Tener oídos saludables
Elías Vidaurre Médico En comparación con otras partes del cuerpo, las orejas “no nos piden gran cosa”: solo tenemos que lavárnoslas con regularidad, protegerlas del sol y del frío, cuidarnos bien los agujeros de los piercings, ir al médico cuando las tengamos sucias o cuando...
Elías Vidaurre Médico
En comparación con otras partes del cuerpo, las orejas “no nos piden gran cosa”: solo tenemos que lavárnoslas con regularidad, protegerlas del sol y del frío, cuidarnos bien los agujeros de los piercings, ir al médico cuando las tengamos sucias o cuando notemos molestias o dolor y, sobre todo, ¡no nos debemos meter cosas puntiagudas en su interior!
A tomar en cuenta
El conducto auditivo fabrica cera para proteger el oído. Una vez fabricada, la cera se va desplazando poco a poco hacia la el exterior y, desde allí, se desprende o bien se elimina cuando nos lavamos. Nos podemos limpiar suavemente la parte más externa del oído con una manopla. Ni siquiera es una buena idea utilizar bastoncillos de algodón, porque se puede empujar la cera hacia partes más internas del oído, irritar el conducto auditivo y hasta provocar infecciones.
Por descontado, es absolutamente desaconsejable meterse cosas puntiagudas o afiladas dentro del oído, porque nos podemos hacer sangre o lesiones graves en el oído. Si crees que tu hijo tiene los oídos sucios o llenos de cera, pide hora de vista con su médico para que se los limpie.
A veces, la gente que nada puede contraer una infección conocida como otitis del nadador u otitis externa. Se trata de una infección que afecta al oído externo y que provoca inflamación y dolor. Ocurre cuando el agua queda estancada dentro del conducto auditivo. Esto puede irritar la piel, facilitando la proliferación de bacterias que invaden el conducto y provocan una infección. En estos casos, también se debe acudir al médico.
También hay que proteger las orejas del sol y del frío. Cuando el sol pega fuerte, asegúrate de que tu hijo lleva un gorro y no te olvides de ponerle protector solar en las orejas para evitar que se las queme el sol. Y, cuando llegue el invierno, tápaselas bien con un gorro o con una cinta para la cabeza a fin de evitar los dolorosos sabañones.
La gente que nada puede contraer una infección conocida como otitis
El conducto auditivo fabrica cera para proteger el oído
El exceso de limpieza puede irritar el conducto auditivo y hasta provocar infecciones
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En comparación con otras partes del cuerpo, las orejas “no nos piden gran cosa”: solo tenemos que lavárnoslas con regularidad, protegerlas del sol y del frío, cuidarnos bien los agujeros de los piercings, ir al médico cuando las tengamos sucias o cuando notemos molestias o dolor y, sobre todo, ¡no nos debemos meter cosas puntiagudas en su interior!
A tomar en cuenta
El conducto auditivo fabrica cera para proteger el oído. Una vez fabricada, la cera se va desplazando poco a poco hacia la el exterior y, desde allí, se desprende o bien se elimina cuando nos lavamos. Nos podemos limpiar suavemente la parte más externa del oído con una manopla. Ni siquiera es una buena idea utilizar bastoncillos de algodón, porque se puede empujar la cera hacia partes más internas del oído, irritar el conducto auditivo y hasta provocar infecciones.
Por descontado, es absolutamente desaconsejable meterse cosas puntiagudas o afiladas dentro del oído, porque nos podemos hacer sangre o lesiones graves en el oído. Si crees que tu hijo tiene los oídos sucios o llenos de cera, pide hora de vista con su médico para que se los limpie.
A veces, la gente que nada puede contraer una infección conocida como otitis del nadador u otitis externa. Se trata de una infección que afecta al oído externo y que provoca inflamación y dolor. Ocurre cuando el agua queda estancada dentro del conducto auditivo. Esto puede irritar la piel, facilitando la proliferación de bacterias que invaden el conducto y provocan una infección. En estos casos, también se debe acudir al médico.
También hay que proteger las orejas del sol y del frío. Cuando el sol pega fuerte, asegúrate de que tu hijo lleva un gorro y no te olvides de ponerle protector solar en las orejas para evitar que se las queme el sol. Y, cuando llegue el invierno, tápaselas bien con un gorro o con una cinta para la cabeza a fin de evitar los dolorosos sabañones.
La gente que nada puede contraer una infección conocida como otitis
El conducto auditivo fabrica cera para proteger el oído
El exceso de limpieza puede irritar el conducto auditivo y hasta provocar infecciones
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