Suman críticas a Sánchez por llevar a Evo a un pozo sin gas
No ha caído bien en el seno del partido ni del Gobierno que el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez llevara al presidente Evo Morales a visitar el pozo Boyuy X2, que siendo el más profundo jamás perforado en Bolivia, todavía no se tienen certezas de que resulte productivo. Peor ha...
No ha caído bien en el seno del partido ni del Gobierno que el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez llevara al presidente Evo Morales a visitar el pozo Boyuy X2, que siendo el más profundo jamás perforado en Bolivia, todavía no se tienen certezas de que resulte productivo. Peor ha sentado que le hicieran proclamar en las horas previas y a través de sus redes sociales, que en pocas horas se iba a anunciar “un megacampo” en Boyuy.
En defensa de Sánchez se pronunció al mediodía del sábado el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Óscar Barriga, quien aseguró que “De acuerdo a las pruebas que hemos hecho a la fecha, nosotros hemos encontrado un bolsón de gas y condensado por debajo de los 7.500 metros de profundidad (…) Por los datos, lo que hoy hemos encontrado es igual o similar a los megacampos que hoy estamos explotando”, manifestó la autoridad, en entrevista concedida a Red Uno.
Sin embargo, el viernes en la “inspección” al campo Boyuy, en Caraparí, y en presencia de Repsol, que es quien opera el bloque, nadie se atrevió a dar cifras concretas salvo los metros de perforación alcanzados: 7.861, siendo conscientes de que el taladro solo puede alcanzar los 8.000 metros.
Repsol señaló que una vez alcanzada esa cifra se harán los análisis pertinentes para saber si existe posibilidad rentable de recuperación, ya que también es posible que no lo sea. Lo cierto es que el éxito en perforación convencional es de un 30-40 por ciento, y en ese sentido no sería ningún fracaso un resultado no rentable, sino parte de una estadística.
Lo político
Lo que sí no ha gustado en el partido es que una vez más se lleve a Evo Morales a avalar las operaciones en un rubro que no le está dando satisfacciones y donde la nacionalización de hace 13 años sigue siendo el principal argumento del éxito.
La oposición, por su parte, lo ha aprovechado para afilar sus críticas sobre un modelo agotado por sobreexposición.
“El presidente debería echar a Sánchez por semejante papelón. Todos los ministros que pasaron esa cartera fueron un desastre, impresentables. Se hacen la burla del Presidente, del Jefe de Estado” señaló Esteban Farfán, portavoz de Demócratas en el Chaco, a través de las redes.
“Todos sabíamos que el ministro Sánchez vende humo, pero llevar al Presidente a que presente un supuesto “nuevo megacampo”, el Boyuy, que en realidad no hay, revela que este funcionario podría dar cátedra a los poco convincentes mentirosos del Ministerio de Comunicación Social” tuiteó el periodista y abogado Marco Zelaya.
El senador Fernando Campero fue más allá y pidió abiertamente la renuncia del Ministro Sánchez no solo por este caso, sino por la recurrente forma de inflar los datos y camuflar en buenas noticias lo que deberían ser datos objetivos.
Las tres veces que Sánchez “confundió” a Evo
El ministro Luis Alberto Sánchez asumió la cartera de Hidrocarburos luego de una meteórica carrera en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la que pasó en quince años de ser un mero fiscal de campos a ser el vicepresidente de Contratos. Sánchez fue el elegido para la cartera de la tercera legislatura al hilo de Evo Morales, y fue posesionado el 23 de enero de 2015.
Sánchez asumió una cartera en la que la industrialización había empezado a emerger, ya con las dos separadoras culminando y con la planta de urea muy cerca de su entrega; pero tenía un serio problema: la exploración iba mal.
De las primeras medidas que impulsó Sánchez fue la de levantar la protección en las Reservas Naturales para la actividad hidrocarburífera. El 20 de mayo se promulgó el decreto que así lo establecía.
Inmediatamente después, Sánchez se lanzó a la búsqueda de operadores dispuestos a asumir el trabajo con un área particular entre ceja y ceja: Tariquía. El 8 de abril de 2018, Morales en persona fue hasta Bermejo para promulgar las leyes que autorizaban la actividad en un área tan sensible para la protección medioambiental.
No contento, solo cuatro días después y también en Tarija, Sánchez llevó a Morales al salón principal del Hotel Los Parrales a presidir una cumbre con la flor y nata de los hidrocarburos en Bolivia y Tarija, donde se dio el anuncio de que Cancambria Energy Corp, una empresa especializada en exploración no convencional (fracking) se haría cargo del área de Miraflores, abriendo así las puertas a una de las técnicas más cuestionadas y peligrosas para la Madre Tierra.
