Promesas e intenciones marcan el inicio del Foro de YPFB
El Congreso de Yacimientos, reconvertido este año en el primer Foro Internacional de Gas, Petroquímica y Combustibles Verdes y realizado en comunión entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el Ministerio de Hidrocarburos y la Cámara de Hidrocarburos de Bolivia, arrancó con...



El Congreso de Yacimientos, reconvertido este año en el primer Foro Internacional de Gas, Petroquímica y Combustibles Verdes y realizado en comunión entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el Ministerio de Hidrocarburos y la Cámara de Hidrocarburos de Bolivia, arrancó con más expectación que certezas y entre el habitual aluvión de promesas y cifras que tanto el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez y el presidente Evo Morales suelen manejar. El encuentro, por su llamativo título poco correspondiente con las últimas decisiones del Gobierno, motivó también muchas preguntas respecto a la línea medioambiental del ejecutivo en la materia, pero tuvo que ser Claudia Cronembold, ejecutiva de la Cámara, quien saliera al paso.
Por orden de importancia, el primer anuncio fue el del Ministro Luis Alberto Sánchez, que quedó en eso, pues señaló que en “horas” se conocería la certificación de reservas hidrocarburíferas en el país, pero al cierre de esta edición todavía se desconocían. Eso sí, Sánchez aprovechó para vender sus últimos informes al respecto que hablan de los magníficos “132 Trillones de Pies Cúbicos (TCF por sus siglas en inglés) de gas convencional y 1.000 de no convencional”.
“Será un espacio para promocionar nuestras áreas para las inversiones para el sector. Hoy Bolivia cuenta con recursos convencionales de 132 TCF y cerca de 1.000 TCF en no convencionales. Lo que necesitamos son inversiones para transformar los recursos en reservas”, dijo en la inauguración del Foro al recordar que asisten al foro muchas empresas que quieren conocer la potencialidad de Bolivia, la seguridad jurídica, lo mercados y la ley de incentivos.
El segundo anuncio llegó de la mano del presidente Evo Morales y sorprendió a propios y extraños, pues habló de la internacionalización de la exportación del Gas Natural Licuado en una planta de la que se desconocen potencialidades.
“Estamos preparados para exportar GNL a cualquier vecino (...) quiero decirles, estamos en negociaciones para que nuestro gas de la (novísima) planta de GNL llegue a otros continentes”, afirmó en una alocución al auditorio del Foro. La única referencia la exportación de GNL la hizo el presidente de YPFB, Óscar Barriga hace dos meses en el que señaló que estaba en estudio tender ductos hasta el puerto de Ilo, Perú, donde construir precisamente una planta que permita cargar barcos metaneros para competir en el nivel mundial de ultramar.
También Morales anunció que en septiembre inaugurará la planta de carbonato y promulgará la ley de etanol.
“Estamos seguros que el próximo mes vamos a inaugurar la planta de carbonato de potasio (carbonato de litio) en el salar de Uyuni, en el departamento de Potosí, una inversión de más de 100 millones de dólares (…), también informarles que acabo de hablar con el Presidente de la Asamblea Legislativa, y de acá a dos semanas estamos promulgando la ley de etanol”, indicó Morales.
El Jefe de Estado dijo que, según los expertos, con el uso de etanol habrá un crecimiento de cerca de 1% en la economía nacional, a parte que permitirá reducir la contaminación ambiental y la subvención de carburantes líquidos.
¿Y el fracking?
Por otro lado, le tocó a la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) a través de su presidenta, Claudia Cronembold defender el perfil medioambientalista del Gobierno, tocado por la reciente apuesta por las técnicas no convencionales de explotación (el temido fracking) y admitiendo la explotación en áreas protegidas.
Cronembold afirmó que el país tiene un importante potencial de reservas de gas no convencional, pero consideró que el fracking es un proyecto a mediano y largo plazo. “Creo que es prematuro todavía discutir sobre esta tecnología, porque habría que ver cuál sería la forma de su implementación, todavía hay mucha discusión pendiente y eso sería a mediano y largo plazo”, afirmó en instalaciones de la Fexpocruz antes de la inauguración del Primer Foro de Gas, Petroquímica y Combustibles Verdes.
El fracking es una tecnología altamente costosa en términos económicos y ecológicos que se basa en la fractura hidráulica a miles de kilómetros bajo tierra para la extracción de gas y petróleo, que exige de ingentes cantidades de agua. Sus impactos socioambientales han sido observados desde las comunidades locales, hasta sectores académicos y científicos vinculados a la investigación.
A la espera de la petroquímica
Uno de los ejes esenciales del Foro convocado en Santa Cruz es el de la petroquímica. SI bien Bolivia ingresó en la era de la industrialización con la producción de urea, el gran reto era la construcción de la planta petroquímica de Yacuiba, que tras procesar los licuables de la mitad del gas que se produce en el país, debía permitir obtener materia prima para transformar en plástico.
