“Entre Mundos y Formas”, pintura para amigos y familiares
Los más cercanos al novel pintor tarijeño, Fernando Ruiz, se reunieron en la Galería de la Casa de la Cultura para apreciar su propuesta, disponible únicamente el 8 y 9 de noviembre.
Una de las exposiciones más breves de la galería de la Casa de la Cultura, sin duda es la del tarijeño, Fernando Ruiz, quien acercándose a su cuarta década de vida decidió perseguir su pasión por la pintura con la exposición “Entre Mundos y Formas”, su primera salida al público. Qué mejor que hacerla en su ciudad natal, rodeado de amigos y familiares con quienes compartió bebidas, chocolates suizos y recorridos por las tres series que componen su exposición.
La primera parada es “Léman I”, una colección contemplativa en la que trasluce la serenidad y opulencia de la vida en el lago suizo. Sigue “CDMX I”, con la que Ruiz paga un tributo simbólico a las vías y rincones de la ciudad que lo vio crecer. Todo cierra con “Autoinmune I”, que según el autor es un “diálogo personal de conocimiento, aprendizaje y resiliencia”.
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Sorprendidos por la abstracción de Ruiz, los asistentes recorrieron la obra de un autor que se vale del gesto mínimo y el color vibrante para capturar y reflejar sus afinidades. Ruiz logra una obra abstracta objetiva, como una fotografía extremadamente desenfocada donde los límites de la forma se pierden y lo que sobrevive es el color como nuevo contenedor de percepciones.
Su técnica es de una economía tajante, con capas finas de material que prescinden de protuberancias o excesos. Ni más ni menos que una imagen en la que todo sentido de profundidad es apenas una sugerencia, y que sitúa al artista en el espectro del arte decorativo. Ciudad de México, Lago Léman, paisaje interior. Resta saber cómo representaría a Tarija, y qué de esta tierra se quedó con él.