Joyería desde la antropología, la mirada de Alejandra Vaca
Desde 2010 Alejandra trabaja con sus joyas.
A primera vista un cruce entre la antropología y la joyería puede resultar extraño de imaginar, pero es precisamente entre ese choque de dos mundos que Alejandra Vaca Prudencio vive su día a día. Mientras crea joyas con orfebrería y textiles para su marca Zoe, también se dedica a la investigación de textiles etnográficos, recuperando el pasado con la investigación y creando en el presente con su yunque.
Su entrada a la joyería se dio como un proceso de experimentación y aprendizaje empírico, al menos de inicio, cuando encontró en su hogar el yunque y martillo con los que crearía sus primeras piezas. Lo que más llamaba su atención era el hecho de poder manipular a voluntad la densidad del metal y así definir su blandura o dureza. A diferencia de los textiles, que tienen unas características físicas casi permanentes, pudo aprender a modificar las de la plata.
Complementó sus conocimientos con algunos cursos y con trabajo para joyeros en La Paz, su ciudad natal.
A la par que estudiaba la carrera de antropología, Alejandra experimentaba con sus joyas, pero aún faltaba una variable en la ecuación: los textiles. Fue cuando pasó un taller de telares verticales con la artista Martha Cajías que su interés por los textiles despertó. Inmediatamente supo cómo podía vincular lo textil a las joyas y a la antropología.
“Las joyas y textiles nos cuentan historias”.
Mediante la investigación académica pudo sumergirse desde otro ángulo al nuevo mundo que descubría y conocer técnicas que estaban prontas a desaparecer. Desde una mirada como antropóloga señala que “las joyas y textiles son objetos que cuentan una historia, son objetos de un lenguaje que comunica”.
Si bien en su obra no hay un mensaje específico para su público, sí se inspira y crea a partir de su entorno, la naturaleza, su mirada de la vida y sus emociones. Las distintas colecciones nacen a raíz de esas ideas; sin embargo, afirma que no siente necesario que el mensaje sea tan explícito como para que todos lo entiendan, pues la mayoría se acerca a sus creaciones más por el valor estético.
Bajo su marca Zoe comercializa sus joyas en plata, textiles y más materiales en dos tiendas entre La Paz y Santa Cruz. Pero llega a más clientes mediante redes sociales y ferias. Si bien los precios de su trabajo varían según distintos factores, oscilan entre los Bs 120 y Bs 700.
Actualmente trabaja en el lanzamiento de una nueva colección que sumará cerámica a los trabajos en plata. Para el futuro planea incluir madera también, además de la reinterpretación que hace de esas técnicas y tejidos ancestrales.