Día de la Madre
¿Y si se suprimiera el Día de la Madre en los colegios?
Algunos centros públicos optan por festejar el Día de las Familias porque, según explican, las celebraciones tienen que ser un momento donde niños y adultos se sientan incluidos y valorados, independientemente de la estructura de su hogar. Los niños que han perdido a un progenitor pueden sentirse ex



“Yo soy más tradicional, pero entiendo el pedido y la sugerencia”. Con esta sencillez resume Laura, nombre ficticio porque prefiere que no se reconozca el centro escolar de convenio del departamento de Tarija, la petición de celebrar solo el Día de las Familias cada 15 de mayo, en vez del Día de la Madre (que en Bolivia se celebra invariablemente cada 27 de mayo) y el del Padre (cada 19 de marzo). Laura explica que es un grupo pequeño de padres y madres quienes lo vienen planteando, ni siquiera en las reuniones de padres, pues las costumbres están bien arraigadas y no suelen gustar los cambios, aunque es evidente que hay muchas familias con otras estructuras que no llevan bien estos días. Los pedidos apenas llegan a las altas instancias del centro escolar “porque el debate no está en la calle, aunque los niños y niñas que no comparten con sus progenitores o que han perdido a uno de ellos, suelen sufrir especialmente.
El debate es común en casi todos los países hispanohablantes con fuerte tradición cultural católica. Blanca Cabrera, presidenta de CONFAPA, confederación de AMPAS, AFAS (Asociaciones de Familias) y FAMPAS (Federación de AMPAS) de la Comunidad de Madrid, constata que en la mayoría de los colegios públicos se ha optado ya por celebrar solo el Día de las Familias. “Sabiendo que hay niños y niñas que tienen diferentes hogares, de esta forma se incluye a toda esa diversidad”, alega Cabrera, que añade que muchas AMPAS están cambiando su denominación a AFA porque sienten que expresa mejor la inclusión de todos los tipos de familia. Desde la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (conocida como FAPA Giner de los Ríos) anotan que en algunos centros “se han dejado de líos” y ya no celebran ninguno de los tres días.
Naturalizar Hay que naturalizar que un menor solo tiene a su madre o vive con los abuelos, porque muchas veces se ven obligados a dar explicaciones
María —también ficticio—, directora de un colegio en Buenos Aires, apunta que desde antes de que ella llegara al centro ya se celebraba solo el Día de las Familias. “Ni siquiera cuando era tutora me llegaron quejas de algún padre. Todos los centros funcionamos igual por aquí. Las decisiones de las actividades del colegio se aprueban en el claustro y en el consejo escolar y no se consulta a las familias qué tipo de actividades se hacen. Se les explica cuáles son las celebraciones y cuál es la justificación y ya está”, explica. “El motivo de celebrar este día es dar respuesta a la diversidad de familias que existen hoy. Cuando ya se celebraba hace 12 años, aparte de madres o padres solteros, había niños que no tenían padres o que solo vivían con un progenitor o con los abuelos”, argumenta la directora.
“Las celebraciones tienen que ser un momento donde las personas se sientan incluidas y valoradas independientemente de la estructura familiar”, explica la psicóloga Yessica Díaz, coordinadora del área de acción humanitaria de Psicólogas y Psicólogos sin Fronteras. “Los niños que han tenido la pérdida de un padre o una madre pueden sentirse excluidos, o diferentes, y generarles tristeza o ansiedad”, resume Díaz, que alerta de que ha visto casos de adolescentes sin padre o madre que sufrieron acoso escolar de pequeños: “Es muy difícil transitar ese duelo y los comentarios de otros compañeros señalando esa pérdida agravan la situación”.
Mirian Galán es maestra de Infantil en un colegio de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón y remarca que todas las familias colaboraron activamente cuando se decidió celebrar solo el Día de las Familias hace dos años: “Antes se celebraba el Día del Padre y de la Madre, y ningún niño o niña se sintió mal porque ese regalo siempre tenía dueño: el abuelo, la tía”. Galán, que fue reconocida como una de las mejores maestras del mundo en 2022, cree que hay que naturalizar las situaciones en las que un menor, por ejemplo, solo tiene a su madre o vive con los abuelos, porque muchas veces se ven obligados a dar explicaciones y no hay razón para que tengan que justificarse. “Algo tan sencillo como: ‘Yo tengo una mamá’. O dos papás. Y ya está. Sin justificar y sí disfrutando”, opina la maestra. Igualmente, considera que cada colegio tiene sus tradiciones, su forma de vivir la familia y todas son válidas: “No hay ninguna peor ni mejor”.
Galán cuenta que todos los padres de su colegio entendieron el cambio porque, “al fin y al cabo, en la escuela se sigue celebrando un día específico y luego, a nivel personal, cada uno puede celebrarlo como quiera”. “La vida cambia, ¿seguimos viendo la televisión en blanco y negro? No, porque evolucionamos. Yo lo veo así“, arguye la maestra de Infantil.
