Poesía en acción, la letra en las calles y las plazas
En el marco de los festejos a la efeméride de Tarija, que se celebra el 15 de abril, ayer se realizó en la plazuela Sucre el Festival Internacional en Poesía “Poetas del Sur” en el que participaron bardos de Argentina, Chile, México, Perú y de los distintos departamentos del país. El...



En el marco de los festejos a la efeméride de Tarija, que se celebra el 15 de abril, ayer se realizó en la plazuela Sucre el Festival Internacional en Poesía “Poetas del Sur” en el que participaron bardos de Argentina, Chile, México, Perú y de los distintos departamentos del país. El evento pasó por ciudades como La Paz, El Alto, Sucre y culmina en Tarija.
El grupo organizador del evento fue el colectivo Poesía Boliviana Itinerante y contó con la participación de escritores como Héctor Monsalve de Chile, Roberto Reséndiz de México, Pavel Ugarte de Perú, Sebastián Diez de Argentina y el mexicano boliviano Jassiel Bueno.
También estuvieron los poetas nacionales Valeria Sandi, Víctor Paz y Alejandro Marat (Premio nacional) de Santa Cruz; Oscar Gutiérrez y Viviana Varela de La Paz, Harold Veizaga Tapia de Sucre, Ada Zapata de Cochabamba y los tarijeños Julio Barriga y Jorge Campero (dos veces premio nacional de poesía).
La letra
Cada uno, a su turno, fue leyendo la poesía de su creación bajo la sombra del kiosco de la plazuela Sucre ante un nutrido público de personas de distintas edades, especialmente jóvenes y adolescentes. Víctor Paz Irusta fue el primero en participar y luego expresó su júbilo por compartir con diferentes voces poéticas de Latinoamérica e interactuar con jóvenes poetas de Tarija.
A su vez, Óscar “Puki” Gutiérrez apuntó que estos eventos son imprescindibles porque la importancia de estos encuentros es escuchar lo que sucede en México, Argentina, Chile y “así se va construyendo una telaraña de afectos y discursos y encuentros, es imprescindible para humanizarnos, que no somos ajenos a lo demás”.
“Gratificante tanto a nivel personal como un aspecto desde adentro y como espectador –sostuvo el músico y poeta Harold Veizaga-, con la satisfacción de poder intimar más, tener un contacto más directo, tener el privilegio de encontrarse con otras propuestas que si no fuera por este tipo de eventos no se conocerían tal vez”.
La poetisa y periodista cultural proveniente de Cochabamba, Ada Zapata Arriarán subrayó la importancia de interactuar y compartir con representantes de países vecinos, lo que la motiva para continuar “bregando y luchando con la palabra poética y la posibilidad de acceder a las culturas de otros países encarnadas en esos escritores”.
Proveniente de Zamora – Michoacán, México, Roberto Resendiz Carmona se encuentra convencido de que la palabra es el mejor pretexto para tener nuevos amigos y conocer nuevas ciudades, la palabra y la poesía es la que les hace coincidir en estos espacios a través de la palabra, “que es lo que perdura”, que los hace más seres humanos.
Venido de Cuzco, Perú, Pavel Ugarte Céspedes, señaló que recorrieron ciudades que han sido protagonistas en la independencia americana hace menos de 200 años y que ahora “hay otro tipo de independencia desde la cultura, desde la palabra escrita, en el que los artistas y poetas son los protagonistas que vinculan nuestra historia continental”.
Para Héctor Monsalve de Santiago, Chile, “de alguna manera los lugares te van invadiendo y te transforman, en Bolivia ha sido increíble el viaje”. Quedó impresionado por la riqueza humana del país, por su espíritu, por el germen poético que lo tuvo en constante estado de emoción.
El tarijeño Julio Barriga se limitó a decir: “He caminado por las orillas del Guadalquivir, faz de plata, ferozmente dispuesto a la estupidez o a la melancolía, y vi en sucias acequias flotando condones usados y perros muertos, el cauce encajonado entre millones de dólares y; sin embargo, eran ellos los árboles desnudos del invierno y las gaviotas chillando su desolación en el polvo de oro que la luz del atardecer tamizaba”.
Por su parte, el dos veces premio nacional de poesía, el chapaco Jorge Campero, valoró que con eventos de este tipo se abren corredores culturales hacia otros países, lo que permite que muchos de nuestros escritores sean invitados a festivales latinoamericanos de importancia como en México y Colombia, lo que permite visibilizar la poesía boliviana más allá de las fronteras.