El proyecto se licitó en 2016, se anuló en 2017 y se quedó sin presupuesto este 2018. El ministro comprometió licitar estudios complementarios para su nueva licitación hasta agosto, pero hasta la fecha se desconoce. El presidente de YPFB estimó que llegaría, como pronto, a mediados de 2023, pese a ser uno de los pilares sobre el que se sostenía la agenda 2025.
Por orden de importancia, el primer anuncio fue el del Ministro Luis Alberto Sánchez, que quedó en eso, pues señaló que en “horas” se conocería la certificación de reservas hidrocarburíferas en el país, pero al cierre de esta edición todavía se desconocían. Eso sí, Sánchez aprovechó para vender sus últimos informes al respecto que hablan de los magníficos “132 Trillones de Pies Cúbicos (TCF por sus siglas en inglés) de gas convencional y 1.000 de no convencional”.
“Será un espacio para promocionar nuestras áreas para las inversiones para el sector. Hoy Bolivia cuenta con recursos convencionales de 132 TCF y cerca de 1.000 TCF en no convencionales. Lo que necesitamos son inversiones para transformar los recursos en reservas”, dijo en la inauguración del Foro al recordar que asisten al foro muchas empresas que quieren conocer la potencialidad de Bolivia, la seguridad jurídica, lo mercados y la ley de incentivos.
El segundo anuncio llegó de la mano del presidente Evo Morales y sorprendió a propios y extraños, pues habló de la internacionalización de la exportación del Gas Natural Licuado en una planta de la que se desconocen potencialidades.
“Estamos preparados para exportar GNL a cualquier vecino (...) quiero decirles, estamos en negociaciones para que nuestro gas de la (novísima) planta de GNL llegue a otros continentes”, afirmó en una alocución al auditorio del Foro. La única referencia la exportación de GNL la hizo el presidente de YPFB, Óscar Barriga hace dos meses en el que señaló que estaba en estudio tender ductos hasta el puerto de Ilo, Perú, donde construir precisamente una planta que permita cargar barcos metaneros para competir en el nivel mundial de ultramar.
También Morales anunció que en septiembre inaugurará la planta de carbonato y promulgará la ley de etanol.
“Estamos seguros que el próximo mes vamos a inaugurar la planta de carbonato de potasio (carbonato de litio) en el salar de Uyuni, en el departamento de Potosí, una inversión de más de 100 millones de dólares (…), también informarles que acabo de hablar con el Presidente de la Asamblea Legislativa, y de acá a dos semanas estamos promulgando la ley de etanol”, indicó Morales.
El Jefe de Estado dijo que, según los expertos, con el uso de etanol habrá un crecimiento de cerca de 1% en la economía nacional, a parte que permitirá reducir la contaminación ambiental y la subvención de carburantes líquidos.
¿Y el fracking?
Por otro lado, le tocó a la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) a través de su presidenta, Claudia Cronembold defender el perfil medioambientalista del Gobierno, tocado por la reciente apuesta por las técnicas no convencionales de explotación (el temido fracking) y admitiendo la explotación en áreas protegidas.
Cronembold afirmó que el país tiene un importante potencial de reservas de gas no convencional, pero consideró que el fracking es un proyecto a mediano y largo plazo. “Creo que es prematuro todavía discutir sobre esta tecnología, porque habría que ver cuál sería la forma de su implementación, todavía hay mucha discusión pendiente y eso sería a mediano y largo plazo”, afirmó en instalaciones de la Fexpocruz antes de la inauguración del Primer Foro de Gas, Petroquímica y Combustibles Verdes.
El fracking es una tecnología altamente costosa en términos económicos y ecológicos que se basa en la fractura hidráulica a miles de kilómetros bajo tierra para la extracción de gas y petróleo, que exige de ingentes cantidades de agua. Sus impactos socioambientales han sido observados desde las comunidades locales, hasta sectores académicos y científicos vinculados a la investigación.
A la espera de la petroquímica
Uno de los ejes esenciales del Foro convocado en Santa Cruz es el de la petroquímica. SI bien Bolivia ingresó en la era de la industrialización con la producción de urea, el gran reto era la construcción de la planta petroquímica de Yacuiba, que tras procesar los licuables de la mitad del gas que se produce en el país, debía permitir obtener materia prima para transformar en plástico.
El proyecto se licitó en 2016, se anuló en 2017 y se quedó sin presupuesto este 2018. El ministro comprometió licitar estudios complementarios para su nueva licitación hasta agosto, pero hasta la fecha se desconoce. El presidente de YPFB estimó que llegaría, como pronto, a mediados de 2023, pese a ser uno de los pilares sobre el que se sostenía la agenda 2025.