Si en Morros Blancos sanaran
Para Miguel Sotelo, la única manera de parar el crimen es sanar las heridas ancestrales.
El hermano Miguel Sotelo es integrante de la Pastoral Social Carcelaria Católica de Bolivia. Como depende de la Diócesis de Tarija, atiende los centros penitenciarios que están bajo su jurisdicción, por lo que conoce bien los penales de Bermejo, Yacuiba, Entre Ríos y Morros Blancos. En este último, ha trabajado ya al menos ocho años.
Sotelo también es psicoterapeuta, por lo que su visión de la dinámica que llevan los centros penitenciarios tarijeños es muy particular, y habla con un lenguaje preciso donde la palabra “sanación” tiene una connotación especial.
El penal es un termómetro de lo que está sucediendo en la sociedad
Pura Cepa conversó con él durante la presentación de obras del Centro Productivo Morros Blancos, una asociación de carpinteros privados de libertad que llevó al MegaCenter algunos trabajos resultantes de los talleres de pintura, carpintería y tapicería que recibieron de parte del Taller Artístico Cultural Atenea y el colectivo A Desalambrar Cultura.
Pura Cepa (PC). ¿Cómo define el penal de Morros Blancos?
Miguel Sotelo (MS). El penal es un termómetro de lo que está sucediendo en la sociedad. La sociedad está enferma, produce enfermos. Pero las leyes están hechas no para sanar, sino para castigar. La misma jueza de ejecución penal me dijo una vez, “padrecito, las han hecho, que las cumplan”. Ella entiende mucho de papeles, pero aquí hay seres humanos, no papeles. Tienen historias heridas, hay que sanarlas, y no se sanan de esta manera. Es una escuela de crimen, tal como está.
PC. ¿Cómo podría convertirse en un centro de sanación?
MS. Hay que cambiar todo el sistema. Y el espacio. Pero las autoridades no quieren invertir en hacer un centro diferente. Hay que tumbar eso, cambiar totalmente, y tener una pedagogía totalmente distinta, con gente que sane. Al Dr. Ramiro Llanos, que fue Director Nacional del Régimen Penitenciario, lo echaron por eso. Quería quitar a los policías, quería una carrera especializada para trabajar en las prisiones, como tienen ya muchos países, donde no hay policías, hay funcionarios de prisiones que tienen una carrera especial, con psicología, psicoterapia, y herramientas para saber cómo ayudar a esas personas a sanar.
PC. ¿Qué trabajo hay que realizar para sanar a las personas privadas de libertad?
MS. Hay que trabajar las heridas que vienen ya desde el vientre materno. El drama de la persona viene de nuestros ancestros, que marcan la salida. Si nadie ayuda a sanarlos, repetimos cosas que aprendimos desde atrás. Hay patrones, hay programas, hay creencias y hay historias familiares que marcan tu vida. Si no las conoces, ellas marcan desde el inconsciente. Repites cosas que te dejó tu abuelo, tu bisabuelo, o más lejos todavía.