Según datos del INE la inversión pública cayó en 69,5%, a septiembre
Romero: créditos y ajustes, la base para reactivar la economía
Tanto a nivel departamental como nacional, se advierte una caída de la tasa de crecimiento en los últimos años, de cerca del 5% en 2014, la gestión 2019 cerró con 2,22, Bolivia ya estaba en proceso de recesión



Facilitar créditos blandos para empresarios, gestionar créditos ante organismos internacionales, avanzar en las alianzas público-privadas y realizar ajustes a los propuestos de las instituciones públicas de los diferentes niveles de Gobierno, son algunas de las sugerencias que plantea el analista económico, Luis Fernando Romero Torrejón, para concretar la reactivación económica del país y el departamento.
Romero en un repaso sobre la situación económica de Tarija y Bolivia, expone algunos detalles que deben ser atendidos por las autoridades, empresarios y la población para en conjunto salir de la crisis económica que se acentuó con la llegada de la pandemia del Covid-19.
Señala que, si en la próxima gestión se inyectan de 8 a 10 mil millones de dólares a la economía nacional para reactivar la economía, los indicadores sociales y económicos pueden mejorar. Tomando en cuenta que el desempleo está en el 11.8%, una de las cifra más altas de la historia de Bolivia.
El País (EP): Tarija es uno de los departamentos que en los últimos cinco años reporta un decrecimiento, en ese contexto ¿Qué aspectos debería tomarse en cuenta para la reactivación económica?
Fernando Romero (FR): En un anterior análisis que se publicó el mes pasado hice notar la situación departamental que es lo más preocupante, el tema del PIB (Producto Interno Bruto) por ejemplo ha caído en 1.493 millones de dólares desde el 2014 hasta el 2019, y ya estábamos con una tasa de crecimiento negativo por varios años, el anterior hemos llegado a menos 5,97. Estamos con una contracción importante y sostenida en los últimos cinco años, pero además no se ha hecho ninguna política departamental ni nacional para acortar esa tendencia, porque somos una economía muy dependiente de los ingresos fiscales que provienen de la renta de hidrocarburos, que al caer los precios, han caído también notablemente los ingresos. Además todo este tiempo no se han hecho cadenas productivas ni industrializado los hidrocarburos.
Por ejemplo, el 98% de las exportaciones de Tarija es de gas natural, otro dato llamativo es que apenas un 0,03% es de vinos y singanis, no exportamos nada más, nuestra economía es muy dependiente, tenemos un modelo económico primario y rentista.
El cambio es para largo, no va a ser de manera inmediata, lo que hay que buscar ahora en esta coyuntura es generar políticas que permitan la inyección de una cantidad importante de recursos, para ello hay que tener la participación de capitales nacionales a través de la ayuda del Gobierno nacional, que canalicen recursos externos de la deuda pública a mediano y largo plazo, pero también lo que pueden hacer tanto los municipios y Gobernación, por cuenta propia, es gestionar la inversión privada ya sea nacional o fuera del país. No hay otro camino para tratar de reactivar la economía si es que no tienes los suficientes recursos para poder dinamizar la misma, eso sería como un primer punto.
Pensar que a corto plazo vamos a cambiar la matriz productiva o cambiar el modelo económico, no se lo ha hecho en varios años, menos se lo hizo en época de vacas gordas, imagínese ahora en épocas de vacas flacas donde los ingresos fiscales han caído cerca del 40% y aun así no los gastos.
El segundo punto, es que sí o sí tendría que haber una reestructuración presupuestaria no se puede avanzar, si tú mismo estás jalando el cable para ir para atrás, si estás por una parte buscando ingresos, pero sigues teniendo los mismos egresos, no se puede avanzar; por lo tanto, creo que se tiene que hacer una reestructuración, adecuarse a los nuevos ingresos. Los presupuestos deben ser modificados a nivel de los municipios de Tarija, de la Gobernación e instituciones públicas. Por ejemplo la Alcaldía tiene un déficit de 40 millones de bolivianos, la Universidad de cerca de 50 millones, entonces eso indica que hay que hacer una reformulación, un ajuste, una reingeniería financiera.
El gasto corriente hay que disminuirlo, donde se vas más dinero es en sueldos y salarios, aunque no soy partícipe ni estoy a favor de despidos, pero sí, de una nivelación; hay sectores que ganan más que otros eso hay que nivelarlos, debe ser un sacrificio en conjunto, porque si es que no nos subimos al mismo barco las cosas no van a prosperar.
