Control de Aduana en tiendas de ropa usada acaba en caos
Mientras una anciana lloraba desconsoladamente al ver su mercadería decomisada, momentos más tarde otra, con amplificador en mano, instaba a los ocasionales curiosos y paseantes a “tomar la ropa americana de su tienda”. Prefería regalarla antes de que caiga en manos de la Unidad de Control...



Mientras una anciana lloraba desconsoladamente al ver su mercadería decomisada, momentos más tarde otra, con amplificador en mano, instaba a los ocasionales curiosos y paseantes a “tomar la ropa americana de su tienda”. Prefería regalarla antes de que caiga en manos de la Unidad de Control Operativo Aduanero (COA), lo que provocó un tumulto con la gente que pretendía ingresar al negocio.
Sorpresivo
De manera imprevista, funcionarios del COA y la Fiscalía, con apoyo de efectivos del orden, desde las 09.30 horas de ayer empezaron a intervenir varias tiendas ubicadas en el centro de la ciudad para decomisar prendas de vestir ya utilizadas y denominadas genéricamente “americanas” y se presume provienen del contrabando.
Frente al muro verde olivo de los efectivos policiales armados de escudos y cascos, la anciana propietaria de la tienda ubicada en la esquina de las calles Ingavi y Méndez, primero protestó impotente al ver salir su mercadería en grandes saquillos, luego rogó que le dejen siquiera la mitad y terminó llorando en gemidos abrazada a una de sus hijas.
Fueron necesarios dos camiones para transportar los más de 150 saquillos de ropa “americana” decomisados en este lugar.
A la cabeza del operativo se encontraba el fiscal de materia Gabriel Alarcón, quien contó que se ejecutaron estos mandamientos de intervención contra varias tiendas a raíz de una denuncia que interpuso la Aduana Nacional ante el Ministerio Público.
Luego de los allanamientos se procedió al secuestro de la mercadería aparentemente ilegal y se inició una investigación contra los propietarios por la presunta comisión del delito de contrabando. Recordemos que en Bolivia está prohibido el ingreso de ropa usada y por ende su venta.
Luego el contingente de policías se trasladó a la calle Sucre para intervenir, solo en la primera cuadra unas cinco tiendas que funcionan bajo el nombre de boutiques y cuyos propietarios protestaron a gritos por el intempestivo operativo de interdicción, aseguraron que abrieron las tiendas luego de cumplir con todos los requisitos exigidos por las instancias pertinentes.
“Se tienen identificados varios lugares que se han abierto como boutiques a los que el Municipio les dio la autorización para que funcionen para la venta de ropa. La lucha contra el contrabando también depende de estas autoridades y el Municipio está extendiendo (licencias) sin verificar si es nueva o usada”, apuntó.
Uno de los vendedores se quejó porque apenas abrió el negocio hace dos meses con los documentos en regla, licencia de funcionamiento, el Número de Identificación Tributaria (NIT) de Impuestos Nacionales, acusó que no recibieron notificaciones, pero “ellos han venido directamente con los policías como si fuéramos maleantes para sacar las cosas que con sacrificio tenemos”, agregó.
Momentos después, a 100 metros de donde se encontraban los uniformados resguardando las tiendas intervenidas, un tumulto y gritos llamaron la atención, la gente corrió hacia ese sitio ingresaban al negocio y salía con toda la ropa que podían llevar, la dueña con un micrófono y a través del amplificador convocaba a los transeúntes a tomar las prendas que quisieran, prefería regalarlas a que caiga en manos de los aduaneros.
La gente empezó a agolparse en la puerta de la tienda, muchos ya salían con las manos llenas de ropa, la propietaria sólo pedía que le devuelvan las perchas. Una vez vacío el local, convocó a los transeúntes a que la siguieran a otra tienda, ubicada en la calle Suipacha entre Ingavi y La Madrid, para hacer lo mismo.
Una pequeña multitud fue tras ella, y mientras avanzada por la calle Ingavi, micrófono en mano protestaba contra la Aduana y anunciaba que regalaba toda la ropa, una vez que llegó al lugar abrió la cortina metálica y una multitud ingresó a tropel y en pocos minutos vació la tienda.
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Lea también: Aduana decomisa ropa usada en tiendas del centro de Tarija
Sorpresivo
De manera imprevista, funcionarios del COA y la Fiscalía, con apoyo de efectivos del orden, desde las 09.30 horas de ayer empezaron a intervenir varias tiendas ubicadas en el centro de la ciudad para decomisar prendas de vestir ya utilizadas y denominadas genéricamente “americanas” y se presume provienen del contrabando.
Frente al muro verde olivo de los efectivos policiales armados de escudos y cascos, la anciana propietaria de la tienda ubicada en la esquina de las calles Ingavi y Méndez, primero protestó impotente al ver salir su mercadería en grandes saquillos, luego rogó que le dejen siquiera la mitad y terminó llorando en gemidos abrazada a una de sus hijas.
Fueron necesarios dos camiones para transportar los más de 150 saquillos de ropa “americana” decomisados en este lugar.
A la cabeza del operativo se encontraba el fiscal de materia Gabriel Alarcón, quien contó que se ejecutaron estos mandamientos de intervención contra varias tiendas a raíz de una denuncia que interpuso la Aduana Nacional ante el Ministerio Público.
Luego de los allanamientos se procedió al secuestro de la mercadería aparentemente ilegal y se inició una investigación contra los propietarios por la presunta comisión del delito de contrabando. Recordemos que en Bolivia está prohibido el ingreso de ropa usada y por ende su venta.
Luego el contingente de policías se trasladó a la calle Sucre para intervenir, solo en la primera cuadra unas cinco tiendas que funcionan bajo el nombre de boutiques y cuyos propietarios protestaron a gritos por el intempestivo operativo de interdicción, aseguraron que abrieron las tiendas luego de cumplir con todos los requisitos exigidos por las instancias pertinentes.
“Se tienen identificados varios lugares que se han abierto como boutiques a los que el Municipio les dio la autorización para que funcionen para la venta de ropa. La lucha contra el contrabando también depende de estas autoridades y el Municipio está extendiendo (licencias) sin verificar si es nueva o usada”, apuntó.
Uno de los vendedores se quejó porque apenas abrió el negocio hace dos meses con los documentos en regla, licencia de funcionamiento, el Número de Identificación Tributaria (NIT) de Impuestos Nacionales, acusó que no recibieron notificaciones, pero “ellos han venido directamente con los policías como si fuéramos maleantes para sacar las cosas que con sacrificio tenemos”, agregó.
Momentos después, a 100 metros de donde se encontraban los uniformados resguardando las tiendas intervenidas, un tumulto y gritos llamaron la atención, la gente corrió hacia ese sitio ingresaban al negocio y salía con toda la ropa que podían llevar, la dueña con un micrófono y a través del amplificador convocaba a los transeúntes a tomar las prendas que quisieran, prefería regalarlas a que caiga en manos de los aduaneros.
La gente empezó a agolparse en la puerta de la tienda, muchos ya salían con las manos llenas de ropa, la propietaria sólo pedía que le devuelvan las perchas. Una vez vacío el local, convocó a los transeúntes a que la siguieran a otra tienda, ubicada en la calle Suipacha entre Ingavi y La Madrid, para hacer lo mismo.
Una pequeña multitud fue tras ella, y mientras avanzada por la calle Ingavi, micrófono en mano protestaba contra la Aduana y anunciaba que regalaba toda la ropa, una vez que llegó al lugar abrió la cortina metálica y una multitud ingresó a tropel y en pocos minutos vació la tienda.
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