Según Díaz, el foco no solo debe ponerse en proteger a los niños que pierdan un progenitor, sino que también hay que “educar en las aulas al resto de estudiantes” para generar empatía. “Esa empatía de la que tanto se habla, pero a veces es una gran desconocida. El apoyo comunitario que debe haber en un aula es también una de las claves. Lo que pasa a veces es que tenemos opiniones muy polarizadas y eso no nos hace poner el foco en las posibles soluciones. Debemos ser reflexivos”, razona la psicóloga.
Galán considera que para los niños el cambio de celebraciones se ve incluso con mayor normalidad que para los padres. “Los menores son el reflejo de los adultos, somos sus mayores referentes, su ejemplo a seguir. Los niños y niñas entenderán lo que nosotros como responsables de su educación les digamos”, explica la experta.
Por otro lado, María retoma que los alumnos de Religión sí que hacen “alguna cosita” por el Día del Padre o de la Madre, pero que esto tampoco supone un problema: “Como al final la familia recoge todo, pues a mi marido, a mí y al niño siempre nos ha parecido bien”. Elisa, nombre ficticio, también es madre de tres niños que están en ese mismo colegio, y siempre le ha parecido buena idea. “Sí que es verdad que a algún progenitor, algo más tradicional, pues no le ha gustado”, prosigue Elisa, “nosotros en casa lo seguimos celebrando y nos hacen algún dibujito o alguna manualidad que les gusta regalarnos, con lo cual por mi parte no ha habido quejas”.
La realidad monomarental de Bolivia
Hogares de jefas
En Bolivia, la cantidad de hogares monoparentales representa un 10.9% del total de hogares, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El 81% de estos hogares están dirigidos por mujeres. Estas mujeres se las ingenian para cubrir el vacío en los días del Padre
Mamás solteras
En 2022, más del 70% de los nacimientos fueron registrados por madres solteras, lo que evidencia la relevancia de este tipo de familia en el país. Aunque es posible que haya padre identificado e incluso presente, también lo es que no asuma las responsabilidades que le corresponden.
Niños abandonados
Según datos del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, en el país en 2024 se contabilizaron a 5.025 menores de edad que sufrieron el abandono de sus padres y viven en centros de acogida. Ellos difícilmente podrán celebrar el día de la Madre o del Padre.
Vidas y divanes
Así impacta en las mujeres la bajada de la natalidad
Por Anael Torres Gorena/Psicóloga
En días recientes el SEDES publicó resultados de la última EDSA (Encuesta de Demografía y Salud) respecto al ámbito departamental. Indicó que en el año 2014 se atendieron en Tarija 6300 partos y en 2024 se atendieron 2794. Esta disminución indica que en 10 años se han reducido en un 54 % los alumbramientos naturales.
Respecto a las cesáreas indica que en 2015 se atendieron 4782 casos y el 2024 se practicaron solo 3301, lo que hace un porcentaje de reducción de 31 %.
Por su parte el INE ha determinado en el último censo que la tasa de fecundidad en el país ha experimentado una disminución significativa, llegando a 2,1 nacimientos por mujer en 2024. Esta cifra representa un descenso notable en comparación con los 7,5 nacimientos por mujer en 1960.
Una buena noticia entre estos datos es que el embarazo adolescente ha disminuido en Tarija, pues en 2017 se contaba con 18 % de embarazo a edades tempranas y el 2024 ha disminuido hasta un 9 %.
La tendencia decreciente a nivel mundial en el número de embarazos ha sido especialmente notoria en Latinoamérica, donde nos caracterizábamos históricamente por tener familias numerosas. La disminución puede estar relacionada con el mayor acceso a métodos anticonceptivos, asimismo puede resultar de una decisión consciente por dar una mejor crianza a los hijos que tenemos, no solo en lo material si no también el tiempo y atención que se les dedica, también intentando compaginar con los tiempos y exigencias laborales.
La reducción también se explica según estos estudios por una mayor priorización de las mujeres sobre sus estudios y por el deseo de tener menos hijos que antes.
Si bien los índices y tasas antes nombrados deben considerarse contextualmente, con mayor profundidad y en función a muchas variables especialmente sociales, el control de natalidad tiene un impacto significativo en las mujeres. A nivel individual, les permite tomar decisiones sobre su salud reproductiva, reducir el riesgo de embarazos no deseados y abortos inseguros, y acceder a una mayor calidad de vida. A nivel social, contribuye a la disminución de la mortalidad materna, mejora la salud reproductiva de las mujeres, y fomenta la igualdad de género al permitir que las mujeres tengan más control sobre sus cuerpos y sus vidas.
Siguen siendo desafíos importantes y más difíciles de medir, además del control de las mujeres sobre su natalidad, el lugar que las mismas ocupan en la sociedad, el sentido y valorización de la maternidad así como el ejercicio autónomo de su sexualidad