Otro punto es buscar aquí (Tarija) a nivel municipal y departamental las alianzas público privadas, lo único que puede reactivar la economía de manera sostenible y dar empleos de calidad y también con buenas condiciones de ingresos a la población es sin lugar a dudas el sector privado empresarial, por lo tanto, hay que buscar que se den las condiciones jurídicas y financieras optimas al mismo.
Sería lo ideal que se busque recursos para inyectar a las empresas con créditos blandos con intereses bajos y a largo plazo, ya que el sector privado (sobre todo el MyPe) es el que genera el 80% de empleo nacional. Entonces si se reactivan esas empresas se va a permitir que tengan un efecto más sostenible en comparación de dar ayuda social o algún tipo de bono.
EP: ¿Por qué los bonos sociales no contribuyen a reactivar la económica?
FR: Según los últimos datos del PIB del año pasado, sabemos que estamos en una contracción y el decrecimiento más importante al 2019, en sectores como el comercio, el transporte, la industria manufacturera y la construcción, las demás actividades no han tenido un decrecimiento económico, pero están bajando su nivel de generación de ingresos.
En el futuro si es que no se hace nada, todas las actividades que componen el PIB departamental van a estar en esa tendencia, es algo muy preocupante. Creo que los bonos no son la mejor solución, lo que la gente realmente necesita es trabajo; porque el dinero que va a recibir una familia en una especie de regalo, lo va a consumir en lo que sea y no va a dinamizar la economía, más ahora cuando el contrabando está campeando por todos lados, la gente por la coyuntura económica preferirá siempre irse por lo más barato.
Creo que aquí una ayuda más concreta y real es dar créditos, porque al sacar un crédito están obligados a pagar, además van a tener la motivación de trabajar y esforzarse para devolver el capital e interés, lo que no pasa cuando se da un bono. Si el crédito se invierte en actividades productivas económicas que generen efectos multiplicadores va a ser positivo.
La Gobernación y municipios deben reunirse con el Gobierno central y entablar una mesa técnica de trabajo donde participen trabajadores, empresarios y los representantes de los gobiernos subancionales, juntos y ver qué políticas pueden tomar.
La mayoría de los economistas ven que es necesario endeudarse, pero no para dar bonos o pagar sueldos, sino para forjar un déficit fiscal productivo y así generar un efecto positivo más duradero y sostenible, un bono es efímero no va a durar mucho tiempo y tampoco va a cambiar la crisis que estamos viviendo. Claro ejemplo son los bonos que dio la presidenta Áñez, ya hubiésemos salido de la crisis, cosa que no ha pasado.
EP: Contrabando y comercio informal, preocupa a los empresarios en Tarija ¿Qué acciones sugiere para frenar este ilícito?
FR: Ese es otro tema preocupante, de 2.500 a 3 mil millones de dólares mueve al año esta actividad ilegal, y ninguna autoridad local o nacional ha querido poner el cascabel al gato porque en realidad si se hace un control más agresivo al contrabando seguramente las cosas estarían mejor.
El contrabando daña la economía nacional, no hay como competir para una industria nacional o local con productos de contrabando porque ellos no pagan impuestos, sueldos, ni cargas impositivas ni hacen aportes a las AFP, es una competencia desleal. Los países vecinos como Brasil y Argentina han devaluado entonces los productos, para nosotros los bolivianos, son mucho más baratos, incluso es más barato de lo que se produce en el país.
Además quiera o no reconocerse, muchos productos elaborados en Brasil y Argentina son baratos y de buena calidad, por eso a veces la gente más allá de que sepan que se hace un daño económico, va a optar por lo más económico.
El Gobierno tiene que actuar con la Aduana y las FFAA, hacer un control rígido en las fronteras legales e ilegales, además de controlar el contrabando hormiga, porque la gente va a Aguas Blancas (Argentina), y hace pasar productos con los bagalleros al frente y luego va ingresando al mercado local poco a poco. En Tarija, por ejemplo ya se siente la afectación a industrias como la leche, el vino y singanis. Eso se ven no solo en mercados, ferias, están en las plazas, el Parque Bolívar todas las noches está lleno de gente que vende productos de contrabando.
Aunque no estoy en contra de ellos, pero el contrabando mueve un monto millonario y hay que ver el lado negativo, si los recursos que una persona puede obtener de su sueldo o incluso de bonos si no se canalizan bien se va ir afuera, si se consume productos de contrabando van a terminar hundiendo poco a poco la producción local.
