Agenda geoestratégica
¿Qué después de que Rusia se anexione las Repúblicas?
Con los resultados del “referéndum” en los cuatro territorios del este de Ucrania favorables a la anexión con Rusia, la correlación de fuerzas cambia y la amenaza nuclear puede ser conjugada como legítima defensa. Mientras, el “misterio” por las “fugas” en el Nord Stream evidencia una lucha por el c



Los cuatro referéndums impulsados por Rusia en los cuatro territorios orientales de Ucrania concluyeron con abrumadores porcentajes en favor de la anexión a Rusia, un acto formal que se preveía pudiera culminar hoy, pero que requiere algo más de burocracia. Todo parece indicar que Vladimir Putin se está armando una puerta de salida del conflicto que pueda vender como éxito mientras que Ucrania envalentonada con los resultados de su contraofensiva aprovechando el repliegue táctico y de reemplazo del ejército ruso, mantiene el desafío – aparentemente con apoyo de occidente - a lo que considera un farol de Putin.
Mientras, se acerca el invierno en el hemisferio norte y los precios siguen disparados en Europa ¿Cómo puede acabar todo esto?
¿Qué está ocurriendo en la Ucrania ocupada?
Rusia concluyó la celebración de sus “referéndum” en los territorios ocupados en cuatro regiones de Ucrania –Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia– en las que exigieron a los votantes que solicitaran su incorporación a Rusia. Soldados rusos armados vigilaron las votaciones en los territorios ucranianos ocupados, donde muchas personas que apoyan al Gobierno ucraniano huyeron del control ruso. Los ucranianos lo calificaron como una votación organizada a punta de pistola.
Como era de esperar, Moscú obtuvo los “resultados” que quería. Con una solicitud de anexión sellada (y universalmente no reconocida), el Gobierno ruso se está preparado para anexionar este mismo viernes los cuatro territorios, que incluyen algunas tierras que no están actualmente bajo control ruso.
¿Por qué lo hace Putin?
Los analistas más alineados a la versión OTAN señalan que en las últimas semanas, Rusia fue perdiendo terreno en el campo de batalla. Un contraataque ucraniano capturó miles de kilómetros cuadrados en cuestión de semanas. Sus tropas fueron expulsadas de gran parte de la región de Járkov, donde habían prometido a los habitantes que “Rusia había llegado para siempre”, y han empezado a perder territorios en Donetsk y Lugansk que habían mantenido desde antes del 24 de febrero.
Los analistas dicen que Rusia está llevando a cabo estas anexiones ahora para detener su retirada. Al declarar estas localidades como parte de Rusia, Moscú amenaza con una respuesta contundente, incluido un posible ataque nuclear, como parte de una guerra defensiva, a menos que Ucrania detenga su exitoso empeño en liberar sus propios territorios. Al amenazar con una escalada masiva, Rusia pretende frenar sus pérdidas hasta que sus fuerzas puedan reagruparse.
¿Cuál es el calendario de la anexión rusa?
Muchos esperan que Putin de un discurso al Parlamento este viernes 30 de septiembre y anuncie la decisión de anexionar formalmente los territorios. Por ley, esos tratados deben presentarse primero al Consejo de la Federación, la cámara alta, y luego a Putin para que los firme.
Terreno Con la anexión del territorio liberado, Rusia va a interpretar que los ataques del ejército ucraniano son en su propio suelo, lo que le habilita para responder
Eso podría organizarse en poco tiempo. Pero trascendió que el Consejo de la Federación indicó que no celebrará una sesión especial este viernes. Si eso es cierto, la próxima sesión prevista tendría lugar el 4 de octubre, el próximo viernes.
Esto puede indicar que Rusia se está tomando una pausa para entablar negociaciones con Kiev y Occidente con el fin de frenar el avance de Ucrania. O que está tanteando el apoyo local a una anexión. Pero con la poca confianza en Putin que hay fuera de Rusia, un acuerdo parece poco probable y la anexión se antoja como el resultado más probable.
¿Qué puede pasar después de la anexión?
Esta es la cuestión principal. Putin y otros altos cargos sugirieron que empezarán a tratar los ataques a las regiones anexionadas como si fueran ataques a territorio soberano ruso. Rusia ya acusó a Ucrania de efectuar ataques transfronterizos durante la guerra, incluso en la región de Belgorod y en una base aérea rusa en la Crimea ocupada, que Moscú asegura que es su territorio soberano.
Sin embargo, Moscú dice ahora que va en serio y amenaza con una escalada.
En cuanto a las operaciones militares, Rusia podría empezar a apuntar a más núcleos de población y edificios gubernamentales con los misiles que le quedan, de forma similar a los ataques contra la infraestructura energética ucraniana cerca de Járkov a principios de este mes.
Moscú también podría, posiblemente, comenzar a efectuar simulacros nucleares o incluso llevar a cabo ataques nucleares tácticos para asustar a Occidente. Además, llevará a los hombres movilizados al frente para mantener las líneas y evitar que Rusia pierda más territorio ante la contraofensiva ucraniana.
