La impunidad campea entre las obras de San Lorenzo
Hacer obras con recursos públicos para después dejarlas en el olvido, evidenciar que no cumplan el objetivo por el cual fueron edificadas, o simplemente dejarlas a la mitad, parece haberse vuelto normal y aceptable, o al menos no se identifican culpables y simplemente no pasa nada. El municipio...



Hacer obras con recursos públicos para después dejarlas en el olvido, evidenciar que no cumplan el objetivo por el cual fueron edificadas, o simplemente dejarlas a la mitad, parece haberse vuelto normal y aceptable, o al menos no se identifican culpables y simplemente no pasa nada. El municipio de San Lorenzo en Tarija es un caso vivo de esta situación.
La década del olvido
Para empezar a enumerar algunos ejemplos está el Internado de Sella Méndez, una obra concurrente con la entonces Prefectura del departamento de Tarija, que según la plaqueta, ejecutada entre el 2006 y 2007 en la gestión del alcalde Miguel Ávila Navajas, quien volvió a ser alcalde de San Lorenzo en 2015.
Los habitantes de esa comunidad comentan que la obra nunca fue usada desde su inauguración. El fin era albergar a los estudiantes que llegaban de comunidades alejadas, pero eso no sucedió. Más bien al frente, que significa cruzar el río, en Sella Cercado, se construyó otra obra con el mismo fin.
El País visitó esa infraestructura, evidenció que la edificación se cae a pedazos, vidrios rotos, sin puertas, los mosaicos de piso sobresalidos, las aceras hundidas, las rejillas de las ventanas oxidadas, paredes partidas, la cocina no tiene una de sus lavanderías y la otra está destruida; consecuencia del olvido.
La semana pasada un grupo de obreros realizaba trabajos de refacción, que significa otra inversión más con recursos públicos a aquello que estuvo abandonado por más de una década. Ávila dice que ahora ese espacio físico se convertirá en un centro de salud para la comunidad, por lo cual ya se le dará utilidad a esa infraestructura.
El Mercado que nuca fue Mercado
Por otro lado, en septiembre del 2009 llegó el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, para inaugurar un mercado que lleva su nombre. La obra costó 450 mil dólares, pero no tenía servicios básicos. Sobre este último punto, tuvieron que pasar cinco años para contar con esa instalación, pero hacerla costó 138.462 bolivianos adicionales, según se evidencia en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).
No solo se invirtió en eso, en la gestión 2012, con Juan Carlos Gutiérez como alcalde, se hizo el cierre perimetral con un costo de 460.750,32 bolivianos. Con todos esos recursos invertidos, ese proyecto no entraba en funcionamiento.
Luego de ocho años de su inauguración, Ávila decidió que el Mercado se convierta en la Unidad de Maestranza y trasladar otras oficinas del Municipio. Para ese entonces también se ordenó una refacción del lugar, por los años que estuvo en el olvido y porque un tiempo funcionó como basurero municipal.
Esta situación originó una Petición de Informe Escrito (PIE) por parte del legislativo nacional. El sector campesino pidió en 2017 tener la administración de ese lugar, argumentaban que destinar la infraestructura para oficinas municipales puede tener repercusiones legales, ya que no cumplirá el fin social que motivó su construcción. Pasaron dos años, y el mercado nunca fue un mercado.
La idea de Ávila es desalojar las actuales oficinas que tiene como Alcaldía para que funcione como museo, así trasladarse al Mercado. Por ahora no es posible, porque no tienen recursos económicos para adecuarla como tal.
Circunvalación
Como el mercado lleva el nombre del presidente, el 2009 Morales no dudó en dejar 300 toneladas métricas de cemento asfáltico para pavimentar la avenida Circunvalación. Sin embargo, las autoridades dejaron que ese producto caduque y no tuvo uso. Diez años después, esa vía que no sobrepasa los tres kilómetros, sigue polvorienta. Nadie responde por ello, pero de lo que sí se está seguro, es que ese producto fue adquirido con recursos públicos.