EP: Tarija en el contexto nacional, está entre las economías más retraídas ¿Cómo superar esa situación?
FR: Hay que hacer mucho en el tema de la balanza comercial, ya que a octubre estamos un déficit comercial de 168 millones en Bolivia, es decir importamos más de lo que exportamos. Lo único positivo es el Índice de Precios al Consumidor está estable y tal vez llegamos al 1% a fin de año.
Lastimosamente las autoridades no han desarrollado cadenas productivas y tampoco mercados, no sirve hacer proyectos pequeños con lo cual se pueda capacitar e invertir en tecnología, si no hay mercados, es de mucha importancia que se vean los mercados para los productos, principalmente para el sector agropecuario, alimentos. Hay muchas cosas que producimos aquí, más allá de la uva, pero no hemos hecho todo lo necesario, de lo contrario la economía departamental no estaría dependiendo del sector vitivinícola, o los hidrocarburos con los precios internacionales, menos estaríamos en una situación tan crítica.
Si comparamos la economía de Santa Cruz que es diez veces más grande que la nuestra, ellos no se apoyan en la explotación de recursos naturales, ellos se van al tema del comercio, industria, agroindustrial, la manufactura, es una economía muy diversificada, parece otro país. Lo que no hemos hecho nosotros como tarijeños es tener una visión a largo plazo, una visión de desarrollo que nos permita una estabilidad económica real.
En Tarija hay mucho por hacer, hay que cambiar el modelo, la matriz productiva y eso es a largo plazo, ahora lo que cabe es buscar recursos, hacer ajustes presupuestarios y permitir que se dé más dinamismo al sector privado, y poco a poco ir buscando los mecanismos para sacar productos primero a nivel nacional, porque si vamos a tratar de competir a nivel internacional está muy difícil porque los productos son de mejor calidad y bajo costo.
Aunque algunos economistas digan que la devaluación es positiva, es una verdad a medias, porque la mayor parte de los productos que exportamos como país, sus precios son definidos por los mercados internacionales, como de los minerales e hidrocarburos. Por eso no estoy de acuerdo que se devalúe, a corto plazo, más bien hay que buscar otras políticas para que exportemos con precios competitivos y con calidad de los productos.
EP: Según datos del INE, la variación del PIB, acumulada al tercer trimestre de este año, reporta el indicador negativo del -10,40%, respecto de similar período del 2019 ¿Qué lectura tiene de estos datos?
FR: Es algo alentador, en el sentido que, aunque sigue siendo el crecimiento económico acumulado de enero a septiembre negativo, pero es mejor al que se estaba manejando al cierre del semestre que era -11,11%, seguimos en un proceso de contracción económica pero diríamos que las condiciones han mejorado porque ya hubo el levantamiento de restricciones para la mayor parte de las actividades económicas, hay más dinamicidad tanto en la oferta y demanda agregada, ya se está reactivando la producción, la entrada de más divisas, más remesas de bolivianos de fuera del país, eso ha permitido que el comercio tanto local como internacional, esté fluctuando poco a poco y que los principales rubros de la actividad económica vayan generado más réditos, pero a pesar de eso sectores como: minerales, construcción, comunicaciones y transporte, siguen teniendo un IGAE negativo, eso es algo que va a tardar mucho en recuperarse y también presiona que la economía en su conjunto no pueda recuperarse.
Digamos que nos estamos recuperando, pero muy lentamente, aun así, por ejemplo, la CEPAL ha estimado que tengamos este año una contracción igual importante, se estima que el PIB sea -5,2%, el Banco Central de Bolivia dice que va ser -6,12% la tasa de crecimiento de este indicador, aunque podría ser más porque la situación económica está muy compleja y no creo que este gobierno a corto plazo pueda reactivar la economía de forma sostenida.
EP: El INE también da cuenta que a septiembre de 2020, la inversión pública cayó en 69,5%, en comparación a similar período del 2019
FR: La inversión pública está solventada por fondos que provienen de los ingresos fiscales, que vienen de los impuestos, lo cuales han sido mayormente diferidos, además la mayoría de las empresas no han pagado o están en plazos de pago o diferimiento, por otro lado, han caído las ventas de las materias primas como minerales e hidrocarburos, esto tanto en volumen como en precios.
