Asesinó al padrastro de cuatro tiros en Recoleta
El presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (Caesi), Aquiles Gorini, fue asesinado a balazos en su departamento del barrio porteño de Recoleta, y por el hecho detuvieron a su hijastro, que confesó el crimen a la Policía, informaron fuentes de la...



El presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (Caesi), Aquiles Gorini, fue asesinado a balazos en su departamento del barrio porteño de Recoleta, y por el hecho detuvieron a su hijastro, que confesó el crimen a la Policía, informaron fuentes de la fuerza.
Todo comenzó este viernes alrededor de las 21.30, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que realizaban tareas de prevención en la esquina de las avenidas Callao y Alvear recibieron el aviso por parte de un taxista del hallazgo de una pistola.
Al acercarse, los agentes corroboraron que se trataba de una Bersa calibre 9 milímetros rota y con varios cartuchos intactos, tirada sobre la avenida Callao.
Voceros policiales precisaron que uno de los uniformados alertó del hecho por la radio frecuencia, y en ese momento salió del palier de un edificio sobre avenida Callao al 1900 un joven de 25 años, con las manos levantadas y diciendo “yo lo maté”.
Los oficiales redujeron inmediatamente al sospechoso y, con la colaboración del portero del edificio, ingresaron a uno de los departamentos desde donde se escuchaban gritos desesperados de una mujer.
Al entrar, los policías recorrieron la vivienda y encontraron dentro de un dormitorio a un hombre, luego identificado como Gorini (70), boca abajo, sobre un charco de sangre y sin signos vitales, con al menos un orificio de bala en la espalda y cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros a su costado.
La mujer, de 52 años y nacionalidad brasileña, contó a los uniformados que el joven detenido era su hijo.
Todo comenzó este viernes alrededor de las 21.30, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que realizaban tareas de prevención en la esquina de las avenidas Callao y Alvear recibieron el aviso por parte de un taxista del hallazgo de una pistola.
Al acercarse, los agentes corroboraron que se trataba de una Bersa calibre 9 milímetros rota y con varios cartuchos intactos, tirada sobre la avenida Callao.
Voceros policiales precisaron que uno de los uniformados alertó del hecho por la radio frecuencia, y en ese momento salió del palier de un edificio sobre avenida Callao al 1900 un joven de 25 años, con las manos levantadas y diciendo “yo lo maté”.
Los oficiales redujeron inmediatamente al sospechoso y, con la colaboración del portero del edificio, ingresaron a uno de los departamentos desde donde se escuchaban gritos desesperados de una mujer.
Al entrar, los policías recorrieron la vivienda y encontraron dentro de un dormitorio a un hombre, luego identificado como Gorini (70), boca abajo, sobre un charco de sangre y sin signos vitales, con al menos un orificio de bala en la espalda y cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros a su costado.
La mujer, de 52 años y nacionalidad brasileña, contó a los uniformados que el joven detenido era su hijo.