¿Cómo explicar el racismo a la niñez?
El fenómeno afecta a todas las sociedades del mundo y sus consecuencias son devastadoras para individuos y comunidades. Pero, ¿cómo explicarlo?



Existe racismo cuando algunas personas deciden tratar a otras de manera diferente, o cuando buscan hacerles daño solo por la forma en que lucen o por el lugar del que vienen. A veces, las personas creen o pueden creer que cierta persona es mejor o peor solamente por el color de su piel, su origen étnico, o su apariencia física. Todas estas apreciaciones no toman en cuenta que todas las personas en el mundo merecen un trato respetuoso y amable, sin que importe cómo seamos por fuera.
El racismo puede tener efectos muy molestos para las personas que lo sufren. Por ejemplo, puede hacer que las personas atacadas se sientan tristes, heridas o excluidas. Se cree que el único racismo que existe es el de las personas con piel clara hacia las personas con piel oscura, pero la realidad es que el racismo puede ir en todas direcciones y afectar a todo el mundo. ¿Realmente queremos hacer daño a las otras personas?
No importa si tienes la piel clara, oscura o de cualquier otro color, lo importante es lo que hay dentro de ti, en tu mente, en tu corazón, en tus pensamientos y emociones
Hay un racismo individual, lleno de prejuicios, estereotipos y actitudes discriminatorias, un racismo institucional en el que las instituciones sociales reproducen prácticas y políticas discriminatorias, y un racismo sistémico, es decir, el que sucede entre las diferentes partes de la estructura social y económica en la que vivimos, y que permite que este fenómeno de discriminación haga que siempre exista desigualdad y, por lo tanto, sufrimiento.
No importa si tienes la piel clara, oscura o de cualquier otro color, lo importante es lo que hay dentro de ti, en tu mente, en tu corazón, en tus pensamientos y emociones, y cómo todas esas cosas hacen a la manera en que tratas a los demás. Lo más vital es ser una persona amable, respetuosa, y valorar la diversidad de personas y experiencias que hay, pues cada ser es único y especial a su manera. Nadie es mejor que nadie por su apariencia o su lugar de origen. Simplemente, todos tienen condiciones diferentes, y todos merecen las mismas oportunidades y derechos.
Si alguna vez has sido víctima de racismo, o has visto a alguien siendo racista, o quizá has tenido pensamientos y acciones racistas, pues buscar a alguien de confianza para hablar a profundidad del tema, ya que es importante comprender que el racismo nos impide crear un mundo de respeto, y tiene consecuencias emocionales y psicológicas tanto para las personas racistas como para las racializadas.
La amistad, el amor y la comprensión pueden trascender las diferencias y ayudar a todos a construir una sociedad más justa y amable en la que toda persona esté dichosa de vivir. Todos tenemos la responsabilidad de ser amables, comprensivos y respetuosos con los demás, sin importar su apariencia o su origen.