En 2015, cuando Ávila volvió a asumir el cargo de Alcalde, aseguró que iba tomar acciones legales contra su antecesor, Juan Carlos Gutiérrez, porque veía un daño al Estado. Así lo hizo, pero el proceso está estancado en las instancias judiciales, y la autoridad no tiene mucha fe en los operadores de justicia.
El Alcalde recuerda que hace tres años firmó un compromiso con el gobernador de Tarija, Adrián Oliva, para asfaltar esa vía, pero a la fecha no se hizo realidad. Espera que el ejecutivo departamental honre su compromiso con el pueblo de Méndez.
Hospital Segundo nivel
En ese municipio se encaró un hospital de segundo nivel, en la gestión de Juan Carlos Gutiérrez, pero quedó a medio construir, por irregularidades presentadas en el proyecto. Ávila estaba decidido a reorientar la obra, que ya no cumpla esa función, sino más bien se convierta en un albergue, en el sentido que acoja a los familiares de los pacientes que lleguen al Hospital Cardiovascular. Finalmente optó porque sea un colegio para la comunidad de Rancho Norte, que se ejecuta en concurrencia con la Gobernación.
La obra, antes abandonada, presentaba un 30 por ciento de avance físico. Pero como vieron que el proyecto era irregular, rescindieron el contrato a la empresa ejecutora.
En el Sicoes, que muestra adjudicaciones desde el año 2002 de ese municipio, se encontró una única adjudicación de un hospital de segundo nivel en San Lorenzo, por un monto de 7.742.297 bolivianos, con firma de contrato el 10 de diciembre del año 2012 y fecha de recepción definitiva el 28 de febrero del 2013. La empresa adjudicada fue Willstorr SRL.
Sobre este caso, el actual alcalde también dice que iniciaron acciones legales contra su antecesor. Pero al igual que la circunvalación, el proceso se encuentra estancado en las vías judiciales. Al momento no hay sanciones paras los responsables.
Fábrica de vidrios
La fábrica de vidrios se desarrolló el año 1977, ideado por la Corporación de Desarrollo Tarija (Codetar) y entregado bajo la modalidad llave en mano a la empresa Kraisa. Se estipuló contratar obra civil, dotarla de maquinaria y equipo, además de su puesta en marcha por un monto, de ese entonces, 2,2 millones de bolivianos, según datos de la época.
El ejecutivo departamental brindó el terreno de cinco hectáreas, la instalación de energía eléctrica y tanques de combustible, valuados a precios actuales en 800.000 bolivianos.
Se construyó la infraestructura, se compró el horno y se tuvo a punto la línea de producción. Sin embargo, no se contaba con la sopladora, un elemento crucial para la fabricación de botellas. Se hicieron cotizaciones y se constató que una buena máquina costaba medio millón de dólares y tardaba casi un año para traerla de Europa.
Es por eso que se optó por una opción más barata. Técnicos viajaron a la Argentina para buscar una máquina provisional. Comenzó la producción, pero las botellas fueron defectuosas desde el primer momento. Todo ello paralizó el emprendimiento para siempre, que se encuentra hasta en la actualidad abandonado. Nunca se hizo la recepción definitiva de la factoría y se procedió a un juicio a la empresa Kraisa, del cual no se conoce de manera pública nada.
Así el conteo de obras puede continuar, no solo en San Lorenzo, sino en el resto de los municipios del departamento. Obras inconclusas o abandonadas, donde no hay sanciones para los responsables, desde la décadas de los 70 hasta estos días. La impunidad sigue de mano con el poder.
Los datos
La situación de las obras en San Lorenzo
Mercado
En septiembre del 2009 le hicieron llegar al presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, para inaugurar un mercado que lleva su nombre. La obra costó 450 mil dólares, pero no tenía servicios básicos, hacer esa instalación demandó 138.462 bolivianos adicionales. Desde el 2017 funciona como oficinas del Municipio.
Circunvalación
El año 2009 el presidente Evo Morales dejó 300 toneladas métricas de cemento asfáltico para pavimentar la avenida Circunvalación. Sin embargo, dejaron que ese producto caduque y no tuvo uso. Diez años después, esa vía que no sobrepasa los tres kilómetros, se muestra polvorienta. Nadie responde por ello.
