Querido humano:
La vida no es bella ni fea, la vida es como tú la veas y sientas.
La vida no es justa ni injusta, la vida se ajusta a tu propio equilibrio interno.
La vida no es fácil ni difícil, la vida transita en complicidad con tu consciencia actual.
La vida no es tu amiga ni tú enemiga, la vida es un reflejo de tu propia paz interior o de tu propio caos mental.
Querido humano, te acostumbraste a buscar afuera lo que no encontrabas dentro de ti, y tu búsqueda te llevó a sufrir, padecer, temer y decepcionarte de la vida.
Ahora, regresa y mira hacia adentro, lo que buscas no está afuera. Ya buscaste donde no tenías que hacerlo, empieza a buscar eso que deseas encontrar en tu interior.
Tu interior son tus creencias, tus pensamientos, tus emociones, tus sombras, tus heridas, tus hábitos, tu forma de ser en resumen.
Si algo de lo que hay en tu interior te duele o te avergüenza, es ahí donde está el cambio de tu vida, sánalo, corrígelo, suéltalo y reconcíliate contigo mismo/a
Querido humano, lo que ves afuera solo es una extensión de lo que ves adentro de ti, si te ves como un niño o niña, eso proyectarás en tu vida, y disfrutarás la vida como un niño/a que se sorprende por todo. En cambio, si te ves como una persona dolida y decepcionada, atraerás circunstancias y situaciones que te decepcionarán y te alejarás aún más de lo has venido a hacer a esta vida.
La vida es una ilusión proyectada por ti, aprende a crear tus mejores proyecciones.
