Crisis emocional post pandemia
Casos de suicidio se incrementan de 11 a 16 en comparación al 2021
La investigación de cada hecho da cuenta de que las causas van desde problemas sentimentales hasta problemas económicos, resultado de la crisis sanitaria. Piden promover atención temprana



La Policía Departamental emitió un informe sobre los casos de suicidio que se registraron hasta la primera semana de julio, con un total de 16 hechos que afectaron diferentes grupos sociales y etarios que ponen en evidencia la necesidad de prestar más atención a la salud mental en Tarija.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), coronel Raúl Castro Ortiz, informó que esta cifra corresponde del 1 de enero hasta el 5 de julio.
Si bien no está actualizado el reporte diferenciando los tipos y las causas, la autoridad refirió que la mayoría de los casos son varones los que deciden quitarse la vida.
Existe un incremento de casi el 50 por ciento en comparación al año pasado, cuando hasta el mes de agosto la cifra de suicidios llegaba a 11, la mayoría en una población joven entre 15 a 29 años de edad.
En la investigación por los casos de este año se pudo determinar que las razones para que las personas tomen esa decisión tiene relación con diferentes factores, no solamente problemas sentimentales como se suponía, sino también por pacientes con cuadros de enfermedades terminales y también por problemas económicos.
Sobre este tema, la psiquiatra del Instituto Nacional expresó que es necesario relacionar este fenómeno con las consecuencias de la crisis sanitaria por Covid-19.
“Tenemos que darnos cuenta de que no estamos como antes, la pandemia nos ha hecho ver que no es que el hombre es el amo de todo y que lo podemos todo, sino que nos ha hecho vernos como entes vulnerables. Hemos cambiado”, aseveró.
Crisis económica y suicidio
La profesional apuntó que una de las consecuencias de la pandemia es que ahora que aparentemente las actividades comienzan a normalizarse, no es que se retoma un contexto previo al coronavirus porque existe una mayor presión, especialmente para el grupo etario “productivo”.
“Estamos en una tremenda crisis, aunque las autoridades quieran hacernos creer que estamos como Suiza, no es así. Luego del confinamiento ahora se habla de normalizar las actividades y existe una enorme presión para ser más y más productivos (…) por ejemplo, los adolescentes que ahora vuelven a las clases, a las fiestas y eso también es una presión para los padres”, explicó.
Caero agregó que observó casos, incluso de pacientes con asistencia médica o farmacológica, en los que pudo comprobar la incidencia del factor económico en el estado mental de las personas. Lo que se evidenció, por ejemplo, en la pérdida de fuentes laborales o la reducción de los salarios y aunque ahora se normalicen las actividades la remuneración no vuelve a ser como era.
Las “red flags” que se debe atender
Si bien hay situaciones que pueden pasar desapercibidas en cuanto a la salud mental de quienes nos rodean, la psiquiatra mencionó que hay alertas que deben llamar la atención. Entre ellas están los cambios de humor repentinos, un cambio radical en el comportamiento de una persona, los casos de cutting en los menores de edad.
Especialmente en ellos es común quitar importancia a situaciones que deberían llamar la atención con el pretexto de la “edad del burro”, Caero dijo que muchas veces los padres dejan pasar alertas.
En adultos también dijo que ocurre esto cuando se califica de tener “carácter fuerte” a quienes en realidad tienen mal carácter y no saben cómo manejar situaciones de frustración, por ejemplo.
También se incluye en esto el consumo de sustancias controladas, legales o ilegales, que pueden desencadenar situaciones lamentables si las toman personas con alguna patología.
Promueven atención para los estudiantes
Al ser una edad de cambios radicales, los adolescentes deberían acceder a una consulta con personal especializado en salud mental. La psiquiatra Raquel Caero aseveró que para esto debería contar cada unidad educativa con un gabinete psicológico de planta.
Muchas veces son los maestros quienes notan cambios en los estudiantes, en sus notas o temperamentos, pero no se cuenta con personal que pueda atender el caso con asertividad. Indicó que esta situación ocurre tanto en colegios fiscales como particulares.