Fábrica de Vidrios
La fábrica de vidrios se desarrolló el año 1977. Desde un inicio las botellas fueron defectuosas y se paralizó el emprendimiento para siempre, que se encuentra hasta en la actualidad abandonado. Nunca se hizo la recepción definitiva de la factoría y se procedió a un juicio a la empresa Kraisa, del cual no se conoce de manera pública nada.
La década del olvido
Para empezar a enumerar algunos ejemplos está el Internado de Sella Méndez, una obra concurrente con la entonces Prefectura del departamento de Tarija, que según la plaqueta, ejecutada entre el 2006 y 2007 en la gestión del alcalde Miguel Ávila Navajas, quien volvió a ser alcalde de San Lorenzo en 2015.
Los habitantes de esa comunidad comentan que la obra nunca fue usada desde su inauguración. El fin era albergar a los estudiantes que llegaban de comunidades alejadas, pero eso no sucedió. Más bien al frente, que significa cruzar el río, en Sella Cercado, se construyó otra obra con el mismo fin.
El País visitó esa infraestructura, evidenció que la edificación se cae a pedazos, vidrios rotos, sin puertas, los mosaicos de piso sobresalidos, las aceras hundidas, las rejillas de las ventanas oxidadas, paredes partidas, la cocina no tiene una de sus lavanderías y la otra está destruida; consecuencia del olvido.
La semana pasada un grupo de obreros realizaba trabajos de refacción, que significa otra inversión más con recursos públicos a aquello que estuvo abandonado por más de una década. Ávila dice que ahora ese espacio físico se convertirá en un centro de salud para la comunidad, por lo cual ya se le dará utilidad a esa infraestructura.
El Mercado que nuca fue Mercado
Por otro lado, en septiembre del 2009 llegó el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, para inaugurar un mercado que lleva su nombre. La obra costó 450 mil dólares, pero no tenía servicios básicos. Sobre este último punto, tuvieron que pasar cinco años para contar con esa instalación, pero hacerla costó 138.462 bolivianos adicionales, según se evidencia en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).
No solo se invirtió en eso, en la gestión 2012, con Juan Carlos Gutiérez como alcalde, se hizo el cierre perimetral con un costo de 460.750,32 bolivianos. Con todos esos recursos invertidos, ese proyecto no entraba en funcionamiento.
Luego de ocho años de su inauguración, Ávila decidió que el Mercado se convierta en la Unidad de Maestranza y trasladar otras oficinas del Municipio. Para ese entonces también se ordenó una refacción del lugar, por los años que estuvo en el olvido y porque un tiempo funcionó como basurero municipal.
Esta situación originó una Petición de Informe Escrito (PIE) por parte del legislativo nacional. El sector campesino pidió en 2017 tener la administración de ese lugar, argumentaban que destinar la infraestructura para oficinas municipales puede tener repercusiones legales, ya que no cumplirá el fin social que motivó su construcción. Pasaron dos años, y el mercado nunca fue un mercado.
La idea de Ávila es desalojar las actuales oficinas que tiene como Alcaldía para que funcione como museo, así trasladarse al Mercado. Por ahora no es posible, porque no tienen recursos económicos para adecuarla como tal.
Circunvalación
Como el mercado lleva el nombre del presidente, el 2009 Morales no dudó en dejar 300 toneladas métricas de cemento asfáltico para pavimentar la avenida Circunvalación. Sin embargo, las autoridades dejaron que ese producto caduque y no tuvo uso. Diez años después, esa vía que no sobrepasa los tres kilómetros, sigue polvorienta. Nadie responde por ello, pero de lo que sí se está seguro, es que ese producto fue adquirido con recursos públicos.
En 2015, cuando Ávila volvió a asumir el cargo de Alcalde, aseguró que iba tomar acciones legales contra su antecesor, Juan Carlos Gutiérrez, porque veía un daño al Estado. Así lo hizo, pero el proceso está estancado en las instancias judiciales, y la autoridad no tiene mucha fe en los operadores de justicia.
El Alcalde recuerda que hace tres años firmó un compromiso con el gobernador de Tarija, Adrián Oliva, para asfaltar esa vía, pero a la fecha no se hizo realidad. Espera que el ejecutivo departamental honre su compromiso con el pueblo de Méndez.