En casa, Rusia podría cerrar las fronteras o introducir la ley marcial en determinados territorios. Las medidas estipuladas por la ley marcial podrían incluir la incautación de propiedades, la instauración de toques de queda, la detención de los críticos del Gobierno, los centros de internamiento para los ciudadanos extranjeros y otras medidas duras que harían que la vida en Rusia refleje aún más la de un Estado totalitario.
¿Cuál es la respuesta occidental?
Ucrania dijo que no aceptará el chantaje nuclear de Rusia y que tiene la intención de liberar todo el territorio que fue ocupado por Rusia desde el comienzo de la guerra. Representantes occidentales se mostraron de acuerdo, diciendo que hicieron advertencias muy serias al Kremlin para que no escale este conflicto mediante el uso de armas de gran alcance, incluyendo la opción nuclear.
Esto genera una increíble incertidumbre durante los próximos días. Putin, al lanzar su amenaza la semana pasada, dijo directamente: “No voy de farol”. Puede que sea un farol, pero el presidente ruso se verá sometido a una fuerte presión para mantener el territorio que ha arrebatado.
¿Cuál es el desenlace?
A largo plazo, Putin parece tener el mismo objetivo: el control político de Ucrania. Aunque antes de la guerra decía que quería garantías de seguridad sobre la no expansión de la OTAN, ahora parece que busca un cambio de régimen en Kiev y el dominio del futuro político del país.
La anexión de territorio en el este de Ucrania probablemente no le satisfaga. Aunque quiere detener el avance ucraniano a corto plazo y dar tiempo a sus tropas para reagruparse, muchos esperan que quiera volver a la ofensiva tan pronto como sus tropas estén listas.
El Nord Stream y las turbulencias
Las cuatro “fugas” detectadas en una de las infraestructuras energéticas más importantes del norte de Europa, el gasoducto Nord Stream, que lleva gas ruso a todo el Báltico, ha acaparado toda la atención de la guerra en estos días dividiendo a la opinión pública. Los pro-OTAN no tienen dudas en culpar a Rusia de un auto-sabotaje, mientras que los Anti – OTAN (no necesariamente pro-Putin), culpan a Estados Unidos.
Pablo Iglesias, exvicepresidente de España reconvertido a director de un Podcast y columnista de varios medios, pero también asesor y referente para parte de la izquierda latinoamericana, manifestó sus dudas con la versión más o menos oficial:
“Debo de ser uno de los pocos que no sabe quién ha destruido los gasoductos Nord Stream, pero creo que hay algunos elementos bastante obvios que nos pueden al menos permitir trazar una sutil hipótesis.
El banquero estadounidense Jim Rickards, veterano de Wall Street que en su momento fue asesor financiero de la CIA y el Pentágono, escribía con ironía en Twitter: "No sé quién voló los oleoductos de Nord Stream, pero sé que para resolver un misterio hay que buscar motivaciones. Rusia no tiene ninguna; puede apagar el gas cuando quiera. EEUU tiene muchas: puede culpar a Putin, intensificar la guerra, avanzar en la agenda verde, hacer que la UE dependa de ellos. Partamos de ahí".
No lo digo yo oiga, lo dice un banquero de inversión estadounidense que trabajó para la Reserva Federal y que ha sido columnista de The Financial Times, The New York Times y de The Washington Post. A lo mejor es un chalao trumpista, pero no es cualquier chalao”.
Además, señala aquel video de Joe Biden de febrero en el que en una comparecencia de prensa dice lo siguiente: "Si Rusia invade Ucrania, acabaremos con el Nord Stream 2". Entonces una periodista le re-pregunta: "¿Pero ¿cómo lo hará? Si el proyecto está controlado por Alemania". Y Biden responde: "Le prometo que seremos capaces de hacerlo". Que quieren que yo les diga, a lo mejor es que efectivamente Biden está ya muy mayor...
Incongruencias y cambios de criterio
El origen
En el origen de la invasión/operación especial de Rusia en Ucrania está la pretendida intención de instalar el escudo antimisiles de la OTAN patrocinado por Estados Unidos en territorio de la ex república soviética, una acción agresiva con la que occidente incumplía los acuerdos de los 90 que llevaron a la disolución de la URSS. Con la anexión de las cuatro nuevas Repúblicas, Putin también incumple a su manera el compromiso de no salir de las fronteras propias.
El gas
Lo de Rusia y Ucrania no era exactamente una guerra por petróleo ni gas, pero el devenir de los acontecimientos parece que así lo va definiendo. Europa sigue dependiendo del gas y el petróleo ruso, que indirectamente financia la guerra – Gazprom obtuvo unos 45.000 millones de euros en el primer semestre – pero se obliga a dejar de utilizarlo. Estados Unidos y su gas de esquisto es el principal competidor de Rusia y quien aspira a mejorar su posición. De ahí las sospechas sobre el ducto.
Las sanciones
En la misma línea, las sanciones a Rusia han provocado un alza de precios a nivel mundial, particularmente de combustibles, pero también de alimentos e insumos agrarios como la urea. Los principales afectados son los europeos, que se alistan para enfrentar un invierno duro que puede acabar con la paciencia de la población. Ya en varios países periféricos como Sri Lanka, Ecuador o Panamá han visto protestas multitudinarias por este asunto de los precios.