Indígenas reciben apoyo técnico sobre ganadería
A través del programa de Capacitación e Implementación Agropecuario en los Pueblos Indígenas (CAPI), el Gobierno Regional del Gran Chaco brinda en las comunidades indígenas asistencia técnica–veterinaria con vacunación de ganado e insumos que fueron entregados en la gestión pasada. El...



A través del programa de Capacitación e Implementación Agropecuario en los Pueblos Indígenas (CAPI), el Gobierno Regional del Gran Chaco brinda en las comunidades indígenas asistencia técnica–veterinaria con vacunación de ganado e insumos que fueron entregados en la gestión pasada. El martes 26 de febrero, las actividades se concentraron en la comunidad de Guasurenda.
El proyecto CAPI trabaja en apoyar el sector agropecuario y mejorar las condiciones de vida de los pueblos: Guaraní, Weenhayek y Tapiete.
En la gestión 2018 se entregaron 116 animales entre todos los pueblos indígenas para su crianza y desarrollo. Actualmente se está llevando adelante la vacunación del ganado entregado para evitar las enfermedades y epidemias.
En tanto, el pasado fin de semana, el equipo técnico del CAPI se trasladó a la comunidad de Sachapera donde se vacunó 15 cabezas de ganado y el martes 26 se trasladaron a Guasurenda para vacunar a 29 cabezas de ganado.
José Miguel Canaviri, responsable del programa CAPI, indicó que continuarán llevando apoyo a las familias en la visión de buscar sostenibilidad productiva de los pueblos indígenas.
“En este año se prevé entregar alrededor de 250 animales, trabajaremos en las comunidades guaraníes con el tema avícola, bovino, la producción de leche y las gallinas pirocas. Con los Weenhayek emprenderemos con la apicultura, cabras, cerdos, bovino y el programa potrero-comunitario. Esperamos cerrar una gestión con lo que más se quiere que es sostenibilidad económica” relató.
Agregó que una de las metas es buscar nuevos rubros para las comunidades. “Nuestra finalidad es cambiar el estilo de vida, por ejemplo sabemos que los Weenhayek se dedican a la pesca y nosotros tratamos de cambiar su matriz productiva”.
Reducir riesgos
Asimismo, la Unidad de Gestión de Riesgos del Gobierno Regional del Chaco, acentúa las acciones de prevención y reducción de riesgos de los desastres naturales para preservar la salud de las familias afectadas, garantizar asistencia humanitaria y habilitar las vías de comunicación. Esta labor se lleva adelante, luego del desborde del río Pilcomayo que afectaron a comunidades de tierras bajas en la región.
El proyecto CAPI trabaja en apoyar el sector agropecuario y mejorar las condiciones de vida de los pueblos: Guaraní, Weenhayek y Tapiete.
En la gestión 2018 se entregaron 116 animales entre todos los pueblos indígenas para su crianza y desarrollo. Actualmente se está llevando adelante la vacunación del ganado entregado para evitar las enfermedades y epidemias.
En tanto, el pasado fin de semana, el equipo técnico del CAPI se trasladó a la comunidad de Sachapera donde se vacunó 15 cabezas de ganado y el martes 26 se trasladaron a Guasurenda para vacunar a 29 cabezas de ganado.
José Miguel Canaviri, responsable del programa CAPI, indicó que continuarán llevando apoyo a las familias en la visión de buscar sostenibilidad productiva de los pueblos indígenas.
“En este año se prevé entregar alrededor de 250 animales, trabajaremos en las comunidades guaraníes con el tema avícola, bovino, la producción de leche y las gallinas pirocas. Con los Weenhayek emprenderemos con la apicultura, cabras, cerdos, bovino y el programa potrero-comunitario. Esperamos cerrar una gestión con lo que más se quiere que es sostenibilidad económica” relató.
Agregó que una de las metas es buscar nuevos rubros para las comunidades. “Nuestra finalidad es cambiar el estilo de vida, por ejemplo sabemos que los Weenhayek se dedican a la pesca y nosotros tratamos de cambiar su matriz productiva”.
Reducir riesgos
Asimismo, la Unidad de Gestión de Riesgos del Gobierno Regional del Chaco, acentúa las acciones de prevención y reducción de riesgos de los desastres naturales para preservar la salud de las familias afectadas, garantizar asistencia humanitaria y habilitar las vías de comunicación. Esta labor se lleva adelante, luego del desborde del río Pilcomayo que afectaron a comunidades de tierras bajas en la región.