Pasaron cinco meses desde la desaparición de la niña Itzia junto a su abuela
Rafel Donaire, abuelastro de la niña Itzia, cuenta su verdad
Hace unos días obtuvo la detención domiciliaria, asegura que la Fiscalía omitió realizar una pericia clave para dar con la verdad histórica de los hechos y ahora se declara un rehén sentimental del caso



Rafel Donaire, quien es abuelastro de la niña Itzia, que desapareció junto a su abuela en mayo de 2023, fue detenido preventivamente en la cárcel por alrededor de cuatro meses porque la Fiscalía lo imputó por Trata y Tráfico de Personas. Hace unos días obtuvo la detención domiciliaria y ahora cuenta su verdad, asegura que la Fiscalía omitió realizar una pericia clave para dar con la verdad histórica de los hechos y ahora se declara un rehén sentimental del caso.
La historia comenzó cuando él llegó de España a Bolivia en diciembre del 2014 para poner en marcha la Planta Separadora de Líquidos de Yacuiba. A los meses de su estancia en suelo chaqueño conoció a Luz Gabriela Becerra, después de estar un tiempo como enamorados decidieron convivir juntos.
Gabriela, su pareja sentimental, vivía con su hija Belén Becerra y Rafel recuerda que su hijastra en ese tiempo ya estaba embarazada de Itzia, quien nació el 2016; reconocida después por Joel Cors.
La pareja de jóvenes estaba en contante conflicto y en un ámbito de violencia, a tal punto que Cors fue denunciado por Belén ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) en Yacuiba, según un documento mostrado a El País por Rafel. Cuando Belén se salió de la casa de su madre para vivir de manera independiente en agosto del 2019, fue cuando Itzia tenía tres años de edad y se quedó bajo el cuidado total de su abuela, aunque desde que nació siempre fue la que se hizo cargo de la niña. Es así que llegó a tener la guarda provisional de manera legal, pero luego vino otro desenlace.
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El día de la desaparición
A Rafel, un hombre de estatura mediana y cabello canoso, le gusta hablar con documentos en mano. Al momento de la entrevista sacó el cuaderno de investigaciones del caso y un par de hojas sueltas sobre la mesa. Es la casa donde cumple detención domiciliaria.
Si bien la abuela había logrado tener la guarda provisional de Itzia el 2019, el 2023 cambió la historia, porque el Tribunal de la Niñez y Adolescencia Nº 2 de Tarija determinó que Gabriela debía entregar su nieta a su madre biológica el 8 de mayo. Rafel recuerda que, tras conocer el fallo de la autoridad judicial, su pareja se veía preocupada y ansiosa e incluso le había hablado de irse del país, pero él le había mencionado que era mejor enfrentar los problemas y no huir, pero no imaginó que luego se iría sola con su nieta.
Ese 7 de mayo del 2023, Rafel recuerda que fue a visitar a un amigo, cuando regresó a su casa ya no encontró a su pareja ni a Itzia, pensó que habían salido por algún lugar cercano porque todas sus pertenencias estaban en su domicilio, no habían sacado ninguna maleta ni nada de esas cosas que son comunes en los viajes. Intentó llamarla vía teléfono, pero no logró comunicarse, los familiares de Gabriela tampoco sabían nada de ella. Esperó hasta el siguiente día y como no aparecían, interpuso una denuncia por desaparición ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
De denunciante a denunciado
Quien había denunciado la desaparición de Gabriela e Itzia, terminó siendo denunciado por Trata y Tráfico de Personas dentro del mismo caso. El 25 de mayo Rafel fue aprehendido por la Policía y trasladado a celdas de la FELCC, para luego ser enviado al penal del Morros Blancos con detención preventiva por determinación de un juez.
Antes de eso, el 11 de mayo, Belén (madre biológica de Itzia) denunció a su madre por sustracción de menores, después la denuncia fue en contra de su padrastro Rafel y ya no en contra su madre Gabriela, y como única víctima estaba la niña.
El principal indicio que llevó a la aprehensión de Rafel fue un vídeo, del cual el acusado asegura que fue mal utilizado dentro del proceso y que la Fiscalía no cumplió con su trabajo.
El peritaje que no se realiza
Mediante el video se acusa a Rafel de haber ayudado a escapar a Gabriela e Itzia, porque se lo observa cargar una maleta y conducir un vehículo donde estaban las ahora desaparecidas. Pero el acusado explica que ese video no es del 7 de mayo, día de la desaparición de su pareja y la niña, sino de una semana antes cuando se estaban cambiando de casa. Es por eso que su abogado pidió realizar una pericia para hacer un análisis técnico del código de procedencia y tiempo que refleje la fecha y hora del video para llegar a la verdad histórica de los hechos, pero la Fiscalía aún no lo hace.
Tampoco entiende por qué no se incluyó en el cuaderno de investigaciones o no se tomó en cuenta una conversación telefónica entre Gabriela y Pablo B. (otros de los investigados en el caso quien es socio empresarial de Rafel), del cual fue testigo un investigador policial. “Con esa llamada tenían su número de teléfono de Gabriela y podían geolocalizarla, podían buscarla. Además, con esa llamada sabían que estaban vivas y que no se estaba produciendo trata y tráfico”, comentó.
Por otro lado, recuerda que hay un video difundido por la prensa donde Gabriela declara que él no tuvo nada que ver con la decisión que ella tomó al irse con Itzia para protegerla. También hay el testimonio de la niña donde declara que está bien junto a su abuela.
“Un rehén sentimental”
Transcurrieron más de cinco meses desde que no se sabe del paradero de Gabriela e Itzia. Durante este tiempo, tanto la madre como el padre biológico de la niña, declararon ante los medios de comunicación sobre la búsqueda de la custodia de la niña, porque ambos están separados desde años. Sin embargo, mediante un video difundido también por la prensa tarijeña, su hija cuenta que era víctima de violencia por parte de ambos.