Bernardino Sotelo, emprender por primera vez a los 68 años
Bernardino encontró en la Navidad la época y concepto ideales para sus nuevos productos.
Un nuevo pasatiempo ha invadido los días de Bernardino Sotelo Ríos, uno que comparte con las demás personas para que estas adornen su casa navideña con un modelo diferente de árbol decorativo. A partir de una madera sobrante que tenía en casa, Bernardino empezó a fabricar sus árboles para emprender por primera vez a sus 68 años.
Nacido en Oruro, pero desde hace años ciudadano tarijeño, Bernardino se desempeñó a la largo de su vida en el área de las construcciones, concretamente como técnico en construcciones. Sin embargo, la pandemia por covid-19 lo alejó de su rubro por primera vez en mucho tiempo y si bien tiene planes de regresar a él, aún espera el momento indicado.
“Quiero volver a la construcción el próximo año”.
Mientras aguarda, Bernardino encontró un pasatiempo con el que puede aplicar sus conocimientos como técnico en construcción, utilizar restos de materiales y dejar volar la creatividad, a la par que puede tener un pequeño negocio propio. Entre risas cuenta que en su hogar siempre le han reprochado el que guarde sin utilizar los saldos sobrantes de material de las obras, pero ahora siente que la razón está de su lado, pues con ellos empezó a fabricar sus árboles navideños.
Sus árboles son hechos de madera, específicamente del machimbre que tiene guardado en su casa. Con clavos y pegamento, más luces de Navidad, Bernardino reconfigura la madera en unos diseños únicos. La variedad de sus árboles se manifiesta en gran parte en las diferentes presentaciones que tienen, ya que los tamaños disponibles son de 30 c. m., 50 c. m. y hasta 80 c. m. De igual manera, y según el tamaño y los adornos, los precios oscilan entre los Bs. 30 y Bs. 120.
“Emprender es una linda experiencia”.
Bernardino destaca que fue su hija, Aracely, quien lo inspiró a dedicarse a una actividad creativa, pues ella encabeza el Mercadito Creativo, un espacio colaborativo de emprendedores al que él se sumó con sus árboles. Para él emprender es una experiencia nueva y satisfactoria que a sus 68 enfrenta con “voluntad y honestidad”. Esos dos valores los señala como claves para cualquier actividad que se realice y para la vida misma.
Aunque actualmente Bernardino se encuentra contento con sus creaciones en madera, a las que añadió adornos y posa platos, aún siente que puede y sabe que volverá a la construcción. Pero esta vez con un proyecto innovador en el área, ya que planea dar talleres con los que pueda enseñar a la gente a “construir su propia casa con sus propias manos”.