Rukmini: “El yoga es una conexión de cuerpo, mente y espíritu”
Paola Cabezas es una maestra de yoga tarijeña que busca crear un espacio de paz y energía positiva en el centro de meditación ‘Yoga Amor’, que ella misma fundó.



El hogar de Rukmini se asemeja a un pequeño santuario de paz donde ha reinado el silencio en los últimos meses debido a la cuarentena. El centro de meditación ‘Yoga Amor’ cerró sus puertas en marzo, pero inmediatamente sus actividades se trasladaron a las plataformas virtuales. “No hemos parado un solo día”, cuenta Paola Alejandra Cabezas Narváez, a quien sus aprendices llaman Rukmini. No es un nombre elegido por ella, sino designado por el propio destino en un acto de iniciación espiritual.
El yoga es una tradicional disciplina que se originó en la India y que conecta el cuerpo, la respiración y la mente. Rukmini se inició en esta práctica a los 25 años guiada por su maestro y pronto, con ayuda de su instructora, se sintió llamada a la práctica del Karma Yoga que significa servicio desinteresado. “Hice Karma Yoga en el Intraid durante varios años” cuenta Rukmini en la tranquilidad del centro ‘Yoga Amor’ que se prepara para abrir nuevamente sus puertas a todos aquellos que necesiten encontrar paz y equilibrio.
Paola reconoce que durante los últimos años el interés por la práctica del yoga ha crecido en la ciudad y también se han derribado prejuicios que ella misma ha tenido que enfrentar en el seno familiar.
La tarijeña se tituló como maestra de yoga por la escuela Sivananda en Brasil y posterior a ello decide instaurar el centro de meditación en su hogar. “Esta es mi casa, aquí me crie y encontré un pequeño espacio en una habitación y comencé a dar las clases allí y de a poco fuimos agrandando. Ha sido un paso muy grande sentir que tenemos un hogar que está al servicio de la gente y hacer diferentes tipos de sanación”, cuenta.
‘Yoga Amor’ es un espacio de conciencia en el que se practica una serie de terapias holísticas, además de masajes, reiki y la alineación de los chakras. En este centro se imparte hatha yoga, que es un sistema elaborado de técnicas psicofisiológicas que incluye posturas, gestos psíquicos, llaves energéticas, ejercicios respiratorios y ejercicios de purificación interna.
Cuando Rukmini inició su vida espiritual en el yoga, no pudo evadir aquellos aspectos que forman parte de su esencia como lo es la música. “Cuando tenía 16 años armé una banda de rock. Era una banda femenina. Tocábamos rock pop con una mezcla de punk en diferentes lugares. Yo tocaba la batería” recuerda con nostalgia Paola mientras habla de sus compañeras que hoy se encuentran en países como España y Estados Unidos.
Años más tarde las melodías sintéticas de la música electrónica envolverían su vida, convirtiéndola en una de las primeras Dj de la ciudad en este género musical. “Cuando eres Dj eres como el conductor de un viaje. Todo depende de ti, de cómo trabaja tu energía y de cómo la maneja para poder llegar a un momento de felicidad”, explica.
La música forma parte de su desarrollo espiritual, así como su aprecio por la vida de todos los seres, lo que la llevó a adoptar un estilo de vida vegano desde hace varios años. Debido a la dificultad de hallar productos alimenticios acorde a sus principios, creó el emprendimiento “Todo Vegano”, junto a su pareja.
La pandemia sin duda ha afectado su estilo de vida, pero Rukmini rescata lo positivo de toda esta experiencia y los meses de encierro. “Lo he visto como una bendición, como un parar, tanto para el planeta como para nosotros. Era necesario”, dice la maestra de yoga. Muchos de los practicantes de esta disciplina hicieron de su hogar su propio templo de meditación y práctica, donde siguieron conectados con la yogui a través de las plataformas virtuales.
El centro continuará con las clases virtuales de lunes a viernes y las sesiones presenciales los días sábados.