencia genera, especialmente del barrio Los Chapacos y las zonas aledañas, y a nivel departamental de los municipios de Yacuiba, Bermejo, Padcaya, San Lorenzo y El Puente.
Esas zonas están priorizadas en cuanto al tema de la atención y prevención, sus estaciones policiales fueron reforzadas con más personal y capacitación. Apuntó que al momento se ejecuta el plan de alerta y se busca implementar el programa quinquenal para concentrar sus esfuerzos en este tema el 2020.
Entretanto, la responsable de Unidad del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), Karina Flores, coincidió en que el Distrito 7 es el que genera más denuncias de violencia, recordó que el último feminicidio sucedió en esta zona por lo que plantearon una estrategia “fuerte” de prevención y buscan comprometer el concurso de las juntas vecinales, los padres de familia y la sociedad en su conjunto.
“Se han ampliado y fortalecido los programas de atención –explicó- en especial los servicios y los espacios de terapia para las víctimas, con la finalidad de evitar la violencia; sin embargo, la problemática trasciende los estratos sociales, situación económica, lugar y la edad, la entidad cuenta con una unidad especializada en prevención y trabaja durante todo el año a través de la cultura de paz”.
EL APUNTE
Una zona con
desventajas y
discriminación
Para la directora del Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (Ecam), Peky Rubín de Celis, las zonas en las que se genera violencia son aquellas que son discriminadas y excluidas de los presupuestos y planificaciones, y eso tiene que ver con la voluntad política de las autoridades.
Hace muchos años, recordó, en Tarija se fueron creando nuevos asentamientos en el cordón de la ciudad y que ahora son barrios, sus pobladores lucharon para conseguir sus documentos e ingresar en la legalidad, entrar en el POA, tener seguridad ciudadana, servicios básicos y todo lo que se necesita para tener un mínimo de calidad de vida. Además se han caracterizado por albergar personas migrantes que llegan del campo y del sur del país como Chuquisaca y Potosí.
La entidad históricamente trabajó con los distritos 6, 7 y 8, cuyos vecinos pelearon contra la exclusión y la marginación social, después tuvieron que trabajar por sus derechos como barrios y ya desde esa época el Ministerio Público calificaba estos lugares como “zonas rojas” por la presencia de delitos y violencia.
“No hemos superado esta mirada discriminatoria en cuanto a presupuestos para la inclusión social y tampoco se toman decisiones políticas para que en esto barrios se supere esa situación de abandono, lo que da lugar a que sea caldo de cultivo para todo tipo de delitos. Se ha avanzado, están las dos estaciones policiales de Los Chapacos y Lourdes, pero no es suficiente, el avance es muy lento”, afirmó.