Crónica de una inspección fugaz a un pozo (todavía) sin gas
Todavía no es un hecho de que el pozo Boyuy X2, ubicado a 15 kilómetros de Caraparí, contenga una de las más importantes reservas hidrocarburíferas de los últimos tiempos, como se viene anunciando desde el Gobierno nacional. Tampoco fue la noticia que se esperaba -o deseaba escuchar- la que...
Todavía no es un hecho de que el pozo Boyuy X2, ubicado a 15 kilómetros de Caraparí, contenga una de las más importantes reservas hidrocarburíferas de los últimos tiempos, como se viene anunciando desde el Gobierno nacional. Tampoco fue la noticia que se esperaba -o deseaba escuchar- la que ayer dio el presidente Evo Morales, sobre los avances de la perforación que más que gas, lo que genera es el asombro por romper el récord del pozo más profundo de Sudamérica.
Los hechos sucedieron así. Con un retraso de una hora y 25 minutos, tres Land Cruiser -dos blancas T8 y una plateada TX- llegaron al pozo Boyuy X2. Morales bajó de uno de los vehículos a las 12:55 y se dirigió directo a la sala de reuniones de las instalaciones.
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez; la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) de la Región Autónoma del Gran Chaco, José Quecaña; el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Oscar Barriga; el director de la Unidad de Negocios de Repsol, José Alejandro Ponce y el director nacional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Gary Medrano, ingresaron con él.
Sin importar las chacareras que resonaban a través de los parlantes para distraer a los 150 expectantes -entre ellos autoridades, el equipo del Ministerio de Hidrocarburos, trabajadores de YPFB, de Repsol, la Central de Campesinos de Carapari y periodistas- la espera (no tanta) fue notoria.
En las primeras filas se encontraban los alcaldes de Caraparí, Wilman Peña; de Yacuiba, Ramiro Vallejos; el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), Guillermo Vega; el ejecutivo de la Central de Campesinos de Caraparí, Juan Mamani; el subgobernador de Villa Montes, Robert Ruiz y otros que se perdieron entre el tumulto.
La puerta se abrió a las 13.21. Morales y las demás autoridades subieron a la gigantesca estructura metálica de perforación que marcó los 7.862 metros de profundidad alcanzados. El tope es llegar a perforar los 8.000 metros programados y realizar un test de producción que permitirá definir si el pozo puede o no producir hidrocarburos y establecer si existe o no un descubrimiento comercial.
Barriga, Sánchez, Morales, Quecaña y Ponce se acomodaron para dar su discurso una vez concluyó la inspección. Entonaron el himno nacional, las autoridades levantaron sus brazos izquierdos (todos excepto Ponce) y le tocó a Quecaña abrir el acto con su discurso. Manifestó su apoyo incondicional a Morales y aseguró que “desde el Chaco de Bolivia se sigue descubriendo gas”, aunque esta última parte aún faltaba comprobar.
El himno al Chaco se escuchó al finalizar su discurso. Después, el micrófono pasó a Ponce. Los aplausos entre el público se alzaban cuando mencionó el récord que se rompe al ser “un hito histórico” por la profundidad del pozo. Repsol y sus socios invirtieron hasta la fecha 126 millones de dólares. El estimado hasta mayo es de 150 millones de dólares.
En la locación trabajan de forma continua 120 personas, sin contar con el personal indirecto. El hallazgo de la arenisca Huamampampa, que fue la noticia esperada, se encontró a partir de los 7.640 metros. Estas areniscas producen gas en el megacampo Margarita y otros, por lo que para los técnicos significa que existe la posibilidad de que Boyuy X2 también tenga este fin.
Morales finalizó el acto con su discurso. El Presidente fue inmediato al hablar sobre las areniscas y también realzó la significancia de la profundidad. “Algo inédito, algo histórico. Una buena noticia para Bolivia, para Latinoamérica y porque no, para el mundo”, sostuvo. Para cerrar, hizo un comentario sobre el anuncio de Repsol que desea trabajar con Bolivia hasta el 2050.
