Simón Pantaleón: entre artesanías y música
El artista manifiesta su preocupación por el desapego de los jóvenes hacia la cultura local.



Oriundo de Caraparí, Simón Pantaleón tiene un estrecho vínculo con la música chaqueña, tan estrecho, que cuando se vio confinado en un centro de aislamiento por su positivo a COVID-19, encontró en su violín el espacio para combatir el aburrimiento y la enfermedad.
“Mi madre fue mi única profesora”, cuenta mientras recuerda sus primeros contactos con el violín y el arco. La instrucción académica en música no la recibió hasta su madurez, cuando ya había realizado múltiples presentaciones en los escenarios locales.
“Aprendí de manera empírica, ella (su madre) no conocía las notas”. A los diez años recibió su primer violín, y su primer escenario fue un acto cívico en la escuela. Entre sus doce y trece años, llegó a presentarse fuera de Caraparí, tocando en Yacuiba.
Con el tiempo, Simón llegaría a saltar al marco nacional e internacional, tocando en Argentina y Paraguay.
“De niño no me imaginaba llegar a tocar en escenarios”.
Ya con el conocimiento instruido por su madre, y los años de práctica, pasó clases con un profesor de orquesta en Tarija: “Tocaba años y ya estaba acostumbrado, con un profesor de orquesta es distinto, tienes que empezar desde cero”.
Pero su sentir por la música no se limita a tocar para un público, pues: “En mi casa siempre estoy con el violín”. Además, de 2008 a 2015 Simón ejerció como profesor escolar de música.
Una labor que fue muy importante para él, ya que significó compartir todos los conocimientos que le dio su madre, y también poder combatir uno de los problemas que le cree que afecta a la juventud.
“Me gustaría que la juventud se apegue a la cultura local, que no se deje llevar por los de afuera”.
Simón siente que la música extrajera está alejando a los jóvenes de su cultura e identidad, además de que no simpatiza con las letras de géneros como el reguetón y el trap, pues las considera vulgares y ofensivas, sobre todos para las mujeres.
Por otro lado, dice: “La música chaqueña habla de cosas reales para el hombre chaqueños. Tiene letras sinceras”.
La música no es su única faceta. Si su madre fue quien lo introdujo en esa pasión; su padre fue quien le enseño la actividad en la que actualmente se desempeña: la artesanía -a la par que la música, claro-.
Simón tiene una caseta en el mercado, en la que vende sus artesanías hechas en cuero y madera. Empezó en ello cuando dejó su trabajo como profesor. “Mi madre me enseño el violín, mi padre era artesano, me siento orgulloso de haber heredado algo de ambos”.
Simón ya tiene un disco publicado y está en el proceso de lanzar el segundo.