Esto es por ejemplo como una familia, si estás haciendo una casa y te bajan el sueldo a más de la mitad, puedes paralizar la construcción de tu inmueble o directamente construir poco a poco de forma periódica, porque no tienes los recursos, lo mismo pasa con el Estado al caer los ingresos fiscales, la inversión pública ha caído notablemente porque no hay recursos, no hay que olvidar que los ingresos fiscales son destinados principalmente al tema de inversión y gasto público, que tiene que ver con la administración pública.
También hay que ver que en los últimos años se han hecho muchas obras que no han tenido mucho rédito social ni económico o que están paralizadas, han sido obras de cemento sin sentido. Se pueden citar varias, por ejemplo, en Potosí se hizo una fábrica de cemento, pero no está operando porque se han dado cuenta que la conexión de gas más cercana está a más de 10 kilómetros, igual está la Planta de Urea que está paralizada y tiene problemas de operatividad por su ubicación.
Entonces hay que hacer una evaluación y ver qué empresas estatales finalmente tienen que ser factibles y continuar, porque en esta coyuntura tienes que ser austero y optimizar cada dólar que entre a la economía, tiene que ser bien administrado, porque se ha visto que los datos son muy desalentadores y tardará mucho la economía en recuperarse.
EP: ¿La crisis económica es producto de la pandemia o ya se viene arrastrando en Bolivia en los últimos años?
FR: Tanto a nivel departamental como nacional, se ha visto que estábamos con una tasa de crecimiento del PIB de cerca del 5% en 2014 y hemos terminado con 2,22 en 2019, o sea Bolivia ya estaba en proceso de recesión o contracción económica porque en vez de subir en los últimos años estaba decreciendo.
Creo que esta crisis es producto del modelo económico que tiene el país y de la matriz productiva que no se ha cambiado y al ser muy dependientes de materias primas como los hidrocarburos, hace que se pongan todas las fichas en un solo rubro y al caer ese rubro a la economía le va mal.
Se decía que había un crecimiento optimo y que era una economía sólida, pero fue un globo que se ha pinchado y se ha ido desinflando, obviamente la pandemia y las medidas restrictivas ha hecho que si estábamos al filo de la crisis económica ha terminado de empujarnos al abismo, de cerrar el año pasado con 2,22; ahora a septiembre a -10,40 es una caída muy importante.
Además, están las medidas no adecuadas que ha tomado el anterior Gobierno porque han sido muy restrictivos y ha cuartado y contraído de gran manera tanto la oferta y demanda agregada que son los brazos derechos e izquierdos de la economía, esto ha afectado notablemente a un país subdesarrollado como Bolivia, que paralice su economía dos o tres meses es algo crítico. Más aún cuando venía en un baja peor, además de la crisis económica y la pandemia hemos sumando la crisis política, lastimosamente ha hecho que no ingrese ayuda financiera de manera fluida, hubo paros y bloqueos que han dejado una pérdida importante de casi mil millones de dólares.
Es un combo de elementos que ha hecho que se hunda más nuestra economía y hayan pocas expectativas de que la misma mejore a corto plazo, será un proceso de por lo menos dos o tres años, va a depender mucho de los créditos externos, hay que buscar las mejores condiciones con el FMI, el Banco Mundial, BID y países de primer mundo, hay que ser muy inteligentes no podemos prestarnos para dar bonos, para pagar sueldos y salarios o incrementar el gasto corriente; debemos prestarnos para inversión pública e inyectar liquidez a la economía, principalmente al sector privado.
Si el sector privado reactiva la economía, va a poder mejorar e incrementar tanto las condiciones de empleo e ingresos de la población, hay que ver también el tema del pacto fiscal, hay que dar condiciones tributarias optimas porque tenemos una alta presión impositiva sobre las empresas legales, la reestructuración presupuestaria y la ayuda financiera, son muchos puntos que analizar, pero sin duda la pandemia ha sido un golpe casi mortal, que ha dejado a la economía en terapia intensiva.
“Es un combo de elementos que ha hecho que se hunda más nuestra economía y hayan pocas expectativas de que la misma mejore a corto plazo, será un proceso de por lo menos dos o tres años, va a depender mucho de los créditos externos”
“Creo que esta crisis es producto del modelo económico que tiene el país y de la matriz productiva que no se ha cambiado y al ser muy dependientes de materias primas como los hidrocarburos, hace que se ponga todas las fichas en un solo rubro (…)”