Mientras muchos estudiantes vuelven a clases bajo la modalidad virtual
Teleducación: Bolivia con el internet más caro de la región
Durante la pandemia se ha incrementado considerablemente el uso de internet para el teletrabajo y para la educación virtual. Pero Bolivia está entre los países que tienen los peores indicadores de acceso a conectividad digital en la región



El pasado lunes se dio inicio a un año escolar poco convencional. Si bien hace unos meses el nuevo gobierno señalaba que el retorno a las aulas sería presencial, el dramático incremento de contagios de Covid-19 que se registra en el país modificó esta tentativa. Por lo que muchos colegios recurrieron nuevamente a la modalidad virtual para evitar la propagación del virus entre los estudiantes.
Esta situación ha puesto de manifestó una vez más –como ya se había observado el año pasado– las dificultades de conectividad digital que afectan a una gran cantidad de personas en el país. Dificultades que tienen distintas aristas: elevados precios de los servicios de internet, baja velocidad de conexión, carencia de dispositivos necesarios o, como en varias regiones rurales del país, la simple inexistencia del servicio.
Según un informe de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), en tiempos de pandemia “la conectividad, entendida como el servicio de banda ancha con una velocidad adecuada y la tenencia de dispositivos de acceso, condiciona el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que puede aumentar las desigualdades socioeconómicas”.
“En Bolivia […] más del 90% de los niños y niñas de los hogares más pobres viven en hogares sin conexión a Internet”.
Vale la pena revisar algunos indicadores que hacen eco de las dificultades de conectividad que atraviesa el país y que, además, lo colocan en una situación de desventaja en la región.
Precio de datos móviles es un 617% más caro que en Chile
A reserva de lo que se espera de un país que tiene como principal empresa de telecomunicaciones a una que es de propiedad estatal y que debería incidir en los mercados para lograr precios que beneficien a la población, Bolivia tiene los precios del servicio de internet de banda ancha más elevados en la región.
Este es el dato que se extrae del análisis de Cable.co.uk, una pequeña firma consultora británica que se ha dado a la tarea de comparar una gran cantidad de servicios de internet alrededor del mundo. Según sus bases de datos, en Bolivia el costo mensual promedio del servicio de internet de banda ancha era de $US 45,96 en 2019.
A Bolivia le sigue Perú, con un costo promedio de este servicio de $US 39,87 y después viene Uruguay, con un costo medio de $US 38,59. Mientras que el país con el precio promedio mensual más bajo de banda ancha es Argentina, el cual asciende a $US 19,49. Solo en las Islas Malvinas y en Guyana Francesa existen precios más elevados que en Bolivia, sin embargo, ambos países se encuentran bajo el control administrativo de países europeos.
Haciendo un cálculo sencillo, se puede observar que el precio promedio del internet de banda ancha en Bolivia es un 135% más elevado que el que existe en Argentina, un 86% más elevado que el de Colombia y un 29% más elevado que el de Paraguay.
Pero no solo es caro el servicio de banda ancha, también lo es el servicio de datos móviles que se utilizan a través de los celulares y que en Bolivia se ha convertido en la principal forma de acceso a internet.
Si bien estos datos se habrán modificado por la pandemia, en 2019 más del 90% de las conexiones a internet en el país se las realizaba a través de teléfonos móviles. En muchos casos, para familias que no pueden pagar un servicio de banda ancha o que no tienen el servicio en sus regiones, el acceso a través de datos es la única opción. El problema es que en Bolivia los datos móviles también son de los más caros de Suramérica.
Con los datos de Cable.co.uk, se puede observar que en promedio, en 2020, el costo de 1GB utilizado en teléfonos celulares de Bolivia fue de $US 5,09, solo por debajo de Guyana, donde 1GB costaba en promedio $US 5,46. En cambio, en el otro extremo está Chile, donde el precio promedio de 1GB desde el celular es de $US 0,71. Entre medio, otros países como Brasil, con un costo de $US 1,01 por GB, o Perú, con un costo medio de $US 2,13 por GB.
En otras palabras, Bolivia tiene un precio promedio por GB de datos móviles que es 617% más elevado que el de Chile, o un 222% más elevado que el de Uruguay.
Un gasto desproporcionado para las familias
Lo anterior se traduce en elevados gastos que las familias deben erogar para acceder al servicio de internet. Haciendo un análisis para América Latina en su conjunto, la CEPAL señala que: “el costo del servicio de banda ancha móvil y fija para la población del primer quintil de ingresos [el 20% de la población con ingresos más bajos] llega al 14% y el 12% de su ingreso, respectivamente. Esos costos, en los casos más críticos, representan alrededor de seis veces el umbral de referencia del 2% del ingreso recomendado por la Comisión sobre la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible para clasificar un servicio de Internet como asequible”.
En el caso de Bolivia la situación es todavía más preocupante. El país tiene el internet más caro de la región en términos relativos al nivel de ingreso de los estratos más pobres. Si en Uruguay ‒que es el país con los indicadores opuestos‒ los hogares del quintil I requieren un 5% de sus ingresos para tener una conexión fija de internet y poco más del 2% de sus ingresos para una conexión móvil, en el caso boliviano la situación es diametralmente distinta.
