Andrea Liebers y Fabiola Farfán, repostería artística sin límites
Hija y madre trabajan juntas hace 8 años creando repostería personalizada.



Andrea Liebers Farfán tiene un negocio de pastelería artística junto con su madre Fabiola Farfán. Ellas llenan de vida y colores a tortas y cupcakes, logrando creaciones únicas y personalizadas para cada cliente.
La panadería es una tradición en su familia: “Tenemos una herencia panadera, mis abuelos lo eran y tenían su panadería”, por lo que ambas ya eran cercanas a este mundo.
Todo comenzó en 2014, cuando Andrea cursaba los primeros años de Arquitectura. Ella, aficionada a los trabajos manuales, hacía modelaje en porcelana fría, cuenta: “Un día se me presentó un curso de modelaje en masa comestible, y me animé porque me gustan estas cosas”.
Los primeros cupcakes eran hechos como un pasatiempo más, en el que Andrea ponía en práctica lo aprendido. No hacía su propia masa, trabajaba con cupcakes comprados y el producto final era para ella. Sin embargo, en esos tiempos de universidad, surgió la idea de empezar a vender los productos y crear un pequeño emprendimiento.
“Al inicio solo hacíamos para nuestro entorno cercano, familiares y amigos. Subíamos las fotos a Facebook también, pero las redes sociales no eran tan relevantes todavía”.
Fue en el 2016 cuando el negocio se tornó como algo serio y dejó de ser un hobby, pues empezaron a recibir encargos para eventos y vieron que podían dedicarse a ello.
“Junto con el diseño personalizado, buscamos un sabor a hecho en casa”
Hoy, Andrea trabaja exclusivamente en su negocio Tortas & CupCakes -nombre con el que se presentan en redes-, dejó atrás la arquitectura y, en lugar de construir con cemento y ladrillos, lo hace con una masa repostera como cimiento, dejando explotar la creatividad encima y adecuándose a las exigencias del cliente.
Los pedidos son personalizados. No hay temática que no pueda ser plasmada por ella sobre una torta o cupcake. Andrea se encarga del diseño y la estética; Fabiola, de las masas y sabores. “Mi mamá es la que les da el toque mágico a los sabores”.
Pero no son dos trabajos separados, el proceso, requiere planear e integrar correctamente el diseño que pide el cliente con los sabores posibles, pues “el diseño determina los sabores”. Si bien tienen una amplia gama para satisfacer los paladares, para ciertos productos -tortas con formas de personajes, por ejemplo- se deben elegir sabores que lo permitan. Una torta se prepara y decora en 2 días.
Su trabajo se puede resumir en una premisa: “Un producto personalizado y con un sabor como si estuviera preparado en tu propia casa”.
Andrea y Fabiola comenzaron este negocio hace 8 años, hoy ya lograron consolidarse y posicionarse en redes sociales, donde captan a su clientela con las fotos de los animadas y coloridas tortas y cupcakes.