El ejercicio intermitente
José Arciénaga Preparador físico Cuando pretendemos adelgazar porque padecemos sobrepeso u obesidad, es frecuente realizar trabajos aeróbicos para quemar calorías y perder grasa. Pero para optimizar la quema de grasas, el entrenamiento interválico es de gran ayuda. No obstante, de este...



José Arciénaga Preparador físico
Cuando pretendemos adelgazar porque padecemos sobrepeso u obesidad, es frecuente realizar trabajos aeróbicos para quemar calorías y perder grasa. Pero para optimizar la quema de grasas, el entrenamiento interválico es de gran ayuda. No obstante, de este se desprende el entrenamiento intermitente que se considera lo último para lograr el objetivo de reducir grasa en el cuerpo. Es un método más que puede usarse para ganar resistencia en grandes atletas o bien, aplicarse de esta manera para quemar grasas en individuos que lo necesitan por su salud.
El ejercicio intermitente propone la alternación de zonas de alto esfuerzo (15 segundos a la máxima intensidad) con pausas brevísimas para el reposo (20 segundos al 60% de la capacidad máxima del individuo) de modo de no permitir el descenso total del ritmo cardíaco sino hasta el final del entrenamiento. El entrenamiento intermitente permite ganar resistencia y al mismo tiempo permite quemar grasas al trabajar de un modo específico.
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Así, podemos quemar grasas pedaleando a una gran intensidad por corto tiempo y reduciendo la intensidad, también por períodos cortos. Este método además, es bien tolerado por personas con escasa resistencia, en los que puede extenderse el tiempo de recuperación hasta los 40-50 segundos y a medida que se gana en estado físico, se reduce el mismo para obtener mayores resultados. Se puede aplicar el método intermitente tras un trabajo previo que nos permita preparar al cuerpo para un arduo esfuerzo.
Cuando pretendemos adelgazar porque padecemos sobrepeso u obesidad, es frecuente realizar trabajos aeróbicos para quemar calorías y perder grasa. Pero para optimizar la quema de grasas, el entrenamiento interválico es de gran ayuda. No obstante, de este se desprende el entrenamiento intermitente que se considera lo último para lograr el objetivo de reducir grasa en el cuerpo. Es un método más que puede usarse para ganar resistencia en grandes atletas o bien, aplicarse de esta manera para quemar grasas en individuos que lo necesitan por su salud.
El ejercicio intermitente propone la alternación de zonas de alto esfuerzo (15 segundos a la máxima intensidad) con pausas brevísimas para el reposo (20 segundos al 60% de la capacidad máxima del individuo) de modo de no permitir el descenso total del ritmo cardíaco sino hasta el final del entrenamiento. El entrenamiento intermitente permite ganar resistencia y al mismo tiempo permite quemar grasas al trabajar de un modo específico.
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Así, podemos quemar grasas pedaleando a una gran intensidad por corto tiempo y reduciendo la intensidad, también por períodos cortos. Este método además, es bien tolerado por personas con escasa resistencia, en los que puede extenderse el tiempo de recuperación hasta los 40-50 segundos y a medida que se gana en estado físico, se reduce el mismo para obtener mayores resultados. Se puede aplicar el método intermitente tras un trabajo previo que nos permita preparar al cuerpo para un arduo esfuerzo.