Sánchez inaugura 2019 llevando a Evo Morales a inspeccionar un pozo en el que no hay todavía una concreción del volumen real y rentable de producción.
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En defensa de Sánchez se pronunció al mediodía del sábado el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Óscar Barriga, quien aseguró que “De acuerdo a las pruebas que hemos hecho a la fecha, nosotros hemos encontrado un bolsón de gas y condensado por debajo de los 7.500 metros de profundidad (…) Por los datos, lo que hoy hemos encontrado es igual o similar a los megacampos que hoy estamos explotando”, manifestó la autoridad, en entrevista concedida a Red Uno.
Sin embargo, el viernes en la “inspección” al campo Boyuy, en Caraparí, y en presencia de Repsol, que es quien opera el bloque, nadie se atrevió a dar cifras concretas salvo los metros de perforación alcanzados: 7.861, siendo conscientes de que el taladro solo puede alcanzar los 8.000 metros.
Repsol señaló que una vez alcanzada esa cifra se harán los análisis pertinentes para saber si existe posibilidad rentable de recuperación, ya que también es posible que no lo sea. Lo cierto es que el éxito en perforación convencional es de un 30-40 por ciento, y en ese sentido no sería ningún fracaso un resultado no rentable, sino parte de una estadística.
Lo político
Lo que sí no ha gustado en el partido es que una vez más se lleve a Evo Morales a avalar las operaciones en un rubro que no le está dando satisfacciones y donde la nacionalización de hace 13 años sigue siendo el principal argumento del éxito.
La oposición, por su parte, lo ha aprovechado para afilar sus críticas sobre un modelo agotado por sobreexposición.
“El presidente debería echar a Sánchez por semejante papelón. Todos los ministros que pasaron esa cartera fueron un desastre, impresentables. Se hacen la burla del Presidente, del Jefe de Estado” señaló Esteban Farfán, portavoz de Demócratas en el Chaco, a través de las redes.
“Todos sabíamos que el ministro Sánchez vende humo, pero llevar al Presidente a que presente un supuesto “nuevo megacampo”, el Boyuy, que en realidad no hay, revela que este funcionario podría dar cátedra a los poco convincentes mentirosos del Ministerio de Comunicación Social” tuiteó el periodista y abogado Marco Zelaya.
El senador Fernando Campero fue más allá y pidió abiertamente la renuncia del Ministro Sánchez no solo por este caso, sino por la recurrente forma de inflar los datos y camuflar en buenas noticias lo que deberían ser datos objetivos.
Las tres veces que Sánchez “confundió” a Evo
El ministro Luis Alberto Sánchez asumió la cartera de Hidrocarburos luego de una meteórica carrera en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la que pasó en quince años de ser un mero fiscal de campos a ser el vicepresidente de Contratos. Sánchez fue el elegido para la cartera de la tercera legislatura al hilo de Evo Morales, y fue posesionado el 23 de enero de 2015.
Sánchez asumió una cartera en la que la industrialización había empezado a emerger, ya con las dos separadoras culminando y con la planta de urea muy cerca de su entrega; pero tenía un serio problema: la exploración iba mal.
De las primeras medidas que impulsó Sánchez fue la de levantar la protección en las Reservas Naturales para la actividad hidrocarburífera. El 20 de mayo se promulgó el decreto que así lo establecía.
Inmediatamente después, Sánchez se lanzó a la búsqueda de operadores dispuestos a asumir el trabajo con un área particular entre ceja y ceja: Tariquía. El 8 de abril de 2018, Morales en persona fue hasta Bermejo para promulgar las leyes que autorizaban la actividad en un área tan sensible para la protección medioambiental.
No contento, solo cuatro días después y también en Tarija, Sánchez llevó a Morales al salón principal del Hotel Los Parrales a presidir una cumbre con la flor y nata de los hidrocarburos en Bolivia y Tarija, donde se dio el anuncio de que Cancambria Energy Corp, una empresa especializada en exploración no convencional (fracking) se haría cargo del área de Miraflores, abriendo así las puertas a una de las técnicas más cuestionadas y peligrosas para la Madre Tierra.
Sánchez inaugura 2019 llevando a Evo Morales a inspeccionar un pozo en el que no hay todavía una concreción del volumen real y rentable de producción.
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