Andrea Tapia, el diseño y la cultura andina
La joven paceña trabaja para seguir su pasión y dejar una huella con identidad andina.



Andrea Tapia salió bachiller a los 16 años. Sin saber qué quería para su vida, se inscribió a la carrera de Odontología por consejo de su familia. Sin embargo, tendrían que pasar 5 años para que se dé cuenta de que ese no era su camino y que lo suyo era el diseño.
Nunca llegó a ejercer como odontóloga, sino que decidió volver a la universidad para seguir su pasión y cursar la carrera de Diseño Gráfico. Actualmente, la diseñadora paceña de 33 años se desempeña en su emprendimiento Psicodelia Andina, donde, junto a su equipo, puede trabajar en lo que ama logrando diseños únicos con sello andino.
El emprendimiento fue fundado junto a su socio Alejandro Ibáñez y es el resultado de la evolución de un proyecto anterior. Los productos se trabajan con fieltro y son peluches, accesorios y regalos personalizados; son únicos pues no se producen en serie. Estos tienen 2 características principales: la identidad andina y el toque de Psicodelia Andina.
“Debemos seguir el camino que nos hace felices, aunque haya que dejarlo todo”.
Los peluches, por ejemplo, pueden ser llamas, trajes de danzas típicas o personajes inspirados en alguna película, serie o la vida real. Además, tienen una línea inspirada en superhéroes llamada Llamengers, estos son llamas con la identidad de los héroes de cómics y cine. Andrea sabe que a la gente le encanta tener figuras de estos personajes, pero asegura que es diferente y más especial cuando son hechas en el propio país.
Pura Cepa (PC): ¿Por qué diste un cambio tan radical a tu vida?
Andrea Tapia (AT): “Cuando salí del colegio no sabía que lo mío era el diseño, pero me gustaba el arte. Entré a Odontología solo por el consejo de mi entorno, pero nunca me gustó. Cuando terminé y le dije a mi madre que quería estudiar diseño, tuve todo su apoyo, se dio cuenta de que era feliz con eso. Si es necesario, hay que dejar todo para seguir el camino que nos hace felices”.
(PC): ¿Cómo creció Psicodelia Andina?
(AT): “Bueno, cuando empezamos hace años se llamaba Trippy, pero en 2018 decidimos refrescar la marca y cambiamos el nombre a Psicodelia Andina. Trabajar con ferias nos ha ayudado mucho porque a la gente de La Paz le gusta el trabajo artesanal y más si refleja su identidad. También tenemos caseritos en todo el país, solo no pudimos llegar a Beni aún. Somos un equipo de 5 personas que quiere trabajar con diseño y cultura”.