Argentina garantiza compra de más gas, pero no los mismos precios
La situación crítica de la Argentina junto a la precaria situación del sector hidrocarburífero del país augura momentos difíciles en el corto plazo. Ayer, tanto el ministro de Economía Mario Guillén como el embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez, hicieron declaraciones para...



La situación crítica de la Argentina junto a la precaria situación del sector hidrocarburífero del país augura momentos difíciles en el corto plazo. Ayer, tanto el ministro de Economía Mario Guillén como el embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez, hicieron declaraciones para tratar de tranquilizar a la opinión pública, sin embargo, los analistas siguen haciendo cálculos.
El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció la semana pasada la necesidad de su Gobierno de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para pedir financiación ante la incapacidad e inoperancia de sus medidas de gobierno, que lejos de alcanzar las cuotas señaladas en campaña ha empeorado los indicadores de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
El Fondo Monetario Internacional impondrá criterios y condiciones en la financiación que normalmente afectan a los servicios públicos y los logros del Estado del Bienestar, sin embargo también se advierten medidas para cuidar los dólares, lo que implicaría un uso mayor de sus reservas de gas, lo que podría derivar en una hipotética reducción de compra del gas boliviano.
Si bien el gas boliviano es el más barato que recibe el vecino país, el margen todavía es superior al que por ejemplo se vende en Brasil.
Normando Álvarez, en entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias Fides (ANF), afirmó que el gobierno de Mauricio Macri no tiene deudas pendientes con Bolivia, y que ratificará el 23 de mayo, que quiere más gas para el periodo de invierno y menos para el verano. Álvarez hace referencia a una reunión ya anunciada para abril entre el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez y su homólogo argentino Juan José Aranguren. En la actualidad el mínimo de combustible para invierno es de 20,3 millones de metros cúbicos diarios (Mmmcd) y un máximo de 23,9 Mmmcd.
El ministro Guillén se refirió también al asunto indicando que “desde el punto de vista del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en algún momento puede afectarnos si es que la Argentina nos demanda menos gas de lo que nos demanda normalmente, ese puede ser un efecto en nuestro crecimiento, pero no olvidemos que ya hemos sufrido un tema parecido en años pasados por lo tanto nosotros no prevemos un gran impacto”.
Precios y volúmenes
En ambos casos se hace referencia a los volúmenes a comprar y vender, pero no a precios. Una situación que podría tocarse al amparo de los contratos y de acuerdo a la crisis argentina, pero sobre todo, por la debilidad boliviana para encontrar nuevos mercados que sustituyan a los de Brasil, que terminan en 2019. El Gobierno brasilero ya ha anunciado que no renovará de forma directa y se calcula que a través de otras empresas se pueda colocar hasta 15 de los 30 que se pueden nominar actualmente, aunque los últimos meses apenas se haya llegado a 24, que es el mínimo exigido por contrato.
La semana pasada, cuando se evidenció esta falencia, tanto el Ministerio de Hidrocarburos como YPFB aseguraron que la opción más avanzada es la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) a través del puerto de Ilo, en Perú, un proyecto que apenas está en estudios y no se contempla su licitación en este año, por lo que la conclusión podría llegar avanzada la tercera década del siglo. Esta situación posibilita a la Argentina, advierten los expertos, de presionar a la baja las nuevas nominaciones, pues entienden la dependencia que existe en Bolivia al no haber conseguido nuevos mercados.
YACUIBA
La Planta Separadora solo hace GLP
El otro problema para la dependencia de la venta de gas a Argentina una vez que concluya el contrato con Brasil en 2019 es que la industrialización a gran escala no ha empezado. La planta Separadora de Yacuiba puede procesar hasta 30 millones de metros cúbicos, pero de momento solo hace GLP porque la petroquímica fue postergada hasta, al menos, 2023, cinco años después de lo que se había planificado. En el plan inicial de la nacionalización se contemplaba hasta 2018, de modo que coadyuvara al finalizar contratos.
[gallery ids="21354,21352"]
El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció la semana pasada la necesidad de su Gobierno de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para pedir financiación ante la incapacidad e inoperancia de sus medidas de gobierno, que lejos de alcanzar las cuotas señaladas en campaña ha empeorado los indicadores de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
El Fondo Monetario Internacional impondrá criterios y condiciones en la financiación que normalmente afectan a los servicios públicos y los logros del Estado del Bienestar, sin embargo también se advierten medidas para cuidar los dólares, lo que implicaría un uso mayor de sus reservas de gas, lo que podría derivar en una hipotética reducción de compra del gas boliviano.
Si bien el gas boliviano es el más barato que recibe el vecino país, el margen todavía es superior al que por ejemplo se vende en Brasil.
Normando Álvarez, en entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias Fides (ANF), afirmó que el gobierno de Mauricio Macri no tiene deudas pendientes con Bolivia, y que ratificará el 23 de mayo, que quiere más gas para el periodo de invierno y menos para el verano. Álvarez hace referencia a una reunión ya anunciada para abril entre el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez y su homólogo argentino Juan José Aranguren. En la actualidad el mínimo de combustible para invierno es de 20,3 millones de metros cúbicos diarios (Mmmcd) y un máximo de 23,9 Mmmcd.
El ministro Guillén se refirió también al asunto indicando que “desde el punto de vista del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en algún momento puede afectarnos si es que la Argentina nos demanda menos gas de lo que nos demanda normalmente, ese puede ser un efecto en nuestro crecimiento, pero no olvidemos que ya hemos sufrido un tema parecido en años pasados por lo tanto nosotros no prevemos un gran impacto”.
Precios y volúmenes
En ambos casos se hace referencia a los volúmenes a comprar y vender, pero no a precios. Una situación que podría tocarse al amparo de los contratos y de acuerdo a la crisis argentina, pero sobre todo, por la debilidad boliviana para encontrar nuevos mercados que sustituyan a los de Brasil, que terminan en 2019. El Gobierno brasilero ya ha anunciado que no renovará de forma directa y se calcula que a través de otras empresas se pueda colocar hasta 15 de los 30 que se pueden nominar actualmente, aunque los últimos meses apenas se haya llegado a 24, que es el mínimo exigido por contrato.
La semana pasada, cuando se evidenció esta falencia, tanto el Ministerio de Hidrocarburos como YPFB aseguraron que la opción más avanzada es la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) a través del puerto de Ilo, en Perú, un proyecto que apenas está en estudios y no se contempla su licitación en este año, por lo que la conclusión podría llegar avanzada la tercera década del siglo. Esta situación posibilita a la Argentina, advierten los expertos, de presionar a la baja las nuevas nominaciones, pues entienden la dependencia que existe en Bolivia al no haber conseguido nuevos mercados.
YACUIBA
La Planta Separadora solo hace GLP
El otro problema para la dependencia de la venta de gas a Argentina una vez que concluya el contrato con Brasil en 2019 es que la industrialización a gran escala no ha empezado. La planta Separadora de Yacuiba puede procesar hasta 30 millones de metros cúbicos, pero de momento solo hace GLP porque la petroquímica fue postergada hasta, al menos, 2023, cinco años después de lo que se había planificado. En el plan inicial de la nacionalización se contemplaba hasta 2018, de modo que coadyuvara al finalizar contratos.
[gallery ids="21354,21352"]