Los hogares que hacen parte del quintil I en Bolivia, para tener una conexión fija, pueden llegar a gastar el equivalente al 30% de sus ingresos, mientras que en el caso de una conexión móvil, esto puede llegar a significar hasta un 25% de sus ingresos. Es por este motivo que la gran mayoría de los hogares de bajos ingresos no accede a una conexión de buena calidad.
Además de lo anterior, en el mismo informe se puntualiza que “en los casos del Estado Plurinacional de Bolivia y El Salvador, el costo mensual de conectar a los hogares sin conexión es mucho mayor que en el del resto de los países de la región, debido al gran número de hogares desconectados y a su bajo nivel de ingresos”.
Internet de mala calidad
Pero sucede –contrariamente a lo que se esperaría– que el que los servicios de banda ancha sean caros en Bolivia no se traduce en que sean servicios veloces y de calidad. Lo que deriva en que, para obtener un servicio capaz de sostener una clase o una reunión virtual, se deba optar por una opción más cara.
El promedio de la velocidad de descarga de banda ancha en Bolivia es de 5 Mbps, una media que solo está por encima a las registradas en Guyana, Surinam y Venezuela. El país que tiene el internet más rápido es Uruguay, con un promedio de descarga de 22 Mbps.
Al respecto, la CEPAL señala que una velocidad de 5,5 Mbps se considera “baja” y solo “permite utilizar funciones como correo electrónico, vídeo básico y transmisión directa de audio y vídeo a través de Internet (streaming). No permite el teletrabajo. No permite la educación en línea”. Una velocidad de 18,5 Mbps es una que permite el teletrabajo y educación en línea de manera no simultánea, mientras que una por encima de los 25 Mbps permite el teletrabajo y la educación en línea de manera simultánea.
Junto a lo anterior, Bolivia es el país que presenta los peores indicadores de la región respecto a los hogares con conexión fija a internet. En países como Colombia, Uruguay, Chile, Brasil y Costa Rica, el 80% del quintil V de la distribución de ingresos (el 20% de la población de esos países con ingresos más elevados) tiene acceso a internet fijo en sus hogares, mientras que en Bolivia solo el 32% de los hogares del quintil V tiene conexiones fijas.
En el caso de los hogares que pertenecen al quintil I (el más pobre) la situación es aún más desigual. En los países señalados anteriormente, más del 40% de los hogares pertenecientes a este quintil tienen acceso a internet fijo, mientras que en Bolivia solo el 3% de los hogares del quintil I cuentan con acceso a un servicio de banda ancha.
“En el caso de la banda ancha móvil, el 67% de los países no cuenta con velocidades de descarga adecuadas para realizar actividades de alto consumo de datos de manera simultánea. Cabe mencionar que, en la región, la penetración de la banda ancha móvil es cinco veces mayor que la de banda ancha fija”, señala dicho informe.
Algunos apuntes de la CEPAL sobre las desigualdades en la teleducación
- Debido a la suspensión de las clases presenciales, los países de la región han desarrollado estrategias para sostener actividades educativas a distancia.
- El uso de soluciones de educación en línea solo es posible para quienes cuentan con conexión a Internet y dispositivos de acceso. El 46% de los niños y niñas de entre 5 y 12 años de la región vive en hogares que no están conectados a Internet. En los países respecto de los que se cuenta con información, esto implica la exclusión de más de 32 millones de niños y niñas.
- En Bolivia, El Salvador, el Paraguay y el Perú, más del 90% de los niños y niñas de los hogares más pobres viven en hogares sin conexión a Internet.
- El número promedio de niños de hogares de menores ingresos en los países de la región cuadruplica el número promedio de niños de los hogares de mayores ingresos, lo que dificulta el acceso a Internet de los primeros, pues es necesario contar con más dispositivos en un mismo hogar para la conexión de cada uno de ellos.
- El acceso de los hogares a los dispositivos digitales es también desigual en la región, especialmente entre los distintos niveles socioeconómicos y culturales. Mientras que entre el 70% y el 80% de los estudiantes de los niveles socioeconómicos más altos (cuarto cuartil) tienen computadoras portátiles en sus hogares, solo entre el 10% y el 20% de los estudiantes pertenecientes a los quintiles de menores ingresos (primer cuartil) cuentan con estos dispositivos.
- La diferencia entre los estratos económicos más altos y más bajos condiciona el derecho a la educación y profundiza las desigualdades socioeconómicas.
Preguntas abiertas
En septiembre pasado el gobierno inauguró el proyecto denominado "Fibra Óptica al Pacífico". Supuestamente este era el eslabón faltante para que Bolivia tuviese internet barato y de calidad. Sin embargo, hasta la fecha no hubo una modificación drástica de la situación. Quedan varias preguntas: ¿quiénes están lucrando del mal servicio y de los precios elevados del internet? ¿La teleducación debe depender de los limitados paquetes que ofertan las empresas de telecomunicaciones? ¿Cuáles son las políticas más adecuadas para impulsar una teleducación equitativa?