Quítate la venda de los ojos
Hay muchas personas (tanto mujeres, como hombres), que son excesiva y emocionalmente dependientes-compulsivas y/o obsesivas. Son adictas a su pareja.
No pueden imaginar su vida sin ella.
Se desesperan de tan sólo pensarlo.
Sienten que todo su mundo se derrumba sin ella.
Puede que tu pareja ya no te quiera.
Aunque no llegue a decírtelo directamente, te lo demuestra día a día con hechos, con su indiferencia, con su frialdad, con sus silencios.
Maltratándote; ya sea con gritos, insultos, desplantes, caprichos, burlas.
Sin mirarte o tocarte durante largos períodos.
Y tú sigues ahí, esperando ilusa e ingenuamente a que ocurra un milagro como por arte de magia, que nunca va a suceder.
Esperas impaciente y ciegamente con tu venda en los ojos, a que cambie.
Y nunca sucederá, jamás.
A veces, quizás, te diga que te quiere, que te necesita, que te ama.
Pero los hechos te demuestran absolutamente todo lo contrario.
Vuelve a lastimarte una y otra vez, vuelve a demostrarte que no le importas. Que no le importa tu dolor.
¿Por qué sigues ahí?, ¿No te amas nada acaso?, ¿Te consideras que vales tan poco o nada?
Sal de ése lugar, no te permitas quedarte un día más ahí, donde no te escuchan, no te miran, no te tienen consideración.
Vete, empieza a respetarte, a valorarte, a quererte. Aunque sea por primera vez en tu vida.
Quítate la venda de los ojos.
Esa que te ciega del amor propio.