Vuela como el águila
El águila no discute con culebras.
No porque no pueda
sino porque no le da la gana,
porque bajar a su nivel es perder tiempo.
¿Y para qué explicarle tu vuelo a quien nunca ha despegado?
La culebra no sabe lo que es volar.
Nunca ha visto el mundo desde arriba.
Solo sabe arrastrarse, hablar mal y tirar veneno.
Mientras tú vuelas, ella se arrastra.
Te critica. Te ataca.
Pero no porque sepa más.
Sino porque no soporta verte arriba.
Hay personas iguales.
No soportan verte bien.
No porque les hayas hecho daño,
sino porque tu vuelo les recuerda que ellas nunca despegaron.
Critican. Mienten. Atacan.
Pero no buscan la verdad…
buscan arrastrarte a su nivel.
Y tú no naciste para eso.
No estás para dar explicaciones a quien no quiere entenderte.
No pierdas el tiempo con quien solo quiere verte caer.
Calla.
Ignora.
Y sigue subiendo.
Porque si te detienes…
es justo lo que quieren.
Y tú no viniste a caerles bien.
Viniste a volar como el águila que eres.