Hospital Segundo nivel
En ese municipio se encaró un hospital de segundo nivel, en la gestión de Juan Carlos Gutiérrez, pero quedó a medio construir, por irregularidades presentadas en el proyecto. Ávila estaba decidido a reorientar la obra, que ya no cumpla esa función, sino más bien se convierta en un albergue, en el sentido que acoja a los familiares de los pacientes que lleguen al Hospital Cardiovascular. Finalmente optó porque sea un colegio para la comunidad de Rancho Norte, que se ejecuta en concurrencia con la Gobernación.
La obra, antes abandonada, presentaba un 30 por ciento de avance físico. Pero como vieron que el proyecto era irregular, rescindieron el contrato a la empresa ejecutora.
En el Sicoes, que muestra adjudicaciones desde el año 2002 de ese municipio, se encontró una única adjudicación de un hospital de segundo nivel en San Lorenzo, por un monto de 7.742.297 bolivianos, con firma de contrato el 10 de diciembre del año 2012 y fecha de recepción definitiva el 28 de febrero del 2013. La empresa adjudicada fue Willstorr SRL.
Sobre este caso, el actual alcalde también dice que iniciaron acciones legales contra su antecesor. Pero al igual que la circunvalación, el proceso se encuentra estancado en las vías judiciales. Al momento no hay sanciones paras los responsables.
Fábrica de vidrios
La fábrica de vidrios se desarrolló el año 1977, ideado por la Corporación de Desarrollo Tarija (Codetar) y entregado bajo la modalidad llave en mano a la empresa Kraisa. Se estipuló contratar obra civil, dotarla de maquinaria y equipo, además de su puesta en marcha por un monto, de ese entonces, 2,2 millones de bolivianos, según datos de la época.
El ejecutivo departamental brindó el terreno de cinco hectáreas, la instalación de energía eléctrica y tanques de combustible, valuados a precios actuales en 800.000 bolivianos.
Se construyó la infraestructura, se compró el horno y se tuvo a punto la línea de producción. Sin embargo, no se contaba con la sopladora, un elemento crucial para la fabricación de botellas. Se hicieron cotizaciones y se constató que una buena máquina costaba medio millón de dólares y tardaba casi un año para traerla de Europa.
Es por eso que se optó por una opción más barata. Técnicos viajaron a la Argentina para buscar una máquina provisional. Comenzó la producción, pero las botellas fueron defectuosas desde el primer momento. Todo ello paralizó el emprendimiento para siempre, que se encuentra hasta en la actualidad abandonado. Nunca se hizo la recepción definitiva de la factoría y se procedió a un juicio a la empresa Kraisa, del cual no se conoce de manera pública nada.
Así el conteo de obras puede continuar, no solo en San Lorenzo, sino en el resto de los municipios del departamento. Obras inconclusas o abandonadas, donde no hay sanciones para los responsables, desde la décadas de los 70 hasta estos días. La impunidad sigue de mano con el poder.
Los datos
La situación de las obras en San Lorenzo
Mercado
En septiembre del 2009 le hicieron llegar al presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, para inaugurar un mercado que lleva su nombre. La obra costó 450 mil dólares, pero no tenía servicios básicos, hacer esa instalación demandó 138.462 bolivianos adicionales. Desde el 2017 funciona como oficinas del Municipio.
Circunvalación
El año 2009 el presidente Evo Morales dejó 300 toneladas métricas de cemento asfáltico para pavimentar la avenida Circunvalación. Sin embargo, dejaron que ese producto caduque y no tuvo uso. Diez años después, esa vía que no sobrepasa los tres kilómetros, se muestra polvorienta. Nadie responde por ello.
Fábrica de Vidrios
La fábrica de vidrios se desarrolló el año 1977. Desde un inicio las botellas fueron defectuosas y se paralizó el emprendimiento para siempre, que se encuentra hasta en la actualidad abandonado. Nunca se hizo la recepción definitiva de la factoría y se procedió a un juicio a la empresa Kraisa, del cual no se conoce de manera pública nada.