Sánchez no dijo nada. Ni una palabra sobre el asunto ni sobre otros tantos que se cuestionan en el departamento. El acto terminó a las 14.05. No hubo tiempo de preguntas, menos de respuestas. Todas las autoridades fueron desapareciendo de las filas mientras el sonido de la maquinaria retumbaba entre el monte chaqueño recubierto de árboles, sin dejar de perforar el subsuelo.
Los hechos sucedieron así. Con un retraso de una hora y 25 minutos, tres Land Cruiser -dos blancas T8 y una plateada TX- llegaron al pozo Boyuy X2. Morales bajó de uno de los vehículos a las 12:55 y se dirigió directo a la sala de reuniones de las instalaciones.
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez; la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) de la Región Autónoma del Gran Chaco, José Quecaña; el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Oscar Barriga; el director de la Unidad de Negocios de Repsol, José Alejandro Ponce y el director nacional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Gary Medrano, ingresaron con él.
Sin importar las chacareras que resonaban a través de los parlantes para distraer a los 150 expectantes -entre ellos autoridades, el equipo del Ministerio de Hidrocarburos, trabajadores de YPFB, de Repsol, la Central de Campesinos de Carapari y periodistas- la espera (no tanta) fue notoria.
En las primeras filas se encontraban los alcaldes de Caraparí, Wilman Peña; de Yacuiba, Ramiro Vallejos; el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), Guillermo Vega; el ejecutivo de la Central de Campesinos de Caraparí, Juan Mamani; el subgobernador de Villa Montes, Robert Ruiz y otros que se perdieron entre el tumulto.
La puerta se abrió a las 13.21. Morales y las demás autoridades subieron a la gigantesca estructura metálica de perforación que marcó los 7.862 metros de profundidad alcanzados. El tope es llegar a perforar los 8.000 metros programados y realizar un test de producción que permitirá definir si el pozo puede o no producir hidrocarburos y establecer si existe o no un descubrimiento comercial.
Barriga, Sánchez, Morales, Quecaña y Ponce se acomodaron para dar su discurso una vez concluyó la inspección. Entonaron el himno nacional, las autoridades levantaron sus brazos izquierdos (todos excepto Ponce) y le tocó a Quecaña abrir el acto con su discurso. Manifestó su apoyo incondicional a Morales y aseguró que “desde el Chaco de Bolivia se sigue descubriendo gas”, aunque esta última parte aún faltaba comprobar.
El himno al Chaco se escuchó al finalizar su discurso. Después, el micrófono pasó a Ponce. Los aplausos entre el público se alzaban cuando mencionó el récord que se rompe al ser “un hito histórico” por la profundidad del pozo. Repsol y sus socios invirtieron hasta la fecha 126 millones de dólares. El estimado hasta mayo es de 150 millones de dólares.
En la locación trabajan de forma continua 120 personas, sin contar con el personal indirecto. El hallazgo de la arenisca Huamampampa, que fue la noticia esperada, se encontró a partir de los 7.640 metros. Estas areniscas producen gas en el megacampo Margarita y otros, por lo que para los técnicos significa que existe la posibilidad de que Boyuy X2 también tenga este fin.
Morales finalizó el acto con su discurso. El Presidente fue inmediato al hablar sobre las areniscas y también realzó la significancia de la profundidad. “Algo inédito, algo histórico. Una buena noticia para Bolivia, para Latinoamérica y porque no, para el mundo”, sostuvo. Para cerrar, hizo un comentario sobre el anuncio de Repsol que desea trabajar con Bolivia hasta el 2050.
Sánchez no dijo nada. Ni una palabra sobre el asunto ni sobre otros tantos que se cuestionan en el departamento. El acto terminó a las 14.05. No hubo tiempo de preguntas, menos de respuestas. Todas las autoridades fueron desapareciendo de las filas mientras el sonido de la maquinaria retumbaba entre el monte chaqueño recubierto de árboles, sin dejar de perforar el subsuelo.