Entretanto, el premio nacional de poesía “Yolanda Bedregal”, Alejandro Marat, subrayó que le fue maravilloso enriquecerse al conocer otra lectura y otros personajes. Se considera un poeta trágico. “Me gusta la tragedia, mis grandes padres son Baudelaire, Rimbaud, Edgar Allan Poe. La poesía tiene que sentir la soledad del mundo y arrodillarse como un niño que reza en una sacristía, la poesía tiene que tener tragedia”.
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El grupo organizador del evento fue el colectivo Poesía Boliviana Itinerante y contó con la participación de escritores como Héctor Monsalve de Chile, Roberto Reséndiz de México, Pavel Ugarte de Perú, Sebastián Diez de Argentina y el mexicano boliviano Jassiel Bueno.
También estuvieron los poetas nacionales Valeria Sandi, Víctor Paz y Alejandro Marat (Premio nacional) de Santa Cruz; Oscar Gutiérrez y Viviana Varela de La Paz, Harold Veizaga Tapia de Sucre, Ada Zapata de Cochabamba y los tarijeños Julio Barriga y Jorge Campero (dos veces premio nacional de poesía).
La letra
Cada uno, a su turno, fue leyendo la poesía de su creación bajo la sombra del kiosco de la plazuela Sucre ante un nutrido público de personas de distintas edades, especialmente jóvenes y adolescentes. Víctor Paz Irusta fue el primero en participar y luego expresó su júbilo por compartir con diferentes voces poéticas de Latinoamérica e interactuar con jóvenes poetas de Tarija.
A su vez, Óscar “Puki” Gutiérrez apuntó que estos eventos son imprescindibles porque la importancia de estos encuentros es escuchar lo que sucede en México, Argentina, Chile y “así se va construyendo una telaraña de afectos y discursos y encuentros, es imprescindible para humanizarnos, que no somos ajenos a lo demás”.
“Gratificante tanto a nivel personal como un aspecto desde adentro y como espectador –sostuvo el músico y poeta Harold Veizaga-, con la satisfacción de poder intimar más, tener un contacto más directo, tener el privilegio de encontrarse con otras propuestas que si no fuera por este tipo de eventos no se conocerían tal vez”.
La poetisa y periodista cultural proveniente de Cochabamba, Ada Zapata Arriarán subrayó la importancia de interactuar y compartir con representantes de países vecinos, lo que la motiva para continuar “bregando y luchando con la palabra poética y la posibilidad de acceder a las culturas de otros países encarnadas en esos escritores”.
Proveniente de Zamora – Michoacán, México, Roberto Resendiz Carmona se encuentra convencido de que la palabra es el mejor pretexto para tener nuevos amigos y conocer nuevas ciudades, la palabra y la poesía es la que les hace coincidir en estos espacios a través de la palabra, “que es lo que perdura”, que los hace más seres humanos.
Venido de Cuzco, Perú, Pavel Ugarte Céspedes, señaló que recorrieron ciudades que han sido protagonistas en la independencia americana hace menos de 200 años y que ahora “hay otro tipo de independencia desde la cultura, desde la palabra escrita, en el que los artistas y poetas son los protagonistas que vinculan nuestra historia continental”.
Para Héctor Monsalve de Santiago, Chile, “de alguna manera los lugares te van invadiendo y te transforman, en Bolivia ha sido increíble el viaje”. Quedó impresionado por la riqueza humana del país, por su espíritu, por el germen poético que lo tuvo en constante estado de emoción.
El tarijeño Julio Barriga se limitó a decir: “He caminado por las orillas del Guadalquivir, faz de plata, ferozmente dispuesto a la estupidez o a la melancolía, y vi en sucias acequias flotando condones usados y perros muertos, el cauce encajonado entre millones de dólares y; sin embargo, eran ellos los árboles desnudos del invierno y las gaviotas chillando su desolación en el polvo de oro que la luz del atardecer tamizaba”.
Por su parte, el dos veces premio nacional de poesía, el chapaco Jorge Campero, valoró que con eventos de este tipo se abren corredores culturales hacia otros países, lo que permite que muchos de nuestros escritores sean invitados a festivales latinoamericanos de importancia como en México y Colombia, lo que permite visibilizar la poesía boliviana más allá de las fronteras.
Entretanto, el premio nacional de poesía “Yolanda Bedregal”, Alejandro Marat, subrayó que le fue maravilloso enriquecerse al conocer otra lectura y otros personajes. Se considera un poeta trágico. “Me gusta la tragedia, mis grandes padres son Baudelaire, Rimbaud, Edgar Allan Poe. La poesía tiene que sentir la soledad del mundo y arrodillarse como un niño que reza en una sacristía, la poesía tiene que tener tragedia”.
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