Docente argentina fue secuestrada y torturada
Corina De Bonis trabaja en el Centro de Educación Complementaria N°801, de la localidad de Moreno (Argentina). Dicho establecimiento mantiene ollas populares mientras las clases se encuentran suspendidas en los establecimientos educativos del distrito desde agosto pasado. Ese mes, por una...



Corina De Bonis trabaja en el Centro de Educación Complementaria N°801, de la localidad de Moreno (Argentina). Dicho establecimiento mantiene ollas populares mientras las clases se encuentran suspendidas en los establecimientos educativos del distrito desde agosto pasado.
Ese mes, por una explosión originada en un estallido de gas en la escuela 49 murieron la vicedirectora, Sandra Calamano, y el auxiliar Rubén Rodríguez.
El pasado miércoles, pese a estar de paro, asistió junto a dos docentes más al establecimiento. Cerca de las 17, las 3 maestras se despidieron y agarraron caminos diferentes.
Corina partió dispuesta a transitar caminando las 15 cuadras que separan al colegio, en la calle Paraguay a metros de la intersección con Guemes, con su casa. A veces hacía el recorrido en bicicleta.
Luego de caminar 300 metros, en la esquina de Guemes y Moreno, fue interceptada por un auto rojo, cuatro puertas y con vidrios polarizados. Lo que siguió, fue el horror: dos hombres bajaron, le taparon la cabeza con una bolsa y la subieron al vehículo.
Después de pegarle y mientras la amenazaban diciéndole “el que avisa no traiciona, la próxima va en serio”, le cortaron el estomago con la frase “Olla no”.
Luego, literalmente, la arrojaron del auto en movimiento cerca de un predio que hay cerca de donde la raptaron. Según contó la directora, Leila Méndez, Corina piensa que no hicieron más de dos cuadras arriba del auto.
“Clínicamente está bien, son heridas en la piel, la contuvieron psicológicamente y ahora está descansando en su casa. Este último ataque nos tomó por sorpresa”, agregó la directora.
El procurador general de la provincia de Buenos Aires Julio Conte Grand aseguró que el relato de la maestra es “objetivo y creíble” y que se trabaja en la determinación del móvil del hecho.
“La descripción de los hechos que hace la señora en las denuncias, a juicio de los investigadores y los integrantes de la unidad fiscal, aparecen en principio como objetivos y creíbles”, manifestó.
Además, reveló que comenzarán con “la tarea de verificación probatoria, con el relevamiento de cámaras en zona, con rastreos que puedan llevarnos efectivamente a la confirmación de los hechos y la determinación del móvil”.
Ese mes, por una explosión originada en un estallido de gas en la escuela 49 murieron la vicedirectora, Sandra Calamano, y el auxiliar Rubén Rodríguez.
El pasado miércoles, pese a estar de paro, asistió junto a dos docentes más al establecimiento. Cerca de las 17, las 3 maestras se despidieron y agarraron caminos diferentes.
Corina partió dispuesta a transitar caminando las 15 cuadras que separan al colegio, en la calle Paraguay a metros de la intersección con Guemes, con su casa. A veces hacía el recorrido en bicicleta.
Luego de caminar 300 metros, en la esquina de Guemes y Moreno, fue interceptada por un auto rojo, cuatro puertas y con vidrios polarizados. Lo que siguió, fue el horror: dos hombres bajaron, le taparon la cabeza con una bolsa y la subieron al vehículo.
Después de pegarle y mientras la amenazaban diciéndole “el que avisa no traiciona, la próxima va en serio”, le cortaron el estomago con la frase “Olla no”.
Luego, literalmente, la arrojaron del auto en movimiento cerca de un predio que hay cerca de donde la raptaron. Según contó la directora, Leila Méndez, Corina piensa que no hicieron más de dos cuadras arriba del auto.
“Clínicamente está bien, son heridas en la piel, la contuvieron psicológicamente y ahora está descansando en su casa. Este último ataque nos tomó por sorpresa”, agregó la directora.
El procurador general de la provincia de Buenos Aires Julio Conte Grand aseguró que el relato de la maestra es “objetivo y creíble” y que se trabaja en la determinación del móvil del hecho.
“La descripción de los hechos que hace la señora en las denuncias, a juicio de los investigadores y los integrantes de la unidad fiscal, aparecen en principio como objetivos y creíbles”, manifestó.
Además, reveló que comenzarán con “la tarea de verificación probatoria, con el relevamiento de cámaras en zona, con rastreos que puedan llevarnos efectivamente a la confirmación de los hechos y la determinación del móvil”.