Aumento de precios del petróleo ya se siente en la venta de gas
El incremento en los precios del petróleo a nivel mundial empieza a dejar consecuencias tangibles en las cuentas públicas. De acuerdo al último reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia hubiera ingresado 1.287 millones de dólares en los primeros cinco meses del...



El incremento en los precios del petróleo a nivel mundial empieza a dejar consecuencias tangibles en las cuentas públicas. De acuerdo al último reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia hubiera ingresado 1.287 millones de dólares en los primeros cinco meses del año, lo que supone un 23 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
La causa principal es el precio del barril West Texas Intermediate (WTI) que ayer cerró en los 70,02 dólares pero hace diez días alcanzó los 75,26 dólares, el precio más alto en 3 años y 7 meses, es decir, desde que empezó el derrumbe a finales de 2014, cuando superaba los 100 dólares.
El mismo reporte del IBCE también indica que el volumen prácticamente se ha mantenido igual en 2018 que en 2017, apenas un 1 por ciento superior, a pesar de que la Argentina ha consolidado el incremento a 20 millones de metros cúbicos diarios durante los meses de verano, lo que indica que Brasil ha mantenido su política de recorte a la importación de energético desde Bolivia.
Incrementos
El Presupuesto General del Estado está calculado con un promedio de 45 dólares el barril de petróleo y es moderado en los volúmenes, por lo que el impacto a finales del año, una vez trasladados los precios a las fórmulas de liquidación de pagos.
En ese contexto, se espera un incremento de regalías e IDH de entre el 15 y el 20 por ciento sobre lo presupuestado, que ronda los 650 millones de bolivianos en la Gobernación de Tarija.
Por el momento, los ejecutivos de la Gobernación todavía no han desvelado que se hará con esos 120-140 millones de bolivianos extras que se prevé percibir, y recuerdan que las necesidades son muchas en el contexto de salida de crisis en las que se encuentra el departamento.
El monto estimado de ingresos extraordinarios es similar al de los créditos privados contratados en la banca comercial con el interés del 4,5 por ciento anual a diez años, que si bien es el más bajo del mercado, supone un sensible incremento en el servicio de la deuda tarijeña.
Dudas en el medio plazo
Más allá de la situación actual con el petróleo recuperando precios y manteniéndose en los márgenes que los expertos señalaron para la actual gestión, la preocupación en Tarija radica en la sostenibilidad en el mediano plazo de las cuentas una vez que acabe el contrato de exportación con Brasil en 2019.
Brasil puede comprar actualmente hasta 30,5 millones de metros cúbicos, si bien apenas supera los 20 según los pocos reportes que el Ministerio de Hidrocarburos hace públicos luego de los cambios en su página web.
Con todo, y a pesar de tener un precio algo más bajo que el que se vende a la Argentina, supone uno de los principales ingresos del país y del departamento de Tarija, puesto que se abastece fundamentalmente desde los campos de San Alberto y San Antonio.
El presidente de YPFB, Óscar Barriga, indicó que se tiene en estudio tender los ductos hasta el puerto de Ilo, en Perú, para poder incursionar en el mercado del Gas Licuado a través de barcos, sin embargo, si se logra materializar, será años después del fin del contrato.
La planta petroquímica de Yacuiba, que no se prevé llegue hasta 2023, tampoco compensará la caída de ingresos. Tampoco se tienen avanzadas las negociaciones en otros mercados.
No hay noticias del IDH confiscado
Hasta la fecha el Ministerio de Hidrocarburos no ha dado una respuesta nueva sobre la solicitud cursada por las Instituciones para poder recuperar los ingresos confiscados para dotar el Fondo de Incentivos a la exploración hidrocarburífera y consistente en el 12 por ciento de los recursos del IDH que correspondían a Universidades, Municipios y Gobernaciones.
Diferentes fuentes recuerdan que con el precio de cotización actual de los hidrocarburos en el mercado internacional, el Fondo no reúne las condiciones atractivas para cumplir con su cometido.
La causa principal es el precio del barril West Texas Intermediate (WTI) que ayer cerró en los 70,02 dólares pero hace diez días alcanzó los 75,26 dólares, el precio más alto en 3 años y 7 meses, es decir, desde que empezó el derrumbe a finales de 2014, cuando superaba los 100 dólares.
El mismo reporte del IBCE también indica que el volumen prácticamente se ha mantenido igual en 2018 que en 2017, apenas un 1 por ciento superior, a pesar de que la Argentina ha consolidado el incremento a 20 millones de metros cúbicos diarios durante los meses de verano, lo que indica que Brasil ha mantenido su política de recorte a la importación de energético desde Bolivia.
Incrementos
El Presupuesto General del Estado está calculado con un promedio de 45 dólares el barril de petróleo y es moderado en los volúmenes, por lo que el impacto a finales del año, una vez trasladados los precios a las fórmulas de liquidación de pagos.
En ese contexto, se espera un incremento de regalías e IDH de entre el 15 y el 20 por ciento sobre lo presupuestado, que ronda los 650 millones de bolivianos en la Gobernación de Tarija.
Por el momento, los ejecutivos de la Gobernación todavía no han desvelado que se hará con esos 120-140 millones de bolivianos extras que se prevé percibir, y recuerdan que las necesidades son muchas en el contexto de salida de crisis en las que se encuentra el departamento.
El monto estimado de ingresos extraordinarios es similar al de los créditos privados contratados en la banca comercial con el interés del 4,5 por ciento anual a diez años, que si bien es el más bajo del mercado, supone un sensible incremento en el servicio de la deuda tarijeña.
Dudas en el medio plazo
Más allá de la situación actual con el petróleo recuperando precios y manteniéndose en los márgenes que los expertos señalaron para la actual gestión, la preocupación en Tarija radica en la sostenibilidad en el mediano plazo de las cuentas una vez que acabe el contrato de exportación con Brasil en 2019.
Brasil puede comprar actualmente hasta 30,5 millones de metros cúbicos, si bien apenas supera los 20 según los pocos reportes que el Ministerio de Hidrocarburos hace públicos luego de los cambios en su página web.
Con todo, y a pesar de tener un precio algo más bajo que el que se vende a la Argentina, supone uno de los principales ingresos del país y del departamento de Tarija, puesto que se abastece fundamentalmente desde los campos de San Alberto y San Antonio.
El presidente de YPFB, Óscar Barriga, indicó que se tiene en estudio tender los ductos hasta el puerto de Ilo, en Perú, para poder incursionar en el mercado del Gas Licuado a través de barcos, sin embargo, si se logra materializar, será años después del fin del contrato.
La planta petroquímica de Yacuiba, que no se prevé llegue hasta 2023, tampoco compensará la caída de ingresos. Tampoco se tienen avanzadas las negociaciones en otros mercados.
No hay noticias del IDH confiscado
Hasta la fecha el Ministerio de Hidrocarburos no ha dado una respuesta nueva sobre la solicitud cursada por las Instituciones para poder recuperar los ingresos confiscados para dotar el Fondo de Incentivos a la exploración hidrocarburífera y consistente en el 12 por ciento de los recursos del IDH que correspondían a Universidades, Municipios y Gobernaciones.
Diferentes fuentes recuerdan que con el precio de cotización actual de los hidrocarburos en el mercado internacional, el Fondo no reúne las condiciones atractivas para cumplir con su cometido.