Los indígenas se unirán para pedir atención a sus demandas
Tras una reunión realizada en Capirendita, comunidad del municipio de Villa Montes en la Región Autónoma del Gran Chaco, los pueblos indígenas del departamento de Tarija han decidido unirse para que sus demandas sean escuchadas, dado que han sentido el abandono de las instituciones públicas...



Tras una reunión realizada en Capirendita, comunidad del municipio de Villa Montes en la Región Autónoma del Gran Chaco, los pueblos indígenas del departamento de Tarija han decidido unirse para que sus demandas sean escuchadas, dado que han sentido el abandono de las instituciones públicas durante estos últimos años.
En el departamento existen tres pueblos indígenas: Weenhayek, Tapiete y Guaraní, pueblos que pese a contar con programas y leyes que sustentan su desarrollo, no han logrado en la última década encaminar una solución a sus principales necesidades, protagonizando constantes levantamientos que son la principal forma que conocen para captar la atención de los distintos niveles de gobierno.
El capitán grande del pueblo Weenhayek, Moisés Sapiranda, indicó que especialmente el 2018 ha sido un año en el que las necesidades de esta población se han acentuado debido a que han arrastrado proyectos y programas pendientes de anteriores gestiones, mismos que han quedado paralizados o envueltos en trámites administrativos.
El dirigente expresó que los avances que se han tenido en el Gobierno nacional, departamental y municipal, han sido mínimos y pese a las voluntades expresadas por las autoridades en la realidad no han sentido un impacto profundo que les ayude a salir de la situación de pobreza y estancamiento en la que persisten. “Este año como nunca se ha visto la falta de apoyo, nosotros no podemos mentir, han habido voluntades de diferentes partes pero a la hora de la verdad siempre han quedado en papeles, al menos los proyectos más grandes”, manifestó el capitán grande.
Sobre el mismo tema, el capitán comunal guaraní Santiago Camacho indicó que es evidente que hubo varias promesas que han quedado pendientes, tanto desde la anterior gestión hasta la actual, esto debido a que se han tenido también constantes cambios en la dirigencia y en las representaciones de las entidades públicas que tienen distintos tipos de competencia para atender las demandas que surgen en esta población.
“Es esta situación la que nos está llevando a pensar como un solo, pueblo ya que tanto los hermanos Weenhayek y Tapietes saben y sienten estas necesidades, por eso hemos decidido juntarnos para hacer escuchar nuestra voz. Esperemos que de esta forma podamos ser finalmente atendidos, porque en todos estos años se han ejecutado algunos proyectos y programas pero todos quedan como temporales y lo que buscamos es más bien generar un desarrollo sostenible, no solo para los de ahora sino también para los que vienen después de nosotros, que son nuestros hijos”, expresó el dirigente guaraní.
Al respecto, el secretario de Pueblos Indígenas de la Gobernación de Tarija, Felipe Moza, mencionó que en el caso de esa entidad se ha procurado a lo largo de toda esta gestión atender las demandas de los pobladores indígenas. En ese marco, anunció que se tiene un presupuesto para el próximo año de dos millones de bolivianos que serán destinados a la reactivación y continuidad de proyectos de agricultura.
“Es evidente que los pueblos indígenas del departamento tienen muchas demandas irresueltas y también es cierto que la principal preocupación de ellos pasa por el tema del Gobierno nacional, ya que ésta instancia poco o nada hace por apoyar a su desarrollo, pese a que es dentro de su territorio donde están los campos gasíferos”, aseveró.
Pueblos distintos con las mismas demandas
Las problemáticas que se presentan en los tres pueblos indígenas de Tarija, según explicaron los dirigentes, son las mismas, y pasan por la falta de servicios básicos, la falta de empleo, la falta de salud y de programas que puedan ayudar a mejorar sus potencialidades, respetando sus usos y costumbres, y su forma de vida como originarios.
Esta situación, según Santiago Camacho, está generando un sentimiento de abandono en los habitantes de las comunidades.
En el departamento existen tres pueblos indígenas: Weenhayek, Tapiete y Guaraní, pueblos que pese a contar con programas y leyes que sustentan su desarrollo, no han logrado en la última década encaminar una solución a sus principales necesidades, protagonizando constantes levantamientos que son la principal forma que conocen para captar la atención de los distintos niveles de gobierno.
El capitán grande del pueblo Weenhayek, Moisés Sapiranda, indicó que especialmente el 2018 ha sido un año en el que las necesidades de esta población se han acentuado debido a que han arrastrado proyectos y programas pendientes de anteriores gestiones, mismos que han quedado paralizados o envueltos en trámites administrativos.
El dirigente expresó que los avances que se han tenido en el Gobierno nacional, departamental y municipal, han sido mínimos y pese a las voluntades expresadas por las autoridades en la realidad no han sentido un impacto profundo que les ayude a salir de la situación de pobreza y estancamiento en la que persisten. “Este año como nunca se ha visto la falta de apoyo, nosotros no podemos mentir, han habido voluntades de diferentes partes pero a la hora de la verdad siempre han quedado en papeles, al menos los proyectos más grandes”, manifestó el capitán grande.
Sobre el mismo tema, el capitán comunal guaraní Santiago Camacho indicó que es evidente que hubo varias promesas que han quedado pendientes, tanto desde la anterior gestión hasta la actual, esto debido a que se han tenido también constantes cambios en la dirigencia y en las representaciones de las entidades públicas que tienen distintos tipos de competencia para atender las demandas que surgen en esta población.
“Es esta situación la que nos está llevando a pensar como un solo, pueblo ya que tanto los hermanos Weenhayek y Tapietes saben y sienten estas necesidades, por eso hemos decidido juntarnos para hacer escuchar nuestra voz. Esperemos que de esta forma podamos ser finalmente atendidos, porque en todos estos años se han ejecutado algunos proyectos y programas pero todos quedan como temporales y lo que buscamos es más bien generar un desarrollo sostenible, no solo para los de ahora sino también para los que vienen después de nosotros, que son nuestros hijos”, expresó el dirigente guaraní.
Al respecto, el secretario de Pueblos Indígenas de la Gobernación de Tarija, Felipe Moza, mencionó que en el caso de esa entidad se ha procurado a lo largo de toda esta gestión atender las demandas de los pobladores indígenas. En ese marco, anunció que se tiene un presupuesto para el próximo año de dos millones de bolivianos que serán destinados a la reactivación y continuidad de proyectos de agricultura.
“Es evidente que los pueblos indígenas del departamento tienen muchas demandas irresueltas y también es cierto que la principal preocupación de ellos pasa por el tema del Gobierno nacional, ya que ésta instancia poco o nada hace por apoyar a su desarrollo, pese a que es dentro de su territorio donde están los campos gasíferos”, aseveró.
Pueblos distintos con las mismas demandas
Las problemáticas que se presentan en los tres pueblos indígenas de Tarija, según explicaron los dirigentes, son las mismas, y pasan por la falta de servicios básicos, la falta de empleo, la falta de salud y de programas que puedan ayudar a mejorar sus potencialidades, respetando sus usos y costumbres, y su forma de vida como originarios.
Esta situación, según Santiago Camacho, está generando un sentimiento de abandono en los habitantes de las comunidades.