Juan David Ovando Aguilar, el Colibrí de América
Entrevista con un exponente mexicano de la poesía sentimental que nos regala dos poemas de su libro "Corazón Latino".



El autor nació en la ciudad de Xalapa, Veracruz, y ha sido un trabajador incesante en la política y la educación en su país natal, México. Ganador de innumerables premios, ha ocupado los primeros puestos en las instituciones más renombradas de su país, como el Club Rotario, la Universidad de las Naciones, el Colegio de Bachilleres de Veracruz y el Centro de Estudios e Investigación en Seguridad.
Estudió Filosofía y Derecho, “al estilo de Octavio Paz”, y también incursionó en el periodismo, ganando la Presea Fernando Benítez en 1994, recibiéndola de manos de quien fuera Carlos Payán Velver, fundador del prestigioso diario mexicano La Jornada. Sin embargo, en el mundo literario, Juan David Ovando Aguilar es mejor conocido como “El Colibrí de América”. En julio de este año, visitará Argentina para presentar su mencionado libro, y guarda la esperanza de poder pisar suelo boliviano.
Antes de llegar a los dos poemas que nos autorizó a reproducir tal y como los ha entregado, ofrecemos una entrevista con el autor mexicano, exponente de la poesía sentimental latinoamericana.
Pura Cepa (PC). ¿Quién es el Colibrí de América?
Juan David Ovando Aguilar (JD). Es un ave pequeña con un enorme corazón. Es un hombre que, cuando el mundo lo dejó únicamente con un lápiz y un papel, le regresa al mundo su poesía de amor. Me gusta la historia del mundo prehispánico y colonial que vemos en la arquitectura y la lengua. Admiro a Vasconcelos cuando dice, “por mi raza hablará mi espíritu, la raza cósmica”. A José Martí, que desde México se enamora del continente. A José Ingenieros, cuyo libro “Las Fuerzas Morales” fue el primero que leí fuera de la escuela, donde decía, “dichosos los pueblos de América si logran su verdadera nacionalidad, la nacionalidad continental”.
PC. ¿Qué es la poesía para ti?
JD. La poesía es libertad, es esencia, es el absoluto, es el encuentro del ser entre el espacio y el tiempo, la poesía es la belleza del lenguaje, porque alcanza lo más sublime de la escritura, es una energía a la que pocos pueden llegar.
PC. ¿Cómo aprendiste el arte de la poesía?
JD. La mejor cátedra para el escritor, es la vida, y la del poeta es el ritmo de su corazón. El poeta está enamorado de la vida y la hace poesía, y al hacerlo, la eleva al nivel del alma. Yo no hago una poesía para enamorar a una mujer hermosa, es una mujer hermosa la poesía que me enamoró a mí. Como Shakespeare con Romeo y Julieta, pasaron fuertes momentos de la vida y perdí todo hasta quedarme únicamente con un lápiz y un papel, y con ellos le regresé al mundo mi poesía de amor. Así nació “Corazón Latino”. Me enamoré de una mujer, la convertí en mi musa y la poesía fue un ideal que me ayudó a sobrevivir las frivolidades sociales.

PC. ¿Qué es la escritura para ti?
JD. El escritor pasea su espíritu creativo y amoroso de imaginación por la realidad, y la realidad por la imaginación, creando mundos nuevos para los mundos viejos. Vivo en las letras y en el corazón de quienes leen mis letras. Escribir es la extensión del ser y la extensión de la vida más allá del tiempo cuando le imprimen su razón de ser. Juan José Arreola expresaba que el hombre tiene nostalgia de la creación y no se conforma con vivir, sino que también necesita crear. Yo creo en el arte como creación, en la literatura, la poesía, la música, la pintura. La obra del artista, como me lo expresó un gran pintor, debe tener tres elementos para trascender. Ritmo, equilibrio y armonía.
PC. ¿Cómo es tu rutina de escritura?
JD. Es variable. La inspiración llega de pronto. Así hago: Voy caminando, veo un paisaje, viajo, o escucho una canción, y el recuerdo me lleva a mi musa, a mi amada, a mi única mujer que me hizo amar y flotar, la que me hizo poeta. Llega la inspiración, el momento, la fascinación. Tengo a mano frases, pensamientos que llegan de repente, y muchas veces escribo y comparto en las redes. Así nació “Corazón Latino”. Muchas veces, publicaba frases en Facebook y a la gente le empezaba a gustar, y me empezaron a seguir. El día que presenté el libro, se llenó el auditorio del Casino Jalapeño de gente que conocí en las redes. Todos los libros se vendieron el primer día.
PC. ¿Quiénes han influenciado tu estilo?
JD. Mi estilo es producto de mis sentimientos, como Octavio Paz, cuando le preguntan desde dónde escribe, si de izquierda o derecha, y responde que escribe desde su habitación, de su soledad, nunca desde otros. Así escribo, desde lo más profundo de mi ser, desde la esencia de lo que siente mi corazón, que siente correr la fuerza de su propio destino en sus venas. Y me encanta la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer. Neruda es el amor en el aire. García Márquez y Juan Rulfo.
PC. ¿Quién es tu público, o a quién le escribes?
JD. Me inspiró una mujer que me hizo amarla hasta encontrarla, me hizo amarla hasta perderme, pero llegué a la cúspide del amor. Quizás a ella ya no le importa lo que escribo, y esa será mi mayor nostalgia. Cuando estaba con mi editor revisando la segunda edición, le contaba que en la primera nació un ser imperfecto, con errores, pero muy humano e idealista que, en ese momento, estaba enamorado. Él me mira a los ojos y me dice, “ya no escribes para ella, ahora escribes para la humanidad”. Creo que ese es el sentido del Colibrí de América, llevar un mensaje de vida y amor, aun entre la frivolidad y el dolor, una frase que inspira y un poema que eleva. Un sentimiento del alma.
PC. ¿Cuál es tu vínculo con Sudamérica y qué importancia tiene en tu poesía?
JD. Sudamérica tiene mucha importancia en mi vida. He estado en el Perú. Mi poema “Perú Mágico” nació allá. Me hizo vibrar y abrir mis alas en la cordillera andina, con su filosofía antigua y la convivencia de los uros en el lago Titicaca, rozar el cielo en Machu Picchu, donde se besa el cielo con la tierra. Deseo ir pronto a Argentina, como un sueño que me está llamando al final del mundo para contar la historia del Colibrí de América. Mi relación con Sudamérica es permanente. Hay gente sensible que le gusta la poesía y eso me motiva en la vida. Han leído mis poemas en Colombia, en Perú, en Santiago de Chile, en Venezuela, en Argentina. Tengo un amigo escritor en Bolivia, Jorge Antonio Encinas Claderas. Quiere venir a México, y yo, con el Colibrí de América, también quiero y deseo ir allá. Por lo pronto, esta entrevista es una forma de estar allá.
Si supieras
Si supieras, si tan sólo supieras que miro tu foto todas las noches, que al dormir y al despertar tú siempre estás conmigo, que escribo entre el viento la inicial de tu nombre, lo que te dice mi corazón aun cuando calla, es qué a mis latidos tú si les das sentido.
Si supieras, si tan sólo supieras que por las mañanas te bendigo con el sol al entrar la aurora, que dibujo una sonrisa cuando escucho tu nombre, que dibujé un arcoíris para irme contigo.
Si supieras, si tan sólo supieras que besé como un colibrí cada una de tus flores, que ya no extrañan el sabor de la miel porque extrañan más el olor a tu piel.
¡Si supieras, si tan sólo supieras!, que el amor hace ver lo perfecto de estar vivo. Esa es la magia que descubrí contigo. Si supieras, si tan sólo supieras
¡Que tú me haces Poetay yo a ti mi amada poesía!
Mujer te encuentro en todas partes
Te encuentro en todas partes, en la novela de Shakespeare, en las frases de Neruda, en los versos de Bécquer, en los cuentos de Cortázar. En el color de tus flores y jardines, en las nubes, en las estrellas, te encuentro en la Luna, y ahí me tienes volando por las noches, abrazando tus sueños... te vuelves en el divino altar de mis sueños, de mis sentimientos y mis pensamientos que atraviesan el firmamento. Te encuentro en todos lados, en cada momento, en cada minuto, en cada segundo de la vida porque te amo... Te encuentro en todas partes, en mis manos, en mi mirada extraviada, y en el sabor de mis labios. Porque te extraño, te llevo en mi silencio y me acompañas en mi soledad. Te encuentro en todas partes, amor mío, y a todas partes te llevo